—Eres tan dulce y exquisito, ratoncito —se relamió los labios, esbozando por último una sonrisa muy bonita.
Desvié la mirada, avergonzado por todo lo que hizo el otro Wyatt, porque ese que se acercó a ella y se ofreció en bandeja de plata, claramente no era yo.
«¿Cómo demonios fue que tuve un orgasmo con una mordida? ¿Qué hay de mal conmigo? ¿Desde cuándo una mordida es tan estimulante hasta el punto de hacerme venir en cuestión de segundos? Necesito irme de aquí antes de que la locura me consuma de lleno».
No quería soltarla y, a decir verdad, ella tampoco pretendía alejarse de mí. Me miraba con un brillo descomunal y una sonrisa muy bonita mientras se acurrucaba cada vez más en mis brazos. Ahora sí puedo asegurar y dar fe de que la vampiresa es realmente preciosa. El mismo miedo que le tenía me hizo pasar por alto su gran belleza. Esos ojos rojos acentúan su piel blanca y toda su aura oscura y tenebrosa la hacen una criatura magnífica y exótica ante mis ojos. Sus labios, un poco manchados de mi sangre, por alguna extraña y loca razón se me hacen demasiado provocadores. El rojo en su blanca piel es más que perfección.
«¿Por qué siento grandes deseos de robar sus labios, probar su sabor y confirmar si saben a cereza?».
—Es mejor que se vaya, mi señora —Lirio rompió la burbuja que se había formado a nuestro alrededor y ella gruñó.
Si no hubiera sido por la intervención de esa bruja mala, me hubiese perdido lo que restan de horas del día o la noche en esa mirada tan profunda y magnética y en esos labios que me invitan a degustarlos.
«Sí, definitivamente tengo que irme antes de que mi cordura se siga perdiendo en este lugar».
—Eres muy inoportuna, Lirio.
—Solo estoy para que no pierda la razón —la bruja me miró de reojo—. Es humano.
—¿Y qué con eso? —la vampiresa se separó de a poco de mis brazos, como si realmente no quisiera hacerlo—. Es bastante inofensivo.
—Es mejor no hablar frente a él.
—Igual le vas a borrar sus recuerdos, ¿no? —inquirió, haciendo una mueca extraña y fruncí el ceño—. ¿Estás trabajando en tu pócima secreta o solo buscas molestarme? Mira que tengo un límite y tú estás a poco de pasarlo, Lirio.
La bruja bajó la cabeza y presionó los labios con fuerza.
—Fueron las órdenes de su padre, mi señora. Aunque sea la próxima líder todavía le debo mi lealtad a Mi Lord —explicó.
—Ve a seguir trabajando en tu pócima.
—No puedo dejarla sola con él.
—Tú misma te diste cuenta que no lo mordí yo. Sé controlar mis impulsos y lo que sucedió hace unos días no va a volver a pasar. Fue él el que se acercó a mí.
—Pero no debería ser así y lo sabe. Ustedes son de diferentes mundos. Él va a volver al mundo humano y puede que usted empiece a...
—Haz silencio y vete, Lirio —su voz salió tan aterradora y fría que la bruja se sobresaltó y mis piernas temblaron.
¿Cómo que borrar mis recuerdos? ¿De qué pócima habla la vampiresa? No entiendo nada de lo que está pasando, pero por la expresión tan fría y aterradora de la vampiresa, supongo que nada bueno. Quisiera entender un poco más a los seres de otro mundo.
—Cuídalo, Baco.
—Cuenta con ello, Blake.
Antes de que pudiera decir algo, la vampiresa me dedicó una linda sonrisa antes de desaparecer frente a mis ojos. Si no estuviera viéndolo con mis propios ojos, no creería que existen seres sobrenaturales. Todavía me sigue sorprendiendo que ella sea un vampiro, que exista una víbora enorme que habla y una bruja que goza de hacer sufrir a los demás.
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Dulce Prohibido[✓]
FantasyLuego de que el único asistente que ha tenido por más de dos siglos renunciara, este mismo se ve obligado a buscar uno nuevo para sustituir su lugar por un tiempo indeterminado, pero nadie contaba con que un simple humano se postulara a la oferta de...