Hija del trono de hierro

I

Nacido en el 77 d. C. en Desembarco del Rey, hijo mayor del príncipe Baelon y su hermana esposa, la princesa Alyssa. Se convirtió en un joven regordete y agradable, generoso y con ganas de agradar, comenzaba a salirle un tupido bigote dorado y plateado, al igual que su cabello característico de su familia, digno de un Targaryen. No había mucha prisa en casarlo porque su padre aun ni era jurado, así que la imposición de matrimonio, no era prioridad, sin embargo, la Mano del Rey lavaba el cerebro a Jaehaerys, el rey.

Viserys no quería tomar esposa, pues el amor de su vida, la mujer de la que se enamoró, aun no estaba entrada en edad, así que llevaron al príncipe a buscar entre las candidatas de los Siete Reinos a la mejor para él, así que él se decantó por Alys Lannister, algo un poco arriesgado, ya que casi no había alianzas entre ambas casas, sino es que eran nulas. Se celebraron banquetes y cacerías por los nuevos esposos.

Alys Lannister era muy atractiva, largo cabello rubio y ojos esmeraldas, pronto se convirtió en la princesa de una noche, porque era la viva imagen de cualquier Lannister que se respete, pero no gozaba de buena salud y, como cualquier mujer de su época, muere durante el parto, pero el fruto de esa unión sí se logró. Había un huevo de dragón para esa niña, porque, aunque tenía algunos cabellos dorados, sus ojos eran morados como los de los Targaryen.

Nació en el Nido de Águilas, tenía once años cuando el príncipe de veinte años se casó con Alys, cumplió doce cuando la princesa consorte murió. Se dio tiempo de luto cuando Viserys se casó con ella, con Aemma Arryn, prima del príncipe. De la luna de miel, la princesa quedó embarazada de un bebé que murió poco después de nacer, la princesa no se vino abajo, porque acogió a su hijastra como si fuera propia, porque la niña no conocía más madre que Aemma.

Y pronto, en el 97 llegaba al mundo Rhaenyra Targaryen, el primer bebé que se lograba del matrimonio de sus padres. Aunque era muy pequeña, apenas con consciencia, acompañó a su madre a escoger el huevo de donde nacería el dragón del que su hermana sería jinete. Durmió con ella la primera noche que vivió ese bebé y su madre le dijo que esa fue la protección más hermosa que podía darle y se justificó en los años posteriores, porque los bebés no se lograban, solo aquel que Alyssa Targaryen había abrazado en sus primeras horas.