Capítulo 50: La más maravillosa de las sorpresas

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... Estás bromeando, ¿no? – preguntó Hermione, sin aliento.

Hermione se encontraba frente a una preciosa casa, en lo profundo de las altas tierras de Escocia, y a las faldas de una cordillera repleta de vegetación, rodeada por un bosque pequeño y humilde, cercada por una pequeña muralla de piedra, donde solo un pequeño camino de rocas grises conducía hacia el interior de la propiedad. La casa era grande, de al menos dos pisos de alto, con los tejados inclinados en forma de triangulo, y pináculos que sobresalían con emblemas de la casa Slytherin y Gryffindor, las ventanas estaban iluminadas por una cálida luz que emanaba desde el interior del hogar, y los muros de las esquinas de la casa estaban cubiertos por hiedra, enredaderas y pequeños matorrales, raíces de las que florecían preciosas rosas y lirios que adornaban los bordes del hogar de los Potter. Y la entrada principal, se encontraba cubierta por un tejado triangular, con dos polares sosteniéndolo, con la forma tallada en el mármol de un león y una serpiente enroscada alrededor del felino, descansando la cabeza de la serpiente sobre la melena del león.

Pero no era lo que Hermione estaba viendo.

La casa era algo minúsculo, comparado con la mujer que se encontraba al pie de la puerta. Llevaba un largo vestido holgado de color esmeralda oscuro, su cabello pelirrojo anaranjado caía sobre sus hombros como una lisa cascada, sus ojos marrones y su cálida sonrisa la recibían con cariño y nostalgia, Y las manos alrededor de su vientre, de una forma que Hermione pudiera notar... el pequeño bulto que había crecido en el antes plano vientre de Ginny.

Hermione, con los ojos muy abiertos, y un pequeño tic en su labio, se giró a Harry, quien se frotaba la cabeza ligeramente, con un poco de pena.

¿Estás de broma? – preguntó Hermione, su voz se estaba volviendo quebradiza, y sus labios tartamudeaban entre la sonrisa y el asombro.

No, no creo que ella me mintiera sobre eso. – dijo Harry, con una sonrisa de bobo en el rostro.

El rostro de Harry cambió de expresión en rápida sucesión, de una boba sonrisa a una cara de espanto horrible cuando la cabellera rubia platinada de Hermione se movió rápidamente hacia él, y luego, con una agilidad asombrosa, su sonrisa surgió tan radiante como el cabello de su amiga cuando esta se abalanzó sobre él, y lo abrazó inmensamente, riéndose y gritando de alegría, mientras el joven de cabello oscuro azabache la levantaba en el aire y la hacía girar, riéndose ante la actitud tan jovial de su amiga de la infancia.

¡HARRY! – gritó Hermione, en un chillido de alegría mientras rodeaba sus brazos alrededor del cuello del hombre. Su barba oscura le raspaba ligeramente la mejilla. – ¡No puedo creerlo! ¡Es maravilloso!

Ginny, desde la entrada, se llevó la mano a la boca, ocultando su sonrisa, pero no su risa, sobre todo al ver como Harry se estaba mareando. Los pasos detrás de ella no la alertaron, a excepción de la estridente risa de un hombre, que le colocó una mano sobre el hombro, dándole muy suaves palmadas.

¡Ni siquiera me lo puedo creer! – Hermione se soltó del cuello de Harry, y saltó por los aires, con su largo cabello platinado ondeando por este hasta tocar tierra, antes de correr dando saltitos hacia Harry, quien siguió girando unas cuantas veces antes de detenerse, para así tomarlo de las manos. – ¡Vas a ser papá!

¡Y a tan corta edad! – dijo una voz más madura en la entrada de la casa, cuya ira era fingida, pues parecía estar tan emocionada como Hermione. – Es prácticamente un embarazo adolescente.

Lily, por favor... – dijo su marido, con una gota de sudor en el rostro. Prácticamente, habían pecado de lo mismo.

¡Lily, James! ¡Oh por dios, no puedo creerlo! – dijo Hermione, repitiéndose por tercera vez, tapándose la boca mientras miraba entre Harry, quien seguía mareado por las vueltas, y de vuelta a la entrada de la casa, donde no solo destacaba los padres Potter, sino también Sirius Black, quien reía ante la incredulidad de Hermione. – Har...- Gin...- ellos, los dos, ¡juntos! ¡Tendrán un bebé!

Hermione Grindelwald - Tears of Magic BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora