Salomé se había aferrado con tanta fuerza y miedo a su pecho, como una niña que necesitaba sentirse protegida, y su cuerpo temblaba tanto que él no dudó en ponerle la mano sobre el brazo y empezar a acariciarla con cariño, mientras ella se aferraba a él, abrazándolo y apretándolo con una pierna sobre su cuerpo.
—Shsh, tranquila —la consolaba mientras sentía como su pequeño cuerpo dejaba de temblar poco a poco.
Ella se aferraba a él como si fuera su salvavidas en el mar, con los ojos cerrados y apretados por el miedo que sentía; cada vez que el cielo tronaba, se sujetaba con más fuerza y soltaba un gemido con la cara enterrada en su cuello.
No estaba sola, él estaba con ella, acariciándola tan suavemente que sensibilizaba su piel a un nivel extremo, y no tenía idea de que el susurro de su voz, acunándola, le devolvía la tranquilidad como nunca nadie lo había hecho; ni siquiera la luz de su cuarto encendida, en esos momentos, podía darle tanta seguridad como lo hacían sus brazos y el latido de su corazón.
Jimmy estaba conmovido por la extraña fobia de Salomé, pero al mismo tiempo se sentía tan bien tenerla aferrada a su cuerpo, buscando calmar sus miedos, que solo quería disfrutar de ese momento al máximo, haciéndole saber que él no era su enemigo como ella pensaba y que tampoco era una mala persona.
Continuó acariciándole la piel, resbalando la yema de sus dedos sobre el dorso de su mano, llegando a su hombro y repitiendo el proceso, hasta que en una de esas ocasiones, cuando deslizó sus dedos por la suave piel desnuda de su hombro, no pudo detenerse y siguió avanzando por su cuello, para terminar descendiendo por su espalda.
Para su sorpresa, ella no protestó y se quedó quieta, dejándose acariciar, permitiéndole invadir cada centímetro de piel que se erizaba por sus toques, y así continuó su camino de caricias, hasta que su garrote empezó a despertar debajo del peso de su pierna, obligándolo a detenerse...
❤ღ❤
Salomé se dejaba acariciar por esa mano ligeramente áspera, que despertaba cada milímetro de su piel, haciéndola sentir viva. Los destellos de los relámpagos dejaron de tener importancia cuando empezó a concentrarse únicamente en su toque, en sus dedos que se paseaban con delicadeza, alcanzando cada vez una parte nueva de piel, que antes ya había suplicado por ser acariciada.
Su corazón se aceleró y su respiración se volvió agitada, cuando sintió su masculinidad empezar a endurecerse bajo el peso del interior de su muslo izquierdo, que yacía sobre él y lo apretaba.
No sabía qué hacer y su mano lo agarró más fuerte, buscando escabullirse debajo de su espalda para lidiar con la tentación de deslizarla más abajo y tocar lo que se estaba despertando por ella, pero su pierna tampoco pudo soportarlo y la apretó más contra él, obligándolo a jadear al sentirse aprisionado.
Su hombría no dejaba de crecer y ella sentía esa palpitación bajo su muslo, mientras su brazo se elevaba por el movimiento de su pecho al respirar frenéticamente.
No pudo aguantarlo más y sacó su mano despacio de debajo de su espalda, deslizándola hacia el centro de su pecho. Empezó a acariciar la piel de sus abdominales, trazando líneas imaginarias, dibujando sobre ellas mientras su pecho y abdomen se expandían y se contraían cada vez más rápido, delatando su excitación.
Resbaló su pierna a lo largo de su miembro para empezar a acariciarlo de arriba abajo, mientras disfrutaba sintiendo el palpitar de la vena en su cuello bajo sus labios, e inhalando su aroma de hombre que la estaba volviendo loca...
Todo lo que componía ese ser divino la estaba haciendo enloquecer... Cada parte suya, cada jadeo que salía de su boca, el vaivén de su pecho mezclado con el latido acelerado de su corazón, junto al palpitar de su masculinidad, era todo lo que quería sentir en ese momento...
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Selenelion (Sol y Luna)
RomanceJimmy es un hombre capaz de domar a cualquier mujer, excepto una... Una que por circunstancias de la vida termina siendo su esposa doce horas después de haberla conocido. Esa misma noche se dio cuenta de que, en lugar de mujer, parece un gorila salv...