El suelo a sus pies retembló, Rashel se vio obligada a sostenerse del barandal de la escalera, y Malicus tomó a su señora de la cintura cuando esta tropezó, a punto de caer al suelo. Luna se aferró al muro donde la cálida sensación de su madre había desaparecido por completo, mientras que Vania y Herpo ni se inmutaron.
Las estanterías temblaron, los antiguos textos cayeron, las columnas se quebraron más no se derrumbaron. Herpo, con una velocidad ajena a su edad, se encaminó de vuelta escaleras arriba y agitó su mano con violencia. Su escritorio y trono desaparecieron en el polvo, y el vitral que daba directamente hacia la gran luz mágica que iluminaba desde el cielo de la caverna desapareció, dejando un gran circulo vacío donde tenían una visión plena de toda la academia y la caverna.
Fue entonces que vieron como su techo se derrumbaba, y los trozos desprendidos del techo golpearon el sol mágico que iluminaba todo, estallando en explosiones de luz que cegaron a todos por unos instantes, a excepción de Herpo y Vania, cuya visión nunca se separó de la gran catástrofe que se estaba produciendo en lo más alto de la caverna. El sol mágico que habían conjurado estalló, liberando ondas de energía blanca que hicieron temblar a toda la academia, las torres comenzaron a moverse de lado a lado, y lentamente comenzaron a caer. Pero no había gritos, ni de auxilio ni de ordenes de alejarse. Todo, salvo por el estruendo, estaba en silencio.
Y entonces, cuando la luz del sol mágico artificial desapareció lentamente, del gran agujero que había quedado en el techo, que dejaba entrar la luz de las estrellas del cielo nocturno, emanó una luz, tan blanca como como la de aquel sol, pero en cambio, trajo consigo nubes, y relámpagos que se dispersaron por el techo de la cueva. Y lentamente... una figura descendió de los cielos, iluminada por la luz y ensombrecida por la oscuridad que las rodeaba, y de su espalda brotaban alas tan grandes como las de un inmenso dragón, pero sus plumas eran iluminadas por los destellos de los relámpagos a su alrededor.
Hermione, quien había subido las escaleras dando largas zancadas, pasó por en medio de Herpo y Vania, sin molestarse en pedir permiso para apartarlos casi de golpe, y fijar su vista en aquella encarnación del Ángel de la muerte que descendía lentamente, mirándolos había abajo. El viento formado por la tormenta que surgió comenzó a levantar su cabello, y sus ojos esmeraldas se iluminaron por los destellos relampagueantes que iluminaron el rostro de aquel ser que se elevaba por encima de ella. Una mujer, con un cabello tan largo como ella lo era de alto y brillante como la plata más pura, de exuberante figura cual reloj de arena... y en su rostro pálido, largas lágrimas negras corriendo por sus mejillas.
― ¡Delphini! – gritó Hermione, cuya voz se escuchó por toda la caverna, por encima de los estruendos.
― ¡Hermione, Querida! ¿Todo bien? – dijo la peliplateada con falsa cortesía, cuyo cabello había crecido tanto que ahora cubría la mitad derecha de su rostro. La voz de Delphini se escuchaba con plenitud, su eco fue escuchado en cada rincón de la caverna. – Veo que trajiste a tus... perras escoltas; la gótica y la seudo gigante.
― Señorita Riddle, siempre tan humilde y gentil... – dijo Malicus, subiendo por las escaleras, sosteniendo su varita, cuya punta emanaba un brillo carmesí.
― ¡Sabía que vendrías aquí tarde o temprano, Delphini! – dijo Hermione, chasqueando los dedos para que su varia llegara su mano con velocidad. Se sentía caliente en la palma de Hermione, pues Herpo se encontraba al lado de ella.
― ¡No es una sorpresa, Hermione! – dijo Delphini desde lo alto, cruzándose de piernas en pleno vuelo, sentándose el aire como si estuviera en un trono. – Después de todo, tú y yo llevamos demasiado en esto, ¡Y tu tiempo está llegando a su fin!
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Hermione Grindelwald - Tears of Magic Blood
Fanfiction- La Tercera Parte de la Saga de la Niña que Vivió. - La Historia de Lady Grindelwald pronto llegará a su fin. Dumbledore a muerto, y el mundo mágico se ha quedado sin uno de sus mayores defensores. Los seguidores del señor tenebroso se vuelven cad...