S2: Vivo

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MARIANA

Desde que desperté no he dejado de preguntarme dónde está ese maldito demonio y por qué me dejó a cargo de su madre y de Vanda. Hasta último minuto quise creer que todo lo que me había hablado Wyatt y Vanda era mentira, pero verme convertida en uno de ellos, fue un duro golpe de realidad. Me maldije por haberme dejado de llevar por la calentura, pero curiosamente una parte de mí jamás podría arrepentirse, porque una parte de mí deseaba entregarse a él y se regocija en el hecho de recordar sus labios y sus manos por toda mi piel.

Tratar de entender cómo funciona mi cuerpo ahora se ha vuelto mi mayor distracción en estos últimos días, donde si me mantengo con la mente serena, siento que voy a enloquecer. No sé por qué me siento tan inquieta y nostálgica.

Mi cuerpo ya no necesita de comida para funcionar, tampoco necesita de un descanso prologando o dormir. Si me realizo cortes, sanan con rapidez, algo que me sigue pareciendo sorprendente y alucinante. Puedo percibir muchos olores en el aire, algunos desagradables y otros más gratos, pero ninguno me llena como el de ese demonio. Me siento en un cuento surrealista, como en un libro de ficción.

La sangre ahora es toda mi fuente de energía. Aunque al principio me sentía asqueada y me negaba a probarla, la misma necesidad de ella, me llevó a beberla con ahínco. Y con la ayuda de Trinidad, la madre de Ambrose, y de Vanda, he podido controlar mis deseos y me han enseñado mucho más sobre este mundo nuevo. Es un camino largo, pero con su ayuda, sé que podré controlar no solo mi hambre, sino también mis habilidades. Cazar es divertido, aunque la parte humana que todavía queda en mí sufre por aquellos animalitos. Más que sorprendida, esto me tiene muy cautivada. Podría escribir un libro sobre ellos, pero tendría que pedirles su autorización.

Dejé de luchar con mi mente, pues por más que le diga que no debe pensar en ese demonio, él sigue ahí, acabando poco a poco con mi paz. Según por lo que me ha contado Trinidad, fueron a rescatar a su hija Blake, pero no tiene idea de cuánto podrían tardar en volver a casa.

Admitir que lo extraño es una locura, pero entre más lo pienso, más una parte de mí lo necesita. Realmente comprendo que deba ir con su hermana y salvarla, pero ¿cómo pudo dejarme cuando más lo necesitaba y lo necesito? ¿Cómo pudo irse sabiendo de mi transformación? Detesto este sentimiento que se alberga en mi pecho cada vez que recuerdo su imponente mirada.

Trinidad me facilitó un computador, el cual ha sido mi salvación y he podido liberar mi estrés realizando varios artículos e historias cortas sobre mi familia y Ronan. No puedo comunicarme con mis padres y no sé si algún día podré hacerlo, pero de alguna manera me gustaría llegar a ellos, por lo menos saber que se encuentran bien y no están sufriendo por mí.

Pensé que Ronan era el amor de mi vida, pero no fue hasta que Ambrose se alejó que sentí el verdadero vacío y necesidad de retenerlo a mi lado. Su muerte todavía me duele, pero ya no puedo odiar a ese demonio, porque fui yo la culpable de que lo asesinara. No puedo devolver el tiempo y salvarlo de este final, pero sí honrarlo y recordarlo.

Es la primera vez que voy a salir de la mansión. Aunque hay mucho que todavía no he recorrido y una infinidad de libros por leer, al fin podré sentir el aire y conocer este mundo. Trinidad y Vanda me harán compañía, lo que me tiene un poco ansiosa. Y si descubren que fui humana, ¿qué se supone que haga o se lo tomen los demás vampiros?

—No tienes que sentirte nerviosa. Nadie sabe que tú estás aquí ni que eras humana.

Trinidad trató de darme tranquilidad, pero no podía dejar de sentir ansiedad. Además, desde hace unos días, he sentido que algo malo va a suceder. Ese mal presentimiento hace que mi pecho duela y que mi corazón se sienta vacío.

—Aun no me acostumbro a esta nueva vida.

—Sé que no será fácil, pero eres muy fuerte. Lo vas a lograr, así como lo logró Wyatt. Además de que nosotras te vamos a guiar en todo. No tienes que temer, Mariana. Nosotros ahora somos tu familia.

Mi familia, ¿eh? Es extraño, pero su seguridad me genera tranquilidad.

Con una sonrisa amable, salimos de la enorme mansión. Mientras caminábamos por las calles empedradas y veía con sorpresa los vampiros y las casas, me comentaba cual sería mi trabajo en el clan una vez me casara con Ambrose. No la saqué de su error, pero me pareció divertido que asumiera tal barbaridad. Convertirme en vampiro es algo deschavetado, pero casarme con ese demonio es una total locura.

La noche estaba fresca y parecía que estuviéramos a medio día, donde las personas van y vienen. Todo aquí es como en el mundo que crecí, pero con la diferencia de que no dormimos durante la noche. Aunque se puede salir de día gracias a los collares de protección que hacen las brujas, la noche es más activa.

—¿Quieres un coctel?

—¿Hay de eso aquí? Admito que no soy de beber, pero una copa no caería nada mal.

—Vamos, te llevaré al bar donde Angus suele invitarme desde que empezamos nuestra vida juntos.

Entramos a una especie de bar, había algo de música ligera y muchos vampiros se encontraban hablando entre sí mientras bebían de una copa con sangre y el inconfundible alcohol. Extraño, pero me sentía curiosa de probar aquel sabor tan estrambótico.

Nos sentamos en una mesa las tres y conversamos mientras nos traían nuestros cocteles. El sabor fue nuevo en mi paladar, pero debía admitir que era una mezcla muy deliciosa de sabores.

—Mi señora, Vanda —Lirio, la bruja que he visto un par de veces por la mansión, se acercó a nuestra mesa—. Srta. Mariana.

—Solo Mariana, Lirio, pero vas por buen camino. Al menos ya no me dices señora —reí.

—Le debo respeto, Srta. Mariana...

—¿Mariana? —me tensé al reconocer esa voz—. Sí, mari, eres tú.

Todo a mi alrededor dio vueltas en cuanto tuve al dueño de aquella voz frente a mis ojos. Su sonrisa era grande y parecía sorprendido de verme.

—¿R-Ronan? —mi voz salió temblorosa y mis lágrimas se arremolinaron al borde de mis ojos—. ¿Cómo es posible que estés vivo? ¿Qué clase de broma es esta? Tú estás muerto... 

Dulce Prohibido[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora