Capítulo 21: De chica a chica...

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La sensación de un fuerte jalón le revolvió el estómago, y en la oscuridad de la noche, logró distinguir algo en el lugar donde se aparecieron. No podía distinguir todo, le ardían los ojos intensamente, pero no era capaz de vislumbrar que era lo que Voldemort estaba haciendo.

Hermione pudo ver a Eileen siendo arrastrada como un animal, jalada por Greyback con varias cadenas como si de un saco jalado por una carreta se tratara. Luna estaba a su lado, sujetada del cabello por un carroñero, que llevaba la bolsa de Hermione y la espada de Gryffindor sujetadas en la otra mano. Dean Thomas y, lo que Hermione atinó a ver como un duende, estaban atados, jalados por otros carroñeros que los escoltaban jalándolos y empujándolos cada que se les antojaba. Harry iba hasta enfrente, con Scabior empujándolo y sujetándolo del cuello de la chaqueta.

Hermione pudo distinguir levemente, en su caminar, altos setos oscuros que formaban un muro de arbustos que le impedía ver a ningún otro lugar que no fuera hacia enfrente, y lo único que vio en esa dirección, fue una enorme casa, tan grande como la mansión de los Rosier, pero no había nada que la distinguiera como lo era la fuente del ángel caído en la entrada o la ventana con el símbolo de su padre. La oscura mansión estaba protegida por una sola reja negra, tan alta y oscura como los setos oscuros.

De repente, a lo lejos, una luz surgió en la oscura morada, y la entrada se iluminó como luz celestial, aunque fuera solo la vista de Hermione adaptándose a la oscuridad. Pudieron ver a una mujer acercarse con la varita en alto, acompañada por otras dos más jóvenes, una de ellas se detuvo a medio camino, como si hubiera visto un fantasma, pero la voz autoritaria de la otra joven la hizo retomar el paso.

Cuando la mujer más adelantada llegó hasta la reja, Hermione pudo reconocerla a pesar de la vista nublada y el ardor que tenía. Se trataba de Narcisa Malfoy.

¿Se puede saber que hacen ustedes aquí? – preguntó la matriarca Malfoy, con la varita alzada y con el encantamiento Lumos activado.

Mis disculpas, Madame Malfoy... pero supuse que esto le interesaría. – dijo Scabior, haciendo una floritura muy similar a una reverencia.

En ese momento, el hombre líder de los carroñeros tomó a Harry de la frente y le quitó la mata de cabello que llevaba, específicamente, en la zona donde Hermione recordaba perfectamente, que se encontraba la cicatriz.

Pero me parece que hemos capturado a Harry Potter... y si mis cuentas son correctas, una de estas tres chicas debe ser Hermione Granger. – dijo el hombre, apartando la mano de la frente de Harry y señalando indistintamente a las tres chicas que tenía detrás.

Narcisa Malfoy miró por encima de las florituras de hierro de la reja el rostro de Harry, deformado e hinchado hasta parecer más un monstruo del bosque prohibido que un hombre, y entonces le pegó un vistazo al resto de prisioneros, como si dudara de la veracidad de la historia de los carroñeros. Y así parecía ser, por que la mujer miró por encima del hombro y habló a las dos jóvenes que tenía detrás.

¿Reconoces a alguno? – preguntó Narcissa, sin despegar la vista de los carroñeros.

Si. La reconozco. Esa de ahí es Luna Lovegood. – dijo una chica de cabello rubio quebradizo, apuntándole directamente a Luna.

Hermione se fijó mejor en la chica que se encontraba detrás de Narcissa, y se dio cuenta de que se trataba de Lilian Greengrass, la hija menor de Malka. De mejillas hundidas y piel pálida, ojeras intensas marcada bajo sus ojos, como si llevara días sin dormir, había crecido, como todos, pero eran tan pocas las veces que la había visto atentamente que ni siquiera la hubiera reconocido de espaldas sin Vilma.

Hermione Grindelwald - Tears of Magic BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora