CAPÍTULO 99

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CAPÍTULO 99

VUELVE A PROBAR


He Xile terminó el entrenamiento del día, arrastrando su cuerpo cansado tan hambriento que fue directamente al comedor y sacó dos grandes cuencos de arroz.

—Qué bien huele – He Xile abrazó el cuenco muy emocionado.

Al ver esto, el cocinero mantuvo sus manos en movimiento y le recordó —No se atragante, Su Excelencia.

No pudo evitar sonreír a He Xile, que dijo "sí, sí, sí", pero no pareció darle importancia y siguió concentrado en su comida.

Obviamente no era la primera vez que comía lo que él preparaba, pero cada vez que este pequeño humano lo hacía, siempre lo alababa por lo deliciosa que era. Tanto así que cuando cocina para Su Excelencia, no puede evitar poner más empeño en ello.

Ojalá pudiera escuchar sus cumplidos todos los días.

Acababa de entrar en el cuarto de baño para ducharse y estaba poniendo el agua cuando un tentáculo golpeó cortésmente dos veces la ventana de cristal.

Toc, toc.

Después de llamar a la ventana, el tentáculo esperó silenciosa y obedientemente a He Xile.

He Xile: "......"

Buen chico.

Este tentáculo vino aquí en el momento exacto, ¡sólo para darse un baño!

¡Maldita sea!

He Xile que miraba cómo el gran pulpo tomó muy en serio sus palabras de la vez pasada, no pudo evitar pensar: —¡¿Cuántos años tiene que quiere que nos bañemos juntos?! Si lo comparo ¿Cuál es la diferencia entre ser una persona adulta y aún así esperar que alguien te acompañe a ir al baño?

Y...

He Xile abrió su terminal y miró el horario que le había enviado Sang Qian.

Aún era pronto para que los dos se abrazaran y se fueran a la cama.

He Xile sacudió la cabeza con bastante seriedad y dijo —Vamos a empezar el experimento esta noche, ¿ya fuiste al laboratorio a probar tu estado mental de antemano?, si no es así, es mejor que no nos toquemos antes, para no afectar a los resultados.

El tentáculo se congeló en la ventana.

¿Cómo podía ser?

Había conseguido atravesar todas las dificultades para aparecer aquí y...

¡Este humano ni siquiera le ayudó a asearse!

¿Y ahora?, ¿tenía que volver así sin más?

—Vamos, ¿recuerdas lo que acordamos antes? Vas a tu cuarto y te lavas, y yo me encargaré de revisar que lo hiciste cuando vuelvas, o no te dejaré entrar a la cama – He Xile agregó: —Te espero a las diez, por cierto, es mejor no venir temprano, hay que cumplir con el horario tal cual está establecido – Dijo poniendo la ventana del baño en modo no molestar.

Al instante, la ventana del baño de He Xile se volvió completamente negra y los tentáculos que seguían fuera no podían ver nada, sólo se oía débilmente el sonido de He Xile tarareando una cancioncilla desafinada.

Los tentáculos: "......"

Los tentáculos empezaron a bailar fuera de la ventana como una masa de demonios.

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora