Hermione Grindelwald - Tears of Magic Blood

Capítulo 01: Privet Drive No. 4

El sonido de sus tacones resonó sutilmente ante el enorme silencio de la avenida.

Privet Drive era un lugarcito pintoresco. Era una zona alejada del bullicio de Londres, ubicada en Little Whinging, Surrey, las casas eran todas exactamente iguales: espacios para un solo auto, un pequeño sendero bordeado por el estacionamiento y un pequeño jardín frente a la ventana que daba a la sala de estar de la casa, de dos pisos y una segunda ventana en el frente del segundo piso, una chimenea y un patio trasero del tamaño del frontal donde casi siempre se encontraban con una mesita y un par de sillas, donde la gente tomaba el sol o tomaban el té al aire libre.

Un típico barrio muggle. Sin magia.

Era el escondite perfecto.

Sus tacones suaves, de unas zapatillas negras ligeramente desgastadas, caminaban con tranquilidad por la acera, girando justamente en la esquina donde se encontraba el letrero que ponía "Privet Drive". Su falda larga, que le llegaba hasta por las pantorrillas, ondeaba suavemente no solo con su caminar, sino por la fresca brisa del verano, llevaba un suéter de color pastel que contrastaba con su cabello negro. La mujer llevaba una bolsa de cuero muy pequeña, del ancho de su pecho, colgando de su codo derecho, mientras que caminaba sosteniendo un periódico enrollado por debajo de su brazo izquierdo.

― ¿Disculpe, señora? – preguntó un hombre, cerca de la esquina que ella había cruzado.

La mujer se detuvo de pronto, y se giró para ver al hombre. Era alto, de cabello rubio y bastante fornido, su rostro parecía estar magullado por múltiples golpes a lo largo de su vida, como si hubiera sido un jugador de futbol americano.

― ¿Ha visto a este muchacho? Se escapó del... reformatorio. – dijo un segundo hombre que no había llegado a ver, era de cabello castaño oscuro, de una barba de la tarde bastante notoria, con una pequeña cicatriz de quemadura en el rostro. Parecía que le costaba decir la palabra Reformatorio, como si le fuera una palabra extraña.

La foto del muchacho en cuestión era un joven de cabello negro, o por lo menos el dibujo de este demostraba que tenía un cabello negro y muy tupido. Tenía anteojos redondos como de botella y unos ojos un poco grandes y una barbilla un poco redonda. Además de todo, tenía una fea cicatriz en la frente, parecía como si algo le hubiera rasgado la cara. La mujer se le quedó viendo, se acercó al dibujo que el tipo fornido rubio le estaba mostrando, y se frotó los ojos.

― No, no lo he visto. ¿Es un loquito que se escapó del manicomio o qué? – dijo con una voz ligeramente chillona y brusca.

― Si, algo así. Pero no queremos causar un escándalo. – dijo el otro hombre de cabello castaño oscuro, pero por la forma en que la vio, parecía enojado cuando le hablaba.

― Bueno, alertaré a mi esposo. Vernon alertará a los vecinos, ¿tienen algún número para informarles por si vemos algo? – el tono de la mujer parecía irritable, y esos dos hombres se estaban irritando con ese tono de voz.

― Ah... no, pero búsquenos por aquí, a la vuelta de la esquina. – dijo el bruto de cabello rubio, señalando la zona con su dedo.

― Bien. Ahora, si me disculpan, tengo que preparar la cena. – dijo la mujer de cabello negro, sin darle mayor importancia y dándoles la espalda a los dos hombres.

La mujer continuó caminando por la acera, la casa #28 estaba justo en la esquina, seguida por la #27. Podía escuchar a los dos hombres mascullando por lo bajo, pero el vecindario estaba tan silencioso que ella fue capaz de escuchar términos. La palabra "Potter" y ese extraño término "muggles" fue lo que más sacó de la conversación.