S2: Búsqueda

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Wyatt

Escuché ansioso las instrucciones que el Sr. Angus y Ambrose estaban dándole a todos los vampiros que iban a ir con nosotros a rescatar a Blake, deseando ir por delante de todos ellos para ser el primero en llegar con ella.

Desde que alejaron a mi preciosa vampiresa de mí no he tenido paz alguna. Nunca me había sentido tan miserable y vacío en mi vida. Ella es mi todo, la necesito para seguir viviendo y respirando.

Puedo sentir lo mucho que está sufriendo y me necesita. El dolor en mi pecho se ha vuelto punzante y desesperante, no hay momento del día que no sienta morir. La necesito entre mis brazos y arrasando todo de mí.

Baco ha estado muy deprimido y sisea todo el tiempo. Se le ve triste, aparte de que ha empezado a enfermar. Aunque yo tengo conexión con él, no se compara ni un poco con la que tiene con Blake. Lo he visto sangrar de la nada, hecho que me altera y me recuerda que mi preciosa vampiresa está en malas manos.

Ambrose será quien guíe al primer grupo y el Sr. Angus se hará cargo del otro, donde yo iré con él. Ambas partes vamos a recorrer los puntos que se han señalizado con anterioridad, dejando por último esa isla que mencionó hace un tiempo. No tengo ni la menor idea de cómo serán los terrenos y el viaje, pero eso no me importa, porque lo primordial es encontrarla.

Ambrose se veía rebosante de energía, algo inusual en él y que llamó al atención de todos. Siempre ha sido retraído y silencioso, pero mordaz cuando lo requiere. Supongo que esa felicidad tiene nombre y apellido, pero ¿podría sobrevivir Mariana todo este tiempo que vamos a tardar sin él ahora que la ha convertido?

Me acerqué a él mientras Lirio se encargaba de darle los suministros de sangre y las protecciones a los demás vampiros antes de irnos. Se veía muy feliz, pero en su mirada también había preocupación.

—¿No deberías quedarte con ella? Mariana te necesita ahora que se ha convertido. Cuando despierte estará muy asustada y no sabrá qué hacer.

—Me gustaría quedarme con ella, pero no puedo dejar de lado mi deber. Bea la cuidará al igual que Vanda. Además, mamá se hará cargo de ella.

—Aunque aún tengo mucho que aprender, yo iré y no voy a permitir que nada más le suceda. No quiero que tú y Mariana pasen por lo mismo, porque estar lejos el uno del otro se siente morir poco a poco en vida.

—Entiendo lo que dices, Wyatt, pero Blake es mi hermana, aparte de ser un integrante del clan. Mi deber es velar por la seguridad de cada vampiro, algo que Mariana debe comprender. Mientras yo esté a la cabeza, tendré que salir a protegerlos a todos —se colgó la mochila a su espalda y me miró con fijeza—. No bajes la guardia, porque recuerda que es a ti a quien ellos quieren. Y si te llega a pasar algo, Blake me matará por no seguir sus instrucciones y llevarte muy lejos de aquí.

—Tendré cuidado...

—¿Estás listo, humano? —el Sr. Angus dejó una palmadita en mi espalda—. ¿O ya te diste cuenta que esto no es para ti?

—Estoy más que listo para ir por mi mujer y hacerla mi esposa por el resto de la eternidad, suegrito.

Y es lo que más deseo, encontrarla y traerla conmigo para hacerla mía hasta más no poder. Esa vampiresa me enamoró de una manera muy sucia, como para que ahora se libre de mí y todo lo que tengo que ofrecerle... todavía nos falta casarnos y tener muchos hijos que sean igual de hermosos e imponentes que ella.

***

Desde un principio sabía que no la tendríamos fácil, que no la encontraríamos en el primer calabozo que se topara en nuestro camino, pero luego de días sin descanso alguno, la ansiedad y la desesperación amenaza con hacerme perder la cordura. Y todavía más frustrante que debamos aguardar en el día y avanzar solo de noche, puesto que   no llevamos nuestras protecciones.

Perdemos tiempo valioso al detenernos, pero no podemos arriesgarnos a la luz del día o a que la humanidad nos vea, después de todo, los tres reinos se mezclan con la humanidad.

En estos cinco días hemos recorrido toda la zona montañosa y boscosa que nos designó Ambrose. Hasta el momento todo ha marchado bien y no nos hemos encontrado con vampiros de otros clanes, lo que es muy extraño.

El Sr. Angus se ha mantenido en un silencio poco usual. Lo he notado más pensativo, lo que me preocupa y me mantiene en alerta. Es su padre con el que nos vamos a enfrentar, así que es normal que se sienta abatido y contrariado.

***
Blake

—Te tengo una noticia, aunque no sé si sea buena o mala —Bacon agarró mi cabello con fuerza y levantó mi cabeza—. ¿Adivina quién viene a buscar a su preciada hija? Debo admitirlo, jamás pensé que Angus se atrevería a llevarme la contraria, menos que me declarara la guerra al imponerse —una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios—. Creo que se le olvidó que soy el único con el poder de terminar con la vida eterna de todos los vampiros.

No tenía ni un poco de fuerzas en el cuerpo, porque ya perdí la cuenta de los días que he estado sin beber ni una sola gota de sangre. Pero el brillo de su espada, esa que le arrebató la vida a mi abuela hace siglos atrás, me paralizó por completo.

El odio que siente Bacon es tan fuerte y grande, que no le importa nada más que deshacerse de todo aquel que no sea "puro" y "real".

No sé cómo voy a salir de esta situación, pero no puedo permitir que Bacon me mate, menos que le arranque la vida al pequeño ser que ha empezado a crecer en mí y me ha dado la fuerza suficiente para reservar energías y escapar. Mi hija merece conocer a su padre y ese simple humano debe saber una vez más lo mucho que lo amo y lo deseo.

Dulce Prohibido[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora