49

941 214 64
                                    

Eran las dos de la mañana cuando su celular sonó, no estaba dormido, seguía cantando en el karaoke con Joshua únicamente para mostrarle sus canciones favoritas, los amigos de Joshua podrían estar dormidos u ocupados, pero ellos no estaban allí, solo había visto a Jeonghan asomarse por la puerta y despues irse. De cualquier forma Seokmin no estaba pensando en ello, y cuando miró su celular para responder se percató de la hora.

Salió de la sala para responderle a Suha.

—¿te desperté?— Tardó un momento en reconocer la voz, y justo cuando lo hizo estuvo a punto de colgar. —No cuelgues. Por favor.

Mingyu tenía la voz profunda y raspada. Sonaba triste, y Seokmin detestaba conocerlo lo suficiente como para saber cual tipo de tristeza, y detestaba no tener la fuerza para colgar.

—No es justo que uses a mis amigos para esto.

¿aunque eran sus amigos? ¿o eran los amigos de Mingyu? Los conocieron al mismo tiempo cuando ya eran una pareja, eran amigos de ambos, solían salir juntos y hablar ¿entonces porque ahora se sentían como amigos de Mingyu?

—Necesitaba hablar contigo...

—No hay nada que hablar.

—Entonces solo quiero escucharte.— El corazón de Seokmin se apretó con fuerza. —Te extraño.

¿Por qué? Aun cuando quiso hacer la pregunta su garganta se había cerrado con fuerza. Y de cualquier forma no sabía a que estaba preguntando.

¿Por qué lo extrañaba? ¿o porque entonces había preferido a Seungkwan?

—Mentiroso.

—Sabes cuándo miento.

—No. No lo sé, pensé que sabía, pero...— Seokmin se lamió los labios intentando callarse a si mismo. Llevó una mano a su pecho y tomó el collar colocándolo en su boca. No necesitaba respirar, solo calmarse.

—¿estás usando el collar?

—Te odio.— Exhaló con fuerza. —Deja de buscarme.

—No puedo. No quiero lastimarte más, Seokmin, pero necesitamos hablar. Solo... habla conmigo en persona y prometo que dejaré de buscarte.

Mentiroso. Quería lanzar su celular al suelo, no era una buena idea. Respiró con fuerza y cerró los ojos intentando entrar en razón, su cabeza estaba abarrotada de recuerdos desagradables, y de Mingyu, estaba llena de las cosas que odiaba de Mingyu, y de las que solía amar.

Mingyu no tenía derecho a extrañarlo, pero Seokmin sí. Seokmin tenía derecho a extrañar a Mingyu cuanto tiempo quisiera. Así como tenía derecho a odiarlo al mismo tiempo.

—¿y Seungkwan?— Consiguió preguntar.

Mingyu tardó en responder.

—Seokmin, por favor...Por favor. Necesito hablar contigo.— Seokmin estuvo a punto de colgar. —Soy yo el que lo necesita... por favor.

Miró su celular por varios segundos. Suspiró.

—Está bien.

Breathe [Seoksoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora