CAPÍTULO 87: Victoria la vengadora

517 73 0
                                    

La jornada laboral concluyó y Jimmy salió de C.M.L. directamente a Textiles Sol, pero primero decidió llamar a Salomé, antes de entrar a buscarla, porque no estaba seguro de que ella se encontrara allí.

—Aló.

—Hola pulga.

—Hola pimpollo.

—¿Dónde estás?

—Eh... yo ando en el apartamento de las gemelas, ¿por?

—Ah, pensé que estabas en la empresa.

—Hoy no había mucho trabajo, así que...

—¿Nos vemos en un rato en la casa? Tengo algo que comentarte.

—Yo también, pero... es que saldré con las chicas.

Era viernes, y ya suponía que ella se iría de rumba.

Le hubiera gustado salir con ella, pero lo cierto era que, últimamente, a él no le agradaba salir de fiesta, sino más bien ir a beber solamente, y al enterarse de que ella no estaría con él esa noche, se decidió.

—Está bien, entonces nos vemos mañana, cuídate.

Colgó la llamada y enseguida le marcó a Paul.

—Dime Jimmy —contestó con el ruido de fondo de la calle.

—¿Tienes planes para esta noche?

—No, ninguno, acabo de salir de la universidad, ¿quieres que vayamos a alguna parte?

—Sí, echémonos unos tragos, ¿te parece?

—Por supuesto, al menos ahora me invitas.

—¿Dónde estás?

—En el centro.

—Ok, te enviaré la dirección del bar, está cerca de ahí, voy para allá.

Caminó hacia su auto y condujo rumbo al encuentro con su mejor amigo.

No había nada que celebrar, por el contrario, las nuevas noticias no eran muy agradables y necesitaba desahogarse con Paul. Ya no tendría las esperadas vacaciones de navidad y eso lo tenía desmoralizado.

Era la época que Jimmy más anhelaba del año, porque también se celebraba su cumpleaños y el de su madre. Los dos cumplían el mismo día por una hermosa casualidad del destino, y siempre decidía irse de viaje para no pensar tanto en ella, así que ahora solo esperaba poder pasar ese día en compañía de los pocos seres queridos que le quedaban.

Entró al lugar, luego de dejar el auto en un parqueadero exclusivo. Esta vez había elegido un buen sitio y no uno de mala muerte; por lo menos en eso estaba mejorando.

En cuanto llegó al bar, vio a Paul ya sentado con un par de tragos en la barra, y lo saludó con un abrazo.

—Te pedí un Martini —le dijo acercándole la copa, mientras Jimmy se acomodaba en el taburete—. ¿Qué pasó, hermano? No te ves de muy buen aspecto.

Como era de esperarse, él se había dado cuenta del semblante aburrido que tenía, y no era necesario tener una introducción al tema, sería mejor ir al grano:

—Hay un nuevo proyecto que está iniciando mi padre y me pidió que aplazara las vacaciones por al menos unos seis meses, así que, tendré que pasar navidad trabajando.

—Oh, ya veo, pero no es del todo malo. Yo tampoco tendré mucho tiempo libre como para viajar, porque ya sabes que dentro de poco me gradúo y de eso también quería hablarte —sonrió—. Una firma de abogados me contrató.

Selenelion (Sol y Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora