Capítulo 45: La Cuna de la Maldad

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24 de mayo del 2000

El sol se estaba ocultando por el horizonte, las olas rugían suavemente contra la costa mientras la luz dorada del sol bajaba lentamente por el filo del océano, y la luz anaranjada iluminaba la gran casa que se encontraba en el borde del risco. De piedra blancas y de un tejado negro, con torrecillas y pináculos alargados, sus pilares tallados a mano y arcos apuntados, la mansión de Daphne Greengrass se alzaba como una perfecta construcción gótica del siglo 21, inmaculada y sombría, de perfecta belleza y una solitaria tranquilidad.

El sonido de una aparición resonó junto al golpe de una ola se estampó contra el risco, y una larga cabellera platinada apareció en el patio frente a la gran mansión gótica.

Llevaba una blusa holgada de color blanco bajo un chaleco verde esmeralda a cuadros negros, cuya tela formaba una M frente a su pelvis y rodeaba sus caderas hasta formar una pequeña falda que bajaba hasta la línea baja de sus glúteos. Sus pantalones de mezclilla azul marino estaban ligeramente rotos de la zona interior de sus muslos y las rodillas, y sus botas de tacón negro removieron las piedras sobre las que caminaba hasta pisar el adoquín de la entrada al jardín, donde destacaban los arbustos perfectamente cortados y la fuente que, con el atardecer, hacía parecer que el agua que salía de su figura de piedra en forma de sirena expulsaba oro líquido desde las palmas de sus manos.

La joven mujer estiró su cuerpo con cansancio, soltando pujidos y suaves gemidos mientras estiraba sus brazos y piernas. El día había sido muy extenuante para ella; había salido del país como siempre lo hacía: Utilizaba su forma de animaga y se deslizaba por las profundidades del mar hasta acercarse a la costa más cercana, donde se transformaba nuevamente y utilizaba la aparición para llegar a un risco solitario o una cueva abandonada, donde secaba sus ropas o las cambiaba y luego volvía a desaparecer en un lugar distinto.

Por supuesto, era mucho más fácil pedirle un permiso especial a la ministra para que crearan un Traslador de largas distancias que la llevaran de un país a otro, pero sabía que eso requería mucho papeleo y, además, iba a levantar muchas preguntas. Daphne y Lily se habían asegurado, casi a regañadientes, de que no le iban a decir a nadie que se encontraba de vuelta en Inglaterra, al menos por un par de semanas. Algo que, hasta la fecha, se había cumplido porque nadie había ido a buscarla a la mansión de Daphne, una que compartía con su adorada esposa desde que su madre, Kara, había decidido dejarles su ancestral hogar para ir a vivir junto a Sigrun Parkinson.

Hermione apenas se había enterado de nada de lo que sucedía en su país natal por estar viajando constantemente todos los días, a veces dejando el país por más de un día, con tal de seguir una pista prometedora que terminaba en un callejón sin salida. Estas últimas semanas, fueron Ciara, Cámula, Sandrine y Nicoletta quienes más estaban al lado de Hermione, exceptuando obviamente a Daphne cuando compartían cama en la mansión. Solo se había enterado de algunas cosas muy circunstanciales durante la cena con Daphne, como por ejemplo el hecho de que Hestia y Flora se habían separado, no por una discusión o por algún problema, sino más bien porque estaban viviendo con parejas distintas.

Hestia se había mudado al norte de Irlanda, para pasar más tiempo con Vilma, con quien estaba teniendo una buena relación, a pesar de que, según Daphne, todavía eran "novias de manitas y cariñitos", cosa que divirtió a la rubia de ojos ámbar, porque ella no había sido así cuando empezó su relación con Luna. Hermione se divertía mucho recordando la forma de "seducción" de la Lovegood, donde molestaba a la Greengrass constantemente de forma coqueta en la que ninguna de las dos se quejaba. Flora, por otro lado, se encontraba con una misteriosa chica de la que Daphne no sabía nada, y Hestia no soltaba lengua para saber de quien se trataba.

Las dos Delacour no necesitaban ninguna presentación ni explicación, Hermione estaba más que enterada del nacimiento de la pequeña Victoire, pero lo que no sabía era que los Weasley habían ido a Francia de vacaciones para pasar tiempo con la feliz pareja. Los únicos que no habían ido, al menos la primera semana, fue Harry y Ginny, y fue la propia Daphne quien informó el porqué; la pareja estaba fuera del país debido al campeonato mundial de Quidditch en Chile, donde se disputaba la última ronda de partidos entre Inglaterra, Uganda, Chile y Venezuela, con Ginny participando en el equipo nacional de Inglaterra.

Hermione Grindelwald - Tears of Magic BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora