CAPÍTULO 78: Confusión

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Su tía Victoria, o más bien, su tía bruja Victoria, tocó la puerta minutos después y cuando Salomé le voceó que siguiera, se quedó pasmada al ver que era ella:

«¿Desde cuándo adquirió modales?»

—Buenos días, sobrina —la saludó, acercándose con una carpeta negra en las manos.

—Buenos días, ¿eres tú?, o estoy alucinando...

—Si lo dices por lo que creo que es, lo siento... Me di cuenta de que no he sido muy respetuosa contigo, pero ahora solo quiero darte las gracias.

—¿Ah si?, ¿y por qué?

La pelirroja pecosa suspiró esbozando una sonrisa y puso firmemente la carpeta sobre el escritorio.

—Revísalo tú misma.

Salomé la miró achicando los ojos con sospecha y tomó la carpeta.

Abriéndola, empezó a ojearla, dándose cuenta de que se trataba de unos documentos referentes a su matrimonio con Jimmy, y el corazón se le hizo chiquito cuando vio los sellos del contrato matrimonial que decían: "disuelto".

Elevó la mirada hacia su tía, mientras su corazón latía desenfrenado y no sabía por qué...

Había soñado tanto con eso hace unos meses... Se revolcaba en la cama imaginando que ese momento glorioso llegaba; ese instante de alegría en el que podía ver destruido su contrato matrimonial con Jimmy, pero... Eso había sido hace mucho tiempo, y ahora que lo veía tan pronto, hecho realidad en menos de lo esperado, porque se suponía que era por un año y solo habían pasado siete meses, se sintió fatal...

Era como si le hubieran dado la peor noticia en mucho tiempo y no quería aceptarlo.

—Así que...

—Eres libre Salo... —afirmó Victoria con efusividad, cogiéndole las manos—. Las empresas tienen lo que querían, por fortuna lo obtuvimos muy pronto.

Estaba pasmada, era obvio y aunque su mirada enfocaba los ojos de su tía, no la veía en absoluto.

—Pero...

—El contrato con la distribuidora fue todo un éxito, tú misma te diste cuenta hace dos meses, cuando el trabajo y los viajes aumentaron; la marca "Sol y Luna" ya se posicionó en casi todos los países a nivel mundial, y ya no hay ningún riesgo; el matrimonio entre ustedes hace tiempo que no tenía ninguna importancia.

«¿Ninguna importancia?»

Se sintió ofendida por eso; sin embargo, no lo demostró.

—Entonces... ¿Cómo es posible romper el contrato que estaba por un año?, ¿luego no debía cumplirse el tiempo en su totalidad?

—Una de las cláusulas decía que si el objetivo se conseguía antes, podría romperse el trato más pronto, y otra decía que si no se conseguía en un año, podía alargarse, pero ya ves... lo logramos en menos de nada.

—¿Quién lo hizo?, ¿quién hizo valer esa cláusula?

—Frank y yo, con la ayuda del abogado de Jimmy, más conocido como su mejor amigo Paul.

—¿Paul hizo el trámite para romper nuestro matrimonio?

—Bueno, Frank le propuso trabajar en el caso y él no se negó, de hecho lo aceptó de inmediato porque Jimmy se lo había pedido ya.

A Salomé se le fueron las luces y tuvo que parpadear varias veces para volver en sí...

«¿Cómo que Jimmy se lo pidió?»

Selenelion (Sol y Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora