EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIO

CAPÍTULO 57

CAPÍTULO 57

INESPERADO

He Xile extendió silenciosamente la mano y cogió su gran cola entre los brazos.

Wen Jiyu lo miró dos veces —¿No tienes demasiado calor?

He Xile se quedó mirando la punta de su cola que se agitaba de un lado a otro, pero no podía evitarlo y estaba realmente cansado. Simplemente dejó de importarle y murmuró: —No hace calor, hay mucha nieve afuera.

—¿Hay nieve en el Planeta Azure? – Preguntó Wen Jiyu con interés.

—Sí – Cuando habla de su planeta, sus ojos brillan intensamente, llenos de fulgor —China es un lugar muy grande, y el clima varía de una región a otra. Pero en algunas zonas, donde el invierno es super frío y largo, el vapor de agua se condensa en hielo y cuelga de las copas de los árboles y las ramas, también hay niebla. Al final, los árboles de la ciudad parecen cubiertos de flores blancas, lo que es especialmente hermoso.

Wen Jiyu entrecerró ligeramente los ojos —No hay niebla helada en la capital imperial – Dijo —Quizá la haya en Obsidian.

He Xile suspiró —Pero no veo la hora de volver.

—¿Qué?

He Xile se quejó: —Obsidian es demasiado frío y aburrido. El mundo aquí parece tener sólo dos colores, el blanco de la nieve, el negro de los edificios, y los aerodeslizadores de acero por todas partes ......

Obsidian coincide mucho con la fantasía de los terrícolas sobre cómo luce el futuro, pero a He Xile no le gustaban los colores oscuros, echaba de menos los edificios de la capital imperial que vio cuando salió antes y dijo —Es mejor tener un mundo colorido.

Wen Jiyu soltó un bufido —Tienes buen ojo para eso – Tiró de He Xile — Vamos.

—¿Volvemos a la capital imperial?

Aunque sólo había pasado menos de un día desde que lo secuestraron, He Xile ya echaba de menos la terminal, echaba de menos StarNet, echaba de menos la comida y echaba de menos a la gente con la que charlaba y tonteaba todos los días en la transmisión en directo.

—No todavía – Su Majestad, que caminaba delante, asintió de lado, con su pelo plateado cayendo en cascada —El asunto anterior sobre el "plan de la caída" aún no ha terminado.

—Vaya ......

Parecía que su majestad tras haber recibido la noticia del secuestro se apresuró a salvar primero a He Xile.

He Xile estaba muy conmovido y un poco avergonzado por haber arrastrado los pies de la otra parte. —¿Tengo que ir yo también? Soy muy débil y temo causarte problemas otra vez.

—Dejarte aquí o enviarte a la capital imperial causará aún más problemas. – Wen Jiyu continuó con una expresión calmada, —Mi fuerza es tal que no necesito que me protejan. Los guardias que me siguen son básicamente todos veteranos que son capaces de hacer algunas cosas o se han retirado del campo de batalla, y su fuerza en general no es realmente alta. Sólo he estado fuera un día y a ti te han secuestrado unos piratas, así que ahora ¿debo mantenerte atado a la cintura de mis pantalones para mantenerte a salvo?

He Xile: "......"

????

—¿Atado a la cintura de tus pantalones? ¿está descompuesto el traductor? ¡Mierda!

He Xile pensó y pensó lo mismo. Inmediatamente hizo su petición —Entonces, antes de irnos, ¿puedes ayudarme a conseguir una terminal primero? Me la quitaron y ahora sólo tengo un traductor.