Capítulo 52: Unan el amor y la amistad a nuestros clanes

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Jueves 12 de Octubre del 2000, Noruega

El sonido de aparición hizo que la nieve sobre los árboles se cayera, amontonándose con el montón más que cubría los caminos y los bosques que los rodeaban. La larga cabellera platinada de Hermione sobresalía por uno de los laterales de su capucha invernal, que la cubría de cabeza hasta casi las pantorrillas, y sus acostumbradas botas habían sido reemplazadas por unas más invernales, pero eso sí, sin olvidar la elegancia, y el tan preciado tacón que la hacía verse más alta de lo que era.

Este lugar se ve precioso. – una densa neblina salió de la boca de Hermione, mientras hablaba con una cautivada sonrisa.

¿Nunca habías venido, Mione? – preguntó Pyxis, limpiándose la capa suavemente de la nieve que caía sobre ella... si es que era nieve, porque Pyxis no supo distinguirla, al tener una capa completamente blanca.

No, no al norte. – dijo negando instintivamente. – Nunca hubo reportes de Delphini o sus lacayas en esta región, especialmente por las familias de Odyne y Nox, así que nunca tuve la necesidad.

Supongo entonces que estarás emocionada de conocer a los Padres de Odyne. – Lynxi se estaba acomodando su largo cabello blanco grisáceo, asegurándose de que estaba perfectamente peinado luego de la aparición.

Más bien nerviosa. – confirmó Hermione, deteniendo a Pyxis de que no se fuera de frente contra un árbol, solo por acercarse a su hermana mayor. – Recuerda que los abuelos de Odyne murieron por culpa de mi padre.

Cierto... ¿Le decimos a Eileen que sirva de guardaespaldas? – preguntó Pictoris, acercándose más, junto a su hermana melliza.

No quisiera... además, vengo en nombre de la profesora McGonagall y todo Hogwarts. – Hermione levantó ligeramente los hombros. – Algo tendría que servir para mantenerme con vida... y sí no...

Hermione, sin terminar la oración y dejándose en suspenso, se acomodó el cabello, mientras a su alrededor se reunían las cinco hermanas Black, quienes al igual que ella, vestían preciosos vestidos de color verde esmeralda, con capas negras y blancas intercaladas una con la otra (Nashira, Pictoris y Pyxis de color blanco, mientras que Hydri, Lynxi y Hermione llevaban capas de color negro). El sendero que comenzaron a recorrer era un paraje nevado, de árboles tan altos que los gigantes que alguna vez atacaron Hogwarts serían cubiertos por la copa de los árboles, y el sendero serpenteaba a lo largo de un largo descenso, hasta que, a lo lejos, contemplaron su destino.

En un precioso valle repleto de árboles cubiertos de blanca nieve, rodeados de altas y escarpadas montañas que simulaban largas garras rasgando el cielo, a las orillas de una amplia bahía se encontraba un gran poblado, infinitamente más grande que la propia Hogsmeade, repleto de casas de piedra y madrea que se elevaban varios metros por encima de la más alta de las casas del poblado mágico en escocia. Y en el centro del lugar, se alzaba un edificio cuyo homologo más parecido sería la catedral de Notre Dame: Una inmensa casa comunal con varias naves a lo largo de la central, cuya elevación se alzaba por encima de todos, y largos pináculos afilados rasgaban el aire como varitas levantadas al cielo.

Habían llegado al hogar natal de Odyne y Nox: Slangevokter.

Cuando descendieron lo suficiente, el sendero por el que caminaban Hermione y las hermanas Black fue cortado por un grupo de magos y brujas.

Sus túnicas eran muy coloridas, con la tela predominante en un precioso color azul cobalto, con pelaje de lobo alrededor de sus cuellos, muñecas y botas, con largas y pesadas capas invernales que cubrían sus espaldas y, en sus manos, algunos portaban pequeñas y delgadas varitas, con incrustaciones de metal a lo largo de su longitud, con muescas en su vieja madera... otros, especialmente la bruja que le cerró el paso a Hermione y Pyxis, llevaba una lanza torcida de madera de arce, acabada en una afilada punta de lanza.

Hermione Grindelwald - Tears of Magic BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora