S2: FINAL: Lazo eterno

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Todo ha sido tan perfecto que a veces pienso que estoy viviendo un sueño. Mi relación con Ambrose se ha fortalecido con el paso de los días, la comunicación que manejamos es indispensable. He descubierto a su lado sentimientos muy bonitos y que cada instante se hacen más grandes. Aunque suele ser callado y no hablar lo suficiente, conmigo es totalmente diferente. Siempre tiene palabras hermosas para mí, en especial cuando me hace el amor con esa pasión tan única que me hace estremecer. Me enamora su frialdad, pero cuando tiene detalles simples hace que lo ame todavía más. Él es tan tierno, aunque se niegue a aceptarlo.

¿Quién diría que ese odio se transformaría en este sentimiento tan fuerte, latente y bonito? Pensar en ese sentimiento tan malo y que me hizo enloquecer me causa gracia, pues al final Ronan está vivo y siendo muy feliz junto a Adrianne.

Pienso en mis padres y sentimientos encontrados me atacan. Los extraño, pero contactarme con ellos ahora que mi muerte ha sido pública en el mundo humano seria darles un sufrimiento doble. No puedo hacer más que cuidarlos desde las sombras y decirles lo mucho que los amo en medio de mis relatos.

El mundo de los vampiros dio un vuelco total. La muerte del rey Bacon fue comentada por unos días, pero así mismo desapareció en el instante que el padre de Ambrose nombró a Wyatt y Blake como los nuevos reyes. Nuevas reglas y cambios positivos han dado de qué hablar entre todos los clanes, los cuales se unieron en uno solo para tomar las decisiones como si nos tratáramos de uno solo.

El padre de Adrianne fue condenado por romper reglas importantes e ir en busca de humanos para alimentarse, por lo que ella ahora es la nueva líder de su clan. La enemistad entre su familia y el nuestro parece haber quedado en el pasado e incluso Ronan, con su alta experiencia siendo policía, se ha encargado de  ser el protector, lo que ha hecho que se encuentre en varias ocasiones con Ambrose.

Mi sexi demonio jamás podrá olvidar que esa "basura y mierda humana", como todavía lo sigue llamando, me haya besado frente a sus ojos. En mi cabeza eso nunca pasó, porque simplemente ese beso no fue importante en mi vida. Aunque muere de celos, al igual que Adrianne, entiende que nuestra amistad es sincera y no trasciende a nada más.

Blake está cada vez más cerca de dar a luz, lo que nos tiene muy emocionados. Esos dos monstruos, como Ambrose suele llamarlos, serán amados por todos nosotros. Ellos me hacen desear todo eso y más con mi demonio gruñón, pero por ahora me siento bien así, descubriendo nuevos sentimientos por él.

Sigo escribiendo, ahora más que lo hago para los del clan y muchos han encontrado en mis relatos una forma diferente de pasar el tiempo. Me gustaba escribir sobre misterio, muertes y todo lo que envuelve a la psiquis humana, pero he podido experimentar el romance e incluso el erotismo. Puedo hacer cientos de relatos, uno más retorcido y apasionante que el anterior, pero en todos, mi demonio sexi y gruñón siempre será mi único protagonista.

Esta no es la vida que soñé cuando era tan solo una niña, incluso cuando me gradué y me mudé de país, pero conocer todo lo que este nuevo mundo tiene para dar y mostrar ha sido una de las experiencias más maravillosas de toda mi vida. Además de que todo es mucho mejor cuando vas de la mano del amor de tu existencia.

***

—¿Estás lista?

Miré a Bea a través del espejo y sonreí con lágrimas en los ojos. Me siento feliz de unirme a Ambrose en matrimonio, pero a la vez triste porque mis padres no van a estar haciéndome compañía en este día tan importante. Mi papá no va a entregarme y mamá no va a desearme felicidad eterna. Son muchas las emociones que me gobiernan, pero al menos tengo a Ronan, quién se ha empeñado en entregarme a Ambrose.

