Selenelion (Sol y Luna)

CAPÍTULO 1: Un encuentro memorable

Jimmy es un hombre capaz de domar a cualquier mujer, excepto una... Una que por circunstancias de la vida terminó siendo su esposa al día siguiente de conocerla, y que por su temperamento, en lugar de mujer, parece más bien un gorila salvaje del tamaño de una pulga... Y de allí sacó los apodos para ella...
Aunque... Salomé no es nada estúpida y a pesar de que ese "pimpollo" cree que puede hacerle bromitas pesadas, (como robarle todas sus bragas para que no tenga qué ponerse, y luego abrir la ventana en la sala de juntas para que el viento despiadado delate que no lleva nada bajo el vestido); ella no se queda atrás y le da a beber de su propia medicina...
Pero..., ¿pondrán resistir ambos la tentación de estrangular 🔥 al otro?
El destino es perverso y utiliza las casualidades para unirlos a pesar de que se odian, pero al que no quiere sopa, se le dan dos tazas...
Una historia en la que queda demostrado que del odio al amor, solo hay... Lo que venga primero... 😈😈😈

Gracias por estar aquí... 💕Recuerden que esto es por ustedes. 🫶 Les mando todo mi amor. 💋 😘🥰

Les dejo el booktrailer que hice con mucho amor para ustedes. 😍

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Ahora sí, a leer y enamorarte... 😍🥰

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—¡Mis gemelas! —gruñó Jimmy, doblándose de dolor antes de caer tendido en el suelo.

—¡Maldito imbécil, hijo de puta! —gritó Salomé, después de haberle estampado el dorso de su pie derecho en la entrepierna—. Ten mi bolso, Sayda.

Según ella, él le había tocado el trasero cuando estaba entretenida hablando con sus dos amigas, cerca de la barra de ese club que visitaba con frecuencia los viernes cada quince días, con el fin de emborracharse hasta olvidar su apellido.

Sin quedarse conforme con eso, se abalanzó sobre el hombre que yacía en el suelo, sujetándose aquello con ambas manos mientras gruñía, quejándose de dolor, y se sentó a horcajadas sobre él, o más bien, sobre su amiguito agonizante. Comenzó a golpearlo en el pecho con los puños mientras le jalaba el cabello, y al mismo tiempo le gritaba un montón de palabras obscenas.

—¡Yo no fui, demonios, yo no fui! —gritaba el chico, tratando de cubrirse el rostro con las manos, apretando al mismo tiempo las piernas en un intento de esconder sus partes nobles, para que Salomé no terminara de magullarlas y aplastarlas con su peso.

—¡Eres un maldito atrevido!, ¡pagarás por eso y no saldrás de aquí sin entender que mis pompis no se tocan! —repetía ella una y otra vez mientras intentaba atinarle a la cara del hombre al menos una vez.

Jimmy parecía estar bastante bien entrenado para esquivar golpes de mujeres iracundas, porque lograba librarse de sus puños en cada acometida que le daba, hasta que, por fortuna, alguien la sujetó de los brazos por detrás y la jaló para quitársela de encima al pobre chico que rogaba por su vida.

—¡Oye, cálmate, tranquila, él no fue! —afirmó el rubio que la reprimía con fuerza intentando calmar a la fiera indomable en la que se había convertido, pero Salomé parecía poseía por Hulk.

Su piel casi que se estaba poniendo verde, mientras seguía pataleando y gruñendo de rabia hacia el chico que intentaba levantarse del suelo, tras haberse liberado de su peso.