Le pitaban los oídos, los huesos le dolían y podía sentir varios chorros de un líquido caliente recorriéndole la piel. Sus piernas se sentían horriblemente adoloridas, sentía como estuvieran demasiado lejos de su torso, a pesar de que tenía una mano sobre ellas. Había algo a su lado que le daba un cierto calor, un calor muy sofocante, como si le estuviera quemando la retina cubierta por el parpado.
Podía escuchar una voz, muy diluida por el pitido que le retumbaba los oídos.
― ¿...Mione? – podía escuchar aquella voz un poco aturdida, como si aquella pregunta viniera de alguien muy lejano. – ¡...Hermione! – la voz se escuchaba muy lejos, pero se escuchaba a la vez muy alto. – ¡Ted, se estrellaron en el jardín! ¡¿Dónde está Harry?!
― ¡Aquí está la chica! – gritó un hombre del otro lado, Hermione no era capaz de identificar de que lado venía el sonido.
Vio una figura acercarse a ella, y sus parpados no pudieron abrirse lo suficiente para distinguir a la figura femenina acercarse a ella, una pieza de metal chamuscada y ardiendo le tapaba la vista.
― ¡Está viva, Ted, está con vida...! – dijo aquella voz femenina que gritó, pero su voz se escuchaba tan lejana y aturdida para los oídos de Hermione. Y entonces, perdió la consciencia.
...
Todo estaba oscuro, no podía ver nada, era como si algo enorme le cubriera la poca luz que comenzaba a surgir en un costado. Hermione podía sentir que aquella sensación dura y ardiente que la rodeaba instantes antes había desaparecido, podía sentir sus piernas cálidas y cubiertas por algo suave sobre ella, sentía sus manos sobre su vientre, con los dedos tocándose entre si con suavidad.
Su cabeza se sentía elevada, como si estuviera acostada sobre una almohada muy mullida, y sentía una mano sobre su pecho, muy cerca de su cuello, podía sentir no solo la calidez de su mano, sino como algo en su piel parecía desaparecer, como si algo que le faltara volviera a aparecer.
― ¿Hermione...? – escuchó una voz suave llamándole, era lejana, ajena a la mano que tocaba su pecho.
Hermione poco a poco abrió los ojos, y se encontró con una habitación oscurecida, iluminada únicamente por velas que flotaban suavemente en una repisa cerca de sus pies, sintió suavemente que donde se encontraba era un sofá, muy agradable al poco tacto que le dejaba su cuerpo, podía sentir parte de la tela de este por una pequeña rasgadura en su pantalón. A lo lejos, podía ver su funda, y con ella, su varita a un lado de esta, había un pequeño mechón de quemazón en su punta, uno que parecía poco a poco desaparecer como si algo la limpiara.
― Harry, está despertando. – dijo una mujer, la voz de esta provino por encima de la frente de Hermione.
Hermione pudo sentir el corazón latirle un poco más fuerte, pero también pudo sentir un segundo latido, ajeno al de ella, proveniente de la mano que comenzó a apartarse de su pecho y colocarse sobre su hombro, y entonces alzó la vista en un intento por ver de quien se trataba.
Entonces, por un instante, solo vio el rostro de Bellatrix mirarla desde arriba.
Hermione gritó, el salto que pegó en el sofá debió haberle roto algún hueso de su pierna o sus tendones de habrán roto, por que sintió que todo su cuerpo le gritaba que se detuviera, pero su cerebro solo gritaba: "Apártate y mata, apártate y mata." Hermione logró bajarse del sofá y se abalanzó sobre la mesita, la vela se tambaleó cuando la mesita se cayó pero no se fue con ella, sino que permaneció flotando en el aire cuando Hermione tomó su varita y la levantó con fuerza hacia la mujer.
Entonces sintió un grupo de manos sostenerla y levantarle la mano al aire. Sintió como si esa mano en particular se la fueran a arrancar del dolor que sintió con solo el tacto de dichas manos.
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Hermione Grindelwald - Tears of Magic Blood
Fanfic- La Tercera Parte de la Saga de la Niña que Vivió. - La Historia de Lady Grindelwald pronto llegará a su fin. Dumbledore a muerto, y el mundo mágico se ha quedado sin uno de sus mayores defensores. Los seguidores del señor tenebroso se vuelven cad...