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—¿vas a salir ahora?— Preguntó Woozi viéndose demasiado preocupado. Seokmin asintió. —¿seguro que te sientes bien?

—Estoy bien.

Le sonrió a Woozi sin dejar de acomodar su ropa en los cajones, por suerte sus amigos tenían libre una de sus habitaciones porque ellos compartían la misma desde que eran pareja. Y eran pareja como desde hace cinco años así que estaba bien. Seokmin tenía un lugar en el cual quedarse y ellos tenían... un buen amigo con el que charlar, al solo llegar ya habían tenido un tema de conversación porque regañaron a Seokmin como a un niño.

—No creo que estés bien.— Dijo Woozi.

—¿Por qué no lo estaría?

—¡Porque te terminaron ayer, hombre!— gritó Hoshi desde la cocina. —¡Porque lloraste toda la noche! ¿Cómo puedes tener energía? ¡Llora más, come más helado! ¡Abraza más almohadas! Aun no estás bien, te rompieron el corazón.

Seokmin hizo un gesto despreocupado.

—Estoy bien. Ya pasó y es tiempo de dejarlo atrás.

—Pero no despues de un día, Seokmin.— Woozi suspiró. —Harás lo que quieras pero de cualquier forma te sugiero descansar. Hasta el día de ayer vivías con...

—Cariño, es muy pronto para decir el nombre del señor tenebroso.— Hoshi colocó un dedo sobre los labios de Woozi. —Seokmin, no estás bien, hombre, no puedes fingir estar bien despues de lo que pasó.

Claro que podía, lo estaba haciendo bastante bien.

La verdad es que estaba avergonzado, demasiado humillado como para querer recordar lo que pasó, se comportó como un idiota e hizo cosas idiotas por lo que olvidarlo rápido se sentía como un escape. No quería estar llorando en su cama todo el tiempo, no quería estar triste y deprimido por semanas o meses. Él solo quería recuperar un poco de su vida y ya. Estar feliz, recordar como eran las cosas antes de estar en una relación o solo divertirse con un nuevo amigo.

Joshua era una persona nueva que no sabía nada de esto, una persona que no iba a mirarlo e iba a recordar la triste situación, no, Joshua solo lo iba a mirar como cualquier otra persona que quería divertirse un rato.

Joshua no iba a mirarlo como Hoshi y Woozi lo miraban, y eso era un alivio.

—¿quieres que vayamos contigo?— Preguntó Woozi apartando el dedo de Hoshi.

—Nop. No soy un niño. Si intentan sacarme los órganos o venderme les mandaré un mensaje para que me compren, no se preocupen.— Bromeó terminando de desempacar. —Gracias por darme una habitación, prometo que pagaré la renta en cuanto me paguen, estoy en ceros ahora.

—No te preocupes por eso amigo.— Hoshi le sonrió. —Te debo más de lo que podrías deberme tu a mí.

Seokmin sonrió.

—Estaremos a mano.

—Con él, a mi si me debes.— Habló Woozi haciendo reír a Seokmin y Hoshi.

Se sintió aliviado de tenerlos.


Breathe [Seoksoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora