Hermione Grindelwald - Tears of Magic Blood

Capítulo 42: Victoire

Borré y resubí esta parte por un problema con los comentarios que no se mostraban y no podía responderlos, eso me pasa por editar en el telefono. Perdón por las molestias. 

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2 de mayo

Sentía su cabeza agitarse suavemente. Había un hermoso aroma a frutas en el ambiente, pero el sonido de un motor la hizo despertarse lentamente del letargo en el que se encontraba. Sus ojos esmeraldas se abrieron ante el movimiento que la agitaba suavemente, y sintió la suavidad de la "almohada" que tenía bajo su cabeza. La tela era muy suave, y el aroma que la impregnaba la hacía sentir tranquila, acogedora... sentía algo de nostalgia ante ese aroma.

― Se está despertando... – dijo una voz suave, acariciando el rostro de Hermione.

La voz que le llegó la hizo despertarse del todo. Se encontraba en un carruaje de sillones de color vino, las puertas eran de un color negro azabache intenso, y los cristales eran oscuros, apenas permitía la entrada de la luz que surgía en el horizonte. Una luz que la hizo apretar los ojos, pues la última vez, antes de desmayarse, era todavía de noche, no muy lejos de la media noche. Fue entonces, que se dio cuenta de lo que le rodeaba, que comprendió que la almohada en la que se encontraba su cabeza no era tal, sino los muslos de una mujer, cuya mano continuaba acariciando su rostro y cabello platinado.

― ¿Dormiste bien? – preguntó la nostálgica voz, en el momento en que Hermione levantó la cabeza.

Cuando Hermione se levantó y sentó sobre el sofá del carruaje, se frotó levemente los ojos, que los sentía pesados aún después de aquellas horas de sueño. Cuando abrió los ojos nuevamente, se encontró con una preciosa cabellera con varias trenzas a lo largo de su liso cabello rubio, y sus hermosos ojos azules le devolvieron la sonrisa que Hermione le dio cuando contempló su precioso rostro.

― ¡FLEUR! – gritó la mujer de ojos esmeraldas, lanzándose a los brazos de la cuarta parte Veela, quien reía de alegría ante el abrazo de la chica de cabello platinado.

Los labios de Hermione tocaron primero los de Fleur que cualquier otra parte de su cuerpo cuando se abalanzó sobre ella. Sus labios se humedecieron y las finas y tersas manos de la veela se entrelazaron en el largo cabello platinado de Hermione, quien se sentó sobre el regazo de la francesa. Sus pechos se encontraron mientras el sonido de sus besos se entrelazaba con el de sus respiraciones, que se notaban pesadas y jadeantes, como si la bruja de ojos esmeraldas quisiera devorarla por completo. Luego de un momento en el que ambos labios por fin pudieron separarse lo suficiente para respirar cómodamente, las manos de Fleur se posaron sobre los hombros de Hermione, separándola un poco.

― Creo que eso compensa parte del tiempo perdido. – dijo Fleur en un tono burlesco pero seductor, lamiendo su labio inferior.

― Fleur, ¿qué haces aquí, donde...? ¿Dónde estamos...? – preguntó Hermione de pronto, girando su cabeza de lado a lado, intentando identificar por las ventanas del carruaje donde se encontraban.

― A esta hora, deberíamos estar sobrevolando la frontera entre Italia y Francia, mi señora. – dijo una voz, sentada frente a Hermione, quien le daba la espalda.

Cuando Hermione se giró, sus ojos se abrieron ampliamente.

― ¡