Breathe [Seoksoo]

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La sonrisa de Seokmin era contagiosa, tan pronto lo vio Joshua no pudo evitar sonreír, fue algo que subió desde su estómago y que quiso contener en sus labios, pero no pudo, tan pronto vio los ojos achicados de Seokmin no tuvo de otra más que imitar el gesto. No era por amabilidad, tampoco por cortesía o que algo le hiciera reír, era que la risa de Seokmin, su rostro alegre y su energía realmente era contagioso. Un virus de felicidad.

No esperó que Seokmin corriera y lo abrazara, pero cuando lo hizo no tardó en responder. Aun si hubieran caído al suelo Joshua seguiría feliz de que este chico enorme se le lanzara encima.

—Te traje algo.— Seokmin se apartó para sacar algo de su bolsillo y entregárselo. —Te lo devuelvo, ya tengo uno nuevo asi que debí dártelo hace tiempo.

El celular. Lo tomó mirándolo detenidamente y sonrió, el fondo de pantalla era una fotografía de Kakku y Mark con un mensaje de fondo. Alzó la mirada observando el rostro alegre de su amigo y le extendió el aparato.

—Quédatelo.

—¿eh?

—Quédatelo por si vuelves a perder tu celular, como un celular de emergencias.— Seokmin lo tomó de nuevo. —Tienes mi numero allí también ¿verdad?

—Si pero... ¿te lo tengo que pagar ahora?— Joshua negó aunque Seokmin no parecía muy convencido. —Lo tomaré como un regalo.

—Los regalos que doy son mejores que un celular desechable.

—¡Eres molesto!

Joshua soltó una pequeña risa ante el berrinche de Seokmin, era lindo. Sería raro admitir que Joshua estaba dispuesto a llenarlo de regalos solo para verlo sonreír, para verlo animarse y dejar de lado esa pequeña tristeza que aún tenía en los ojos.

Sin embargo ¿no era un poco vergonzoso? Joshua no sabía cómo hacer sonreír a alguien sin que fuera sirviéndole. Pasó su vida haciendo todo lo que Jeonghan le pidiera solo para verlo feliz, no tenía hermanos y sus padres aunque eran buenos eran un poco desapegados afectivamente, por lo que la única referencia de amor que tenía era Jeonghan. Y sobre sus amigos... siempre fueron más amigos de Jeonghan, era él quien los tenía que hacer felices, no Joshua.

Con Seokmin era distinto.

—Tienes que volverte igual de molesto si te vistes así. Te ves bien.— Habló mirando su propio celular revisando el montón de mensajes acumulados, algunos de su trabajo y otros sobre la boda. Cuando regresó la mirada hacia Seokmin este sonreía.

Estaba un poco sonrojado.