XIII

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—Así que quieres desposar a tu primo.

—No, él quiere desposarme a mí.

—¿Y por qué aceptar?

—Cuando mi hermana se siente en el trono de hierro, ¿enserio crees que los Hightower lo consentirán?

—Entonces planeas ganarte un favor que ya tienes para apoyar a tu hermana.

—Como futura Mano, no puedo dejar desamparada a la reina y sé que al menos un levantamiento sí habrá.

—Para ser tan impulsiva, lo has pensado bien.

—Abuela, júzgame ya, ¿estoy haciendo bien?

—Dado el número de ayer, dudo que sea lo mejor.

—¿Tío Tywin?

—Sabes que nuestro apoyo ya lo tienes.

—Jason no perdonará la afrenta de la princesa, aunque no lo haya alardeado ya, su orgullo fue herido y todos sabemos cómo se comporta un hombre cuando sucede.

—Cualquier intento de berrinche fue socavado cuando sus hermanos, su primo y tú marcharon detrás de la princesa.

—¿No son excesivas mis cláusulas?

—Si por mí fuera, él debe renunciar a su título en favor de su hermano Kevan.

—Hazlo posible y daremos por concluida la discusión, cuando suceda, yo seré la prometida de mi primo Jason.

La princesa fue reverenciada por su abuela y su tío abuelo, ellos anduvieron un poco más, ya que debían discutir entre ellos los pormenores del enlace, lo que acarreaba aquella decisión. Ambas partes sabían que Jason solo lo hacía como venganza por el altercado el día anterior, incluso si se ponían a sobre analizar, podría sacar de la ecuación a Alyssa para acercarse más al trono de hierro, ya que Rhaenyra lo podría tomar como marido si moría, igual que cualquier mujer de la época, en labor de parto. Lacenl llamó a su prima y esta solo asintió con la cabeza, así que mejor ya no insistió.

—¿Podemos hablar?

—¿Tengo opción?

—Por supuesto.

—¿Quién eres y qué le hiciste a Jason Lannister?

—No creo que sea...

—Tranquilo, Lancel, solo no te alejes demasiado— puso una mano en su pecho.

—Chifla y vendrá Quenya— ella sonrió por el ingenio del comentario porque el primo en común se puso pálido.

—¿Qué pasa?

—Es sobre nuestro enlace.

—Lo sé.

—Las clausulas son excesivas.

—Baja la voz.

—¿Acaso piensas que renunciaré a mi señorío por alguien de tu clase?

—Mi clase es la más alta de todas, supongo que lo vale.

—La abuela me va a destituir por capricho tuyo.

—Yo no soy quien se enfrentó al rey con tal de contraer matrimonio con alguna de las princesas.

—Esto es inaudito.

—Cancela el compromiso.

—¡Kevan no tiene madera de líder!

—¿Y tú sí?

—Llevé a Roca Casterly a la prosperidad.

—Lo hicieron nuestros abuelos, tú solo lo conservas, no lo has mejorado.

—Los Lannister no se van a doblegar ante ti.

—También soy una Lannister, las cartas están sobre la mesa, si no te parece, puedes volver por donde llegaste.

Jason la vio con el rostro duro del coraje, parecía que se desharía a pedazos y Alyssa ni se inmutaba ante la mirada de su primo, ya sabía cómo lidiar con él, después de tantos años, no la doblegaría tan fácil. Así que Jason gruñó mientras la apretaba del cuello con ambas manos, Alyssa jadeó ante la agresión, pero no intentó quitarlo porque no la apretaba con fuerza; antes de que objetara, él estampó sus labios con los de la princesa, ella lo tomó de las muñecas para tratar de suavizar el agarre. Su primo sucumbió y ella pudo colgarse de su cuello. Lancel no podía creer que ella hubiera cedido tan pronto, luego vio que lo quitó antes de aproximarse a sí, apenas cruzaron miradas antes de que siguieran su camino.

***

—Alyssa, no deberías estar aquí.

—Necesitamos mandar ayuda a Daemon.

—¿Te comunicas con él?

—Es la primera misiva en años— confesó con tristeza, recordando que fue ella quien le dio la espalda; no pasó desapercibido por el rey.

***

—Dese prisa a Dwarfstone, sir Addam— habló el rey en el consejo, Alyssa saludó a su hermana con un movimiento de cabeza—, usted mismo entregue esto al príncipe Daemon.

—De inmediato, majestad.

—La ayuda va en camino a los Peldaños de Piedra.

—Creí que mi hermana iría.

—Después me vas a extrañar demasiado.

—¿Pidió ayuda?

—Preferiría morir, pero su rey no va a permitirlo. ¿Crees que mi decisión no fue correcta?

—No importa lo que yo crea, como constantemente se me recuerda.

—Daemon ya es una espina en mi costado, ¿insistes en seguir su ejemplo?

—Viserys, por favor.

—¿Todo debe ser una batalla con ustedes dos?

—Si te refieres a tu intento de casarme con Roca Caterly...

—Ese tema ya está zanjado— dijeron ambos y sorprendió a la más joven.

—¿Por qué cada esfuerzo por ti debe ser rechazado? ¿Por qué no aprendes de Alyssa?

—¡Porque piensas reemplazarme!

—Eso no es verdad.

—¡No por ti! Con el hijo de Alicent Hightower, el niño que siempre quisiste— Alyssa intentó tocarla y su hermana la quitó con brusquedad—. Ya lo tienes en tus manos, ya no te sirvo de nada; ahora debes venderme por lo que puedas: una fortaleza en la montaña o una flota de barcos.

—Me juzgas equivocadamente, Rhaenyra.

—Todos lo saben, Jason Lannister lo sabe.

—Lord Lannister se casará conmigo.

—Aun así, los lores del reino se juntan como buitres a un cadáver.

—Es cierto que, como regentes debemos casarnos por ventaja, para forjar alianzas y asegurar fortaleza; siempre he entendido eso. Yo mismo fui prometido con Alys Lannister y luego con tu madre...

—Vale tenía un ejército como el del norte, he oído esa historia desde que tengo orejas.

—Yo la amaba— tomó un momento para serenarse, a Alyssa no le importó que ni hiciera mención de su madre, porque todos sabían la razón—. No busco reemplazarte. Has estado muy sola estos últimos años, sola y enojada.

—Esa no es la forma—espetó Alyssa al ponerse de pie—. Se siente desplazada, ignorada, tú no viste lo que nosotras cuando bajamos del carruaje, ¡todos clamaban a Aegon, el segundo de su nombre y llamado a conquistar como su homónimo! Y lo peor de todo fue que no los detuviste, te gusta que los Hightower te endulcen el oído. ¿Porqué carajo no te casaste con Laena Velaryon?

Hija del trono de hierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora