El niño bonito se había salido de nuevo con la suya y Salomé no podía soportarlo, aunque sus ganas también se hubieran satisfecho, no consentía la idea de que ella pudiera ser un juego para él..., nada más...; sin embargo, eso era lo que él había creído que era para ella y eso la confundía. ¿Qué quería Jimmy de ella?, ¿acaso buscaba la forma de enamorarla?
Tal vez ya lo había conseguido, porque no pudo dormir durante toda la noche por estar pensando en lo que había ocurrido y de tanto pensar y pensar, se decidió...
Iba a alejarse de él... por lo menos en el ámbito sexual, ya que el matrimonio seguía impidiendo que se fuera de esa casa, pero su fuerza de voluntad era grande y no le iba a abrir las puertas de su corazón a alguien que se había burlado tantas veces de ella en tan poco tiempo.
Al día siguiente llamo a sus amigas a primera hora para pedirles que salieran a correr juntas; sin embargo, las gemelas tenían que trabajar en el zoológico ese día y no podían acompañarla, así que se decidió a irse sola.
Se metió a la ducha y antes de salir de la casa, preparó un sándwich y agarró una botella de agua de las que Jimmy tenía en su nevera, porque, por alguna razón, había dejado su botella en la empresa el jueves; sin embargo, cuando estaba cruzando el umbral de la cocina, se chocó de frente con el muñeco de porcelana que había bajado con su bata gris... la misma que se había quitado antes de empezar a arremeter contra ella de manera salvaje, hace solo unas horas...
Un fuego ardiente invadió su cuerpo cuando el pecho de Jimmy chocó contra el suyo y sintió el calor que emanaba...
No pudo evitar reaccionar de manera inesperada, destapando la botella de agua fría y aventándosela al hombre, con el afán de calmar su fiebre, pero, no se imaginaba que el cuerpo de Jimmy era caliente por naturaleza y era obvio que lo estaría aún más si acababa de levantarse...
—¡Demonios, Salomé! —Lo escuchó maldecir, completamente empapado por el agua fría que ella había sacado hace segundos de la nevera—. ¡Qué carajos te pasa!
Pensó en disculparse, pero, ¿por qué?
«¿Quién lo manda a no mirar por donde camina?»
—Acaso no tienes ojos o que —respondió mirándolo enfurecida, porque el agua la había salpicado a ella también.
—¡De qué hablas!, tú misma me aventaste el agua, ¡estás loca! —Su tono de voz era elevado, pero no lo suficiente como para parecer grosero—. Te sacaré una cita en el psiquiátrico, ¡ya no te soporto!
La ira se apoderó de su cuerpo y de su alma, cuando lo vio seguir su camino, a través de la cocina, cruzando por su lado; y roja de ira, se dio la vuelta solo para terminar derramando el resto de agua de la botella sobre la cabeza de Jimmy, o más bien, sobre su nuca, ya que por mucho que se empinara, su estatura no la favorecía...
Lo vio estremecerse al sentir el agua fría, colándose por debajo de la bata, mojando su espalda y su trasero... Salomé se dio cuenta de esto último porque Jimmy poseía un culo redondo, precioso, y la tela de la bata se apretó oscurecida a su espalda y sus nalgas, revelando el par de bultos perfectos que tenía como retaguardia.
Si no fuera porque debía salir huyendo de ahí, se habría quedado al menos diez segundos más, para contemplar semejante monumento que era digno de ser plasmado en un lienzo, pero no le quedó más remedio que darse la vuelta y salir corriendo como pudo, aprovechando que en ese momento no tenía tacones, sino tenis deportivos, y Jimmy llevaba unas chanclas que claramente eran resbaladizas, porque cuando intentó perseguirla, se deslizó y terminó cayendo a cuatro patas en el suelo...
❤ღ❤
Definitivamente, el cucarrón salvaje se las iba a tener que pagar...
Igual que ella, había estado pensando toda la noche en que no iba a ser el objeto sexual de ninguna pulga rabiosa, y se la iba a sacar de la cabeza, así tuviera que darse martillazos o pedirle a su amigo Paul que lo golpeara hasta que entrara en razón, porque los consejos que le había dado justo un momento antes de caer en las redes de esa mujercita, no le habían servido para nada...; esa vez no, ya que antes de que ella apareciera, Paul parecía ser su psicólogo personal y cada reprimenda que le daba, le sentaba en el mismo instante, pero seguía sin entender qué poder demoniaco poseía esa mujer para dominarlo como lo hacía.
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Selenelion (Sol y Luna)
RomanceJimmy es un hombre capaz de domar a cualquier mujer, excepto una... Una que por circunstancias de la vida termina siendo su esposa doce horas después de haberla conocido. Esa misma noche se dio cuenta de que, en lugar de mujer, parece un gorila salv...