—Estoy lista —suspiré, tomando mi vestido rojo entre mis manos—. Muy lista.

Ronan entró a la habitación y enredó nuestros brazos. Su cálida sonrisa me dio tranquilidad.

—Estás muy hermosa. Sé que ya hemos hablado de esto varias veces, pero realmente me siento en deuda contigo. Quizás pienses que estoy muy mal de la cabeza, pero de no ser por tu insistencia y terquedad no estuviéramos hoy aquí y tampoco hubiéramos conocido al amor de nuestras vidas. Te quiero mucho, Mari, y lo único que yo te deseo hoy y siempre es que seas muy feliz.

—Lo que estás es loco de atar. ¿Cómo puedes darme las gracias por poner en riesgo tu vida e inclusive morir por unos cuantos minutos? Estás chiflado, Ron —reímos—. Gracias por tus deseos. Sabes que también te quiero mucho. Eres mi mejor amigo, casi mi hermano. Seré tan feliz como tú con Adrianne.

—Lo serás, Mari —besó mi mejilla y sonrió de oreja a oreja—. Ahora bien, Srta, Aldana, vamos con tu prometido antes de que venga y quiera asesinarme por estar aquí a solas contigo.

—No te olvides de mí, Ronan —Bea se quejó y reí—. Soy silenciosa, pero mortal.

—Como el demonio con el que me voy a casar —acaricié su cabeza y siseó molesta.

***

Nerviosa y con el corazón latiendo muy deprisa, di pasos lentos y cortos en dirección al altar, donde mi sexi demonio gruñón esperaba por mí. En cuanto nuestras miradas conectaron, todo dejó de existir a mi alrededor. Vestía un traje negro ajustado, remarcando cada parte musculosa de su cuerpo que solo me hacía desear quitárselo y palpar cada trozo de su carne. Traía su hermoso cabello blanquecino suelto y bien peinado hacia atrás. La gargantilla a juego con el mío siempre me ha fascinado, le da un toque tan sexi y peculiar.

Tan pronto estuve lo suficientemente cerca, me rodeó con sus brazos y me acercó a su cuerpo en un acto posesivo. Por más que le diga que Ronan es mi amigo y que todos esos sentimientos ya no existen, él sigue sintiendo muchos celos y rabia.

—Recuerda que solo te amo a ti, demonio —dejé un corto beso en sus labios y nos acomodamos frente al Sr. Angus.

La ceremonia, al igual que la de Blake y Wyatt, inició con un gran sermón del matrimonio y el lazo sagrado que nos unirá por toda la eternidad. Luego de que terminó de hablar y prometimos respetar dicho lazo, nos pusimos nuestras alianzas y nos rodeó con una cinta roja al igual que nos hizo entrega de dos copas, cada una con la sangre que nos corresponde beber.

—Te recibo como mi esposo y mi único amor en la vida, Ambrose Bacon, al igual que prometo amarte y respetarte por el resto de eternidad —bebí su sangre y relamí mis labios una vez acabé, deseando un poco más de ese dulce tan adictivo.

—Te recibo como mi esposa y mi único amor en la vida, Mariana Aldana, al igual que prometo amarte y respetarte por el resto de eternidad —se bebió mi sangre sin apartar su mirada de la mía y me contuve para no saltarle encima.

—Como líder del clan Bacon, deseo que su unión sea eterna como la misma vida que se les ha otorgado y sean plenamente felices —realizó el símbolo de su familia sobre el lazo y esbozó una sonrisa—. Puedes besar a tu ahora esposa, Ambrose.

Con delicadeza y una sonrisa que es capaz de pintar mis días más tristes de colores, tomó mi rostro entre sus manos y me acercó a su boca, primero succionando mi labio inferior con una fuerza que por poco me hace soltar un gemido, para luego atrapar mis labios entre los suyos y besarme como jamás lo había hecho antes, sellando así nuestro lazo eterno.

***

Pronto estaré subiendo el epílogo...

Dulce Prohibido[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora