—Me voy...
—¿Qué?, ¿a dónde?
—A tu lado, no aguanto más Jim, necesito verte —balbuceó.
—No Salo, ¿y el concurso?
—¡Que se joda el concurso!
—Nena, yo sé que me extrañas tanto como yo a ti, pero tendremos tiempo, lo prometo. Ahora tienes que participar.
—¿Por qué Jimmy?, no quiero hacerlo.
—¿Estás segura? —lo dudó por un instante—. Ves, no lo estás. Mejor ve a prepararte para esa primera etapa que seguramente va a salir muy bien, yo estaré aquí esperándote.
—Te amo, mi pimpollo.
—Lo sé, yo también te amo mi nena.
Colgó el teléfono y los ojos se le aguaron de nuevo.
Se sentía impotente por no poder estar junto a él, pero tenía razón... ya estaba allá y debía participar en ese concurso. La primera etapa sería rápida y la presentación iba a ser esa misma noche.
Llegó con las gemelas al hospital para la cita de su primer control prenatal y el doctor les permitió el ingreso a las tres al consultorio.
La hizo cambiar para hacerle la ecografía, y el corazón se le aceleró cuando se recostó en la camilla y el médico le aplicó gel en la panza.
Miró hacia la pantalla que tenía a la derecha buscando a su bebé y se le salió una lágrima cuando vio la forma de un frijolito diminuto. Recorría cada pequeña parte de ese ser maravilloso que apenas empezaba a desarrollarse, mientras las lágrimas descendían por sus mejillas.
Nunca imaginó que se sentiría tan feliz mirando una ecografía propia porque jamás había pensado en ser mamá alguna vez, pero el hecho de saber que estaba mirando la semillita que Jimmy había puesto en ella, la hizo emocionarse como nunca, y se limpiaba los ojos cada tanto para poder seguir contemplando a su hijo.
—Tienes 3.1 semanas de gestación —le informó en médico.
—¿Y eso cuanto es?
—Veintidós días de embarazo.
—¿Se puede saber tan pronto? —abrió los ojos, sorprendida.
—Desde el día diez de embarazo es posible saberlo, señorita Salomé.
El doctor le sonrió y ella le devolvió la sonrisa, desviando la mirada a las gemelas que estaban mudas y pasmadas, contemplando el bebé en la pantalla, ambas con las manos en la boca.
—Entonces... —se quedó pensando mientras trataba de hacer cuentas para saber cuándo había ocurrido la concepción, y todo apuntaba a la noche en que Jimmy golpeó a Eliot en ese bar.
—¿Dígame? —indagó el médico mirándola quedarse pensativa.
—No nada —contestó sonriendo.
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Selenelion (Sol y Luna)
RomanceJimmy es un hombre capaz de domar a cualquier mujer, excepto una... Una que por circunstancias de la vida termina siendo su esposa doce horas después de haberla conocido. Esa misma noche se dio cuenta de que, en lugar de mujer, parece un gorila salv...