El silencio que le siguió a aquella declaración, dicha por el antiquísimo mago tenebroso, provocó que Hermione comenzara a retroceder lentamente por las escaleras, bajo la atenta mirada del mago y la bruja. Por unos instantes, se llevó la mano izquierda a la cabeza, sujetándose la frente y parte del cabello con algo de fuerza mientras se aferraba al barandal de piedra de las escaleras con la derecha, dándole la espalda a sus anfitriones.
Luego, una pequeña risa surgió de sus labios. Una risa nerviosa.
― Está de broma, ¿no? – murmuró Hermione, apenas tranquila para hablar.
― Podrán conocerme como "Herpo, el Loco", pero nunca me he vanagloriado por mis chistes. – comentó Herpo, manteniendo su mirada sobre la joven rubia.
― Esto... no puede ser real. – dijo Hermione, debilitándose suavemente, inclinándose sobre la barandilla de piedra. Luna intentó acercarse, pero Vania alzó ligeramente su mano, con compasión.
― ¿Qué, la profecía? Por supuesto que lo es. – dijo el hombre, sin inmutarse un instante.
― No, no, ¡No! – exclamó Hermione, girándose violentamente, viendo hacia Herpo. – Su... interpretación, ¡Es errónea! ¡Está mal!
― ¿Oh? Veo que usted estudió Adivinación. – dijo Herpo, con una sutil sonrisa y una ceja arqueada.
― No, no lo hice, pero...
― Entonces debería confiar más en alguien que la estudió durante dos milenios. – dijo Herpo, interrumpiendo los murmullos de Hermione.
― ¡Incluso alguien tan sabio puede cometer errores! – dijo Hermione, caminando escaleras arriba, recargándose sobre el barandal.
― Desde luego que puedo, siendo tan sabio como soy... Pero no los cometí en esta ocasión. – aseguró el antiguo mago tenebroso.
― ¡Su interpretación no es posible! – acusó la chica, señalando al hombre en lo alto.
― ¿Por qué lo dice? – preguntó el anciano, curioso.
― ¡Porque me dice que para salvar a mi Delphini debo matarla!
Hermione comenzó a jadear pesadamente, su cabello se había alborotado y hecho un desastre, incluso se estaba lastimando, apretando su puño derecho mientras el izquierdo se aferraba al barandal.
― Pensé que ya lo habías intentado. – dijo el hombre, bajando lentamente. – ¿Ese incidente en México...? Los niños...
― ¡Eso fue de vida o muerte! – Hermione desvió la mirada. Estaba demasiado enojada como para siquiera verlo.
― Como todo lo que tiene que ver con la Señorita Riddle últimamente. – el paso del hombre era pausado y calmado, cada golpe de su bastón parecía resonar en toda la habitación.
― Aun así... es absurdo. – dijo Hermione, negando repetidas veces con la cabeza. – ¡Ella no es un Horrocrux! ¡Ella no... se salvará mágicamente! ¡No funciona así!
― Oh, claro... Se me olvidaba que estoy hablando con la más hábil experta del mundo en Horrocruxes. – dijo Herpo, riéndose ante su propio comentario.
― Puede que usted los haya creado, pero yo he destruido más. – dijo Hermione, una vena estaba resaltándose ligeramente en su sien cicatrizada.
― Solamente fue uno... – murmuró Luna, haciendo memoria de que ella solo había destruido el Diario de Tom, y que quien destruyó por completo la diadema de Ravenclaw fue Draco, aunque fuera solo por miedo.
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Hermione Grindelwald - Tears of Magic Blood
Fanfiction- La Tercera Parte de la Saga de la Niña que Vivió. - La Historia de Lady Grindelwald pronto llegará a su fin. Dumbledore a muerto, y el mundo mágico se ha quedado sin uno de sus mayores defensores. Los seguidores del señor tenebroso se vuelven cad...