Capítulo 30: Las dudas de Malfoy

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Un grito de ira absoluta inundó la noche, y un relámpago surgió del cielo.

De un intenso y mortal verde esmeralda, Voldemort había alzado la varita al cielo y había hecho surgir una tempestad que se lanzó sobre el domo que protegía al colegio. Los relámpagos que golpearon el encantamiento escudo del castillo lo hicieron temblar con violencia, y como si una inmensa roca golpeara el mar, la magia del escudo se elevó como espuma marina hacia el cielo, y el domo se resquebrajó, se empezó a desmoronar y a caer como cristal roto, mientras el relámpago esmeralda golpeaba con una furia implacable.

Sus mortífagos retrocedieron del terror, pues aquel grito fue casi inhumano, y tanto Delphini como Bellatrix estaban extasiadas ante el despliegue de magia que el señor tenebroso había demostrado, al conjurar aquella tormenta que devastó el escudo, que poco a poco caía, ardiendo como hojas de papel ante el fuego.

Erika contempló, desde las altas ventanas del pasillo del Quinto piso, como el domo pasaba de un azul cristalino brillante, a transformarse en un rojo y naranja intenso, como si los cielos se hubieran incendiado ante el estridente golpe del señor oscuro, y miró hacia atrás, donde Nashira, Hydri, Pictoris, Lynxi y Pyxis estaban contemplando lo mismo desde el otro lado del pasillo.

Pansy y Eileen estaban viendo, desde el patio de transformaciones, justo en el lugar donde había caído el cuerpo de Dumbledore hace casi un año, como el domo se convertía en una lluvia de fuego que caía como las cenizas, mientras veían a un chico de séptimo año de Ravenclaw retroceder del miedo.

Harry y Ginny contemplaban todo desde el pasillo de la torre de Gryffindor, tomados de la mano, acariciando uno el anillo de bodas del otro, aferrándose a ellos, antes de que el estruendo de la batalla comenzara finalmente.

El Señor tenebroso finalmente bajó su varita, y con un quejido apenas audible, retrajo su brazo, contemplando la varita que, ante su asombro personal, humeaba como si se quemara por dentro. Podía ver pequeñas señales de humo brotar de su punta y de los racimos de saúco que había a lo largo de su cuerpo, y podía distinguir, no solo con la vista, sino también entre sus dedos, como la varita había adquirido rasgaduras que se habían abierto ligeramente más, incluso, entre el estruendo de su propia magia, y el domo cayendo, pudo escuchar a la varita resquebrajarse entre sus dedos. El hombre jadeó, mientras contemplaba su obra, y Hermione, sabiendo que el escudo había caído, continuó corriendo por la gran escalera.

Scabior alzó su varita, y contemplando como, si de una vieja tela quemándose se tratara, un trozo del domo le cayó a la punta de su varita, envolviéndola suavemente y desapareciendo en cenizas como si nada. Neville, quien continuaba en el borde del puente, contemplando a los carroñeros, vio con temor como el hombre extendía su pie derecho hacia adelante, con gran lentitud, y pisando las ramas rotas y el césped seco bajo sus botas oscuras, el líder de los carroñeros le sonreía a Neville, apuntándole con su mano izquierda, como si le dijera que ahora era su turno de dar un paso al frente.

Apenas dio un paso en falso, Scabior soltó un grito de guerra, y todos los carroñeros y hombres lobos que lo seguían gritaron a la par. Neville tropezó mientras corría, pero no cayó, y mientras escapaba por el largo puente de madera, las tropas de los carroñeros corrieron por el mismo corredor, pasando por encima de los restos del circulo de piedra y entrando por el estrecho puente de madera.

Neville agitó su varita por encima del hombro, y un destello de luz golpeó una pequeña roca que echó chispas en cuanto el hechizo del joven Gryffindor conectó. Rápidamente, las chispas descendieron a los soportes del puente, y en rápida sucesión, las pequeñas formaciones blancas de cristales que habían colocado todos, alrededor de los soportes, brillaron intensamente antes de estallar sonoramente. El polvo y las astillas de la madera volaron por los aires mientras los soportes se desmoronaban.

Hermione Grindelwald - Tears of Magic BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora