XV

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—Terminaron el viaje tres meses antes.

—La princesa...

—Debía regresar con un compromiso, eras la embajadora por ello.

—Bien, ni un hola, entendido. Si quieres que sosiegue a mi hermana, quiero que quites a Otto Hightower como tu mano.

—No.

—Te lo he dicho siempre, él solo busca su propio beneficio, por eso puso a su hija en tu cama y tú a dos hijos en su vientre, por el contrario de Aemma y Alys, sanos.

—No has contraído nupcias, no conseguiste un acuerdo favorable para Rhaenyra y me exiges como si fuera tu igual cuando sabes perfectamente que soy tu rey.

—Te hablo como hija y no como heredera— se levantó de su asiento—, haz como te venga en gana.

—Entonces cásate hoy mismo con Lord Lannister.

—¿Y si me opongo?

—Volverás a Roca Casterly como una repudiada.

Y así ocurrió, los responsoriales fueron precedidos por un septo, sin ceremonia, sin familia más que su fiel Guardia, su abuela Joanna y su tío abuelo Tywin Lannister. Su abuela se veía decepcionada de la premura con que el rey quería la unión de ambos enlaces, que la Matriarca Lannister entregó la dote a la dama de la princesa y no al rey, que la atiborró de joyas y vestidos sabiendo lo que venía a continuación y no estaba lista. Alicent la ayudó a vestirse para la ocasión, rememorando su acuerdo de paz.

Pronto la princesa llegó a la ceremonia como toda una Lannister que se convertiría en señora de Roca Casterly en cuestión de minutos. El rey ni siquiera estuvo ahí y Alyssa solo comprobó que ese era el nivel de amor que el rey le tenía a su hija mayor. Tyland llegó tarde a la ceremonia, eso le dio un poco de paz a la muchacha, saber que su familia la apoyaba. Apenas y prestó atención, cuando menos lo pensó, Jason intentó besarla de forma delicada, sabiendo que eso no era posible.

—Nuestra habitación está por aquí.

—En realidad, quisiera esperar a mañana.

—Nuestra boda fue hoy y, por tanto, lo consumaremos hoy.

—Jason, por favor.

Pero su ahora esposo no escuchaba de razones, la arrastró con fuerza hacia el final del pasillo. Ni Lancel ni Mía podían seguirlos hacia allá, le lanzó una mirada a Tyland y su abuela antes de dejarse arrastrar. Jason la empujó dentro de la habitación antes de cerrar de un portazo. Alyssa se quitó los zapatos y las pieles propias de los Lannister, Jason la puso de espaldas a sí y rasgó su vestido de un tirón. Alyssa comenzó a llorar sabiendo que sería lastimada.

Entró en ella sin el más mínimo miramiento, jadeó con fuerza y se apoyó en el borde de la cama mientras escuchaba sus pieles golpear y sentía las lágrimas bajar por sus mejillas. Trataba de no gritar ni hacer ruido, ya era muy tarde y seguro los reyes y príncipes ya estaban dormidos. No quería alertar a su abuela ni tío, aun podía dejar bien parado el nombre de su familia, su orgullo... pero no fue así, la dobló completamente sobre la cama y volvió a entrar en ella con tanta fuera que la hizo gritar de dolor, que la lastimó y se aferró a las sábanas en un intento de acallar el dolor.

Jason la lastimó por enfrente, por atrás y la trató como una vil ramera de las que hay en una casa de placer y eso solo hizo molestar a Alyssa, cuando la llamó mi leona, al fin una perra de su propiedad. La princesa le dio un cabezazo, lo empujó para obligarlo a salir, su esposo la cacheteó un par de veces y, aunque la hizo sangrar, eso no la detuvo, pues sacó una daga de debajo de su cama para apuñalarlo en la pierna, él se inclinó en la pierna mientras gritaba y la volvía a abofetear, así que ella lo volvió a apuñalar en el estómago.

Hija del trono de hierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora