Breathe [Seoksoo]

2

Se picó la mejilla con su cactus.

Despertó de golpe con el dolor en su mejilla y se llevó una mano hasta la zona sintiendo la comezón, bien, no era buena idea recargar su rostro en una planta que se defiende sola. Hizo una mueca y observó las espinas hasta que sintió el peso en su hombro, miró a un lado y el cabello castaño le hizo cosquillas en la nariz. Había un hombre dormido con la cabeza recargada en su hombro, y pudo reconocer al tipo de las flores.

Abrió los ojos con sorpresa cuando procesó la información y se alejó un poco sin quitárselo del hombro ¿no era demasiado grosero despertarlo? Bueno, el tipo se había quedado dormido en su hombro así que eso tenía que ser más grosero que despertar a un desconocido. Y si decidía despertarlo ¿Cómo iba a hacerlo? ¿solo quitaba su hombro y ya? Seokmin no quería incomodar a nadie... aunque él estuviera incómodo.

Quizás si acercaba un poco su cactus...inclinó el cactus hacia el desconocido.

El hombre hizo una pequeña mueca que detuvo a Seokmin. Los labios del tipo parecían tener una sonrisa permanente en ellos, era una cara bonita. Y como cara bonita Seokmin no podía picotearlo con el cactus, así que redirigió su arma vegana hacia el brazo descubierto. Entrecerró los ojos a punto de pincharlo.

—Disculpen...— La voz ajena lo hizo dar un pequeño salto y grito vergonzoso. —Lo siento, pero es la última parada.

¿ultima parada? Alzó el rostro para mirar alrededor dándose cuenta de que el autobús estaba vacío, y de que la voz desconocida era del conductor. Y que el tipo que dormía en su hombro apenas se estaba despertando. ¿Cómo que ultima parada?

Era de noche... y estaba seguro de que no reconocía el lugar.

—¡Me pasé!— gritó cuando terminó de procesar todo.

—¿ultima parada?— Preguntó el tipo a su lado sacudiendo un poco la cabeza y poniéndose de pie. —Pensé que el autobús llevaba al centro de la ciudad...

—El autobús pasa por el centro de la ciudad, su bajada está demasiado lejos ahora.— Respondió el hombre y Seokmin abrió los ojos con sorpresa.

—¡Me quede dormido!

Seokmin se levantó de golpe tomando todas sus cosas para intentar bajar, como si eso solucionara algo. El otro hombre parecía confundido, como si no entendiera que su parada de autobús estaba a una hora de camino.

—No entiendo...¿Por qué no se detuvo en el centro?

El conductor suspiró cansado.

—Solo bajen del autobús.