CAPÍTULO 53

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CAPÍTULO 53

TE TRATARÉ BIEN



Cang Long apretó con fuerza la mano de He Xile.

Este tenía una expresión tranquila en su cara, y se rió entre dientes mientras decía: —El jefe Ying debe estar realmente bromeando. Me he estado preparando durante dos años para conseguir la mercancía, por supuesto no puedo desprenderme de ella fácilmente. Además, cuando aún no despertaba, fue subastado en el mercado negro por la cantidad de 30.000 mil millones, ¿y ahora quieres deshacerte de mí por 10 millones de dólares? Aunque todos somos piratas estelares, así no es como hacemos negocios.

—Entonces, ¿no quieres? – Los ojos del hombre de la cicatriz se entrecerraron ligeramente, y había un atisbo de amenaza en su tono.

—Sólo un tonto querría – La Hermana murmuró en voz baja a su lado.

He Xile pensó para sí: "Desde luego".

El rostro de cara cortada se ensombreció al instante al oír las palabras de la Hermana Snake, y cuando volvió a mirar a Cang Long, éste no replicó nada, por lo que era obvio que también estaba de acuerdo.

El no invitado dijo fríamente —Ya que son tan ignorantes.... – extendió la mano y pulsó un botón de la consola de control.

Casi al instante, varios cañones de plasma de la nave oponente apuntaron a la pequeña donde estaban He Xile y los demás.

El hombre de la cicatriz se recostó en su asiento con pereza. Sonrió tranquilamente y dijo: —Cang Long, piénsatelo bien, no me cabrees por la mercancía. No podrás gastar el dinero que obtengas.

—Eso no es algo por lo que tengas que preocuparte – Cang Long dijo directamente al piloto —Corta la conexión.

El piloto lo hizo inmediatamente.

El último segundo de la escena al cortar la conexión estaba enmarcado por la cara de sorpresa del jefe Ying.

—¿Va a haber pelea? – He Xile estaba nervioso, pero cuando miró a los tres presentes, vio que sus rostros no estaban demasiado preocupados.

El piloto ya estaba trabajando frenéticamente en la consola. Sus manos eran tan rápidas que se veían imágenes entrecortadas.

—Llevamos dos años preparándonos, y sería patético si ni siquiera consideráramos algo como ser interceptados – Cang Long resopló.

Snake se acercó al piloto y palmeó el hombro del otro hombre —Te lo dejo a ti.

—No te preocupes, es mi especialidad.

El conductor sonrió, sin mirar hacia atrás, con un atisbo de locura en los ojos. —Así que a continuación, agárrense fuerte. Si salen despedidos, no será responsabilidad mía.

He Xile se quedó helado, y antes de que pudiera si quiera reaccionar, al segundo siguiente, ¡la aeronave aceleró de golpe! A esto le siguió inmediatamente un giro de 180° para esquivar el ataque procedente del oponente.

—¡Aaaaahhhh! – He Xile no podía mantenerse en pie.

Por suerte, Cang Long lo mantenía fuertemente sostenido, por lo que no cayó escandalosamente a un lado de la aeronave.

—Tsk, tan problemático – Cang Long alargó la mano e inmovilizó a He Xile en el asiento.

Cuando Snake vio esto, comprendió lo que tenía que hacer al instante en un entendimiento tácito entre ambos.

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora