Confundida

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Blake

—Le dije que no hiciera más esto, mi señora. Él es un humano y si sigue bebiendo su sangre como lo hace, va a matarlo.

—Te llamé para que hagas tu trabajo, no para que hables.

Lirio hizo silencio y movió la cabeza, cambiando la bolsa de sangre vacía por otra.

Wyatt se ve mejor que hace unas horas, cuando ese deseo descomunal me hizo perder en las vibraciones de su cuerpo y en ese dulce sabor de su sangre. Sabía que debía detenerme, pero una sensación única y un calor extraño se apoderó de mí y no me permitió alejarme de él.

Su olor, su sabor, esos labios tan suaves y dulces. Todo de él me atrapa en una red de la cual no puedo escapar. Me deleito con su calor y con todo su ser. La sola idea de perderlo o dejarlo ir me enfurece demasiado y me entristece.

Comprendo que somos de mundos muy diferentes, que él no tiene una vida eterna y puede dejarme sola en cualquier momento, además de que nuestros mundos no van a aceptar este vínculo que compartimos y es solo nuestro, pero ¿qué tiene de malo si nos amamos? ¿Por qué no podemos estar juntos? ¿Quién lo impide? Al igual que él, soy un ser vivo que siente y se emociona, que fue creado para amar en la eternidad y mantener un equilibrio en la tierra.

Viéndolo bien y a detalle, a simple vista parecemos contar con las mismas características. Mi cuerpo es como el suyo, aún así, ¿qué nos hace diferentes? No logro comprender la diferencia entre un humano y un vampiro. ¿Acaso los humanos no se alimentan de seres vivos como nosotros lo hacemos? Las comidas que hace Lirio son a base de animales y hasta el momento Wyatt no se ha quejado del sabor.

—Cuando termines de hacer tu trabajo, vete.

—Mi señora, pero él necesita que cuiden su situación. Esta vez bebió mucha sangre de él. Permítame cuidarlo, por favor.

—Bien, encárgate de él —me levanté del sofá y me acerqué a Wyatt—. Vendré más tarde, delicia —dejé un suave beso en sus labios y desaparecí antes de que Baco me atacara.

No sé qué tiene su sangre, pero cada vez que bebo de él la energía me rebasa. Me siento mucho más poderosa e invencible, es como si nada pudiera hacerme daño. Siento miedos, pero la tristeza, el vacío y la soledad le han dado paso a la plena felicidad. Tengo que buscar la manera de que Wyatt permanezca q mi lado, después de todo, si él se va de mí, moriría de pena y soledad.

***

Llegué a la casa de la hermana de Lirio y me miró con tranquilidad, haciéndose a un lado para dejarme entrar a su morada.

—¿Has venido por más respuestas? —fue directo al punto.

—Tengo al humano conmigo. ¿Puedes ver su destino?

—Por supuesto. ¿Dónde está él?

—Lo tengo en un lugar seguro, puesto que el castillo ya no es una opción. El único problema es que él está inconsciente y no podrá venir hasta aquí.

—Yo voy a donde está él, mi señora.

—Muy bien.

Regresé a la casa y Lirio se sorprendió al ver a su hermana llegar conmigo, más no dijo palabra alguna al respecto.

Baco no me dirigió la palabra y ese hecho me dolió. Sigue enojado conmigo y no es para menos, si es que se ha unido mucho a Wyatt. Su indiferencia me mata, ya que nunca se había distanciado de mí de esta manera. Pero verlo tan preocupado por Wyatt me mantiene tranquila. Mientras yo no esté, él lo cuidará con su propia vida.

Sin decir nada, la bruja tomó la mano de Wyatt y se mantuvo por largos minutos en completo silencio y con los ojos cerrados.

Soltó su mano, frunciendo el ceño y abriendo los ojos. Se acercó a su rostro a su cuello y palpó con la yema de sus dedos las dos pequeñas marcas que dejaron mis colmillos en su piel y suspiró, girándose hacia mí.

—Había un bosque, el mismo donde te vi a ti. También mucha sangre, dolor, tristeza y, finalmente, la muerte. Al igual que tú, él tiene dos destinos y son muy parecidos a los tuyos. En uno se olvida de ti y vive en soledad y desasosiego hasta el día de su muerte. En el otro, está abrazado a ti, observando a una niña reír y jugar.

—¿No es lo mismo que me mostraste a mí, con la única diferencia que me enseñaste mi muerte y a él la suya?

—Sus almas están destinadas a estar unidas en la eternidad, por esa razón sus destinos son parecidos.

—¿Y las respuestas que mencionaste? Dijiste que si veías su destino sabría qué opción elegir.

—No me permite ver más, tú bloqueas mi entrada. No es normal que esto suceda, menos si se trata de un humano.

—¿Podemos estar juntos? —era la única pregunta que rondaba por mi cabeza.

—Sí —lo miró de reojo y mi corazón se agitó—, pero él tendría que dejar de ser humano. Ya lo marcaste y el vínculo se consolidó, pero hay algo más que no me permite entrar y ver su destino completo. Jamás me había sucedido dos veces lo mismo. Pensé que era él por tratarse de un humano que me impedía dar un paso más en tu destino, pero veo que no se trata de eso.

—¿De qué se trata? Además, ¿cómo se supone que él deje de ser humano?

—No te queda más remedio que convertirlo en un vampiro.

Lirio, Baco y yo quedamos patidifusos con las palabras de la bruja.

—Es la primera vez que entro en contacto con un humano. ¿Cómo lo voy a convertir en un vampiro? ¿Eso se puede hacer?

Asintió con la cabeza, dejándome todavía más confundida.

—Ahora que lo recuerdo, ya había visto un destino parecido al de ustedes, pero todo acabó muy mal —creó con sus manos una espesa niebla negra, formando con esta un castillo de tres torres en forma de serpiente que reconocí al instante—. Tu abuelo es la respuesta, no el humano ni tú, mi señora.

«¿Mi abuelo qué tiene que ver con esto? ¿Por qué él conocería las respuestas de todas estas preguntas que me tienen muy confundida?».

Dulce Prohibido[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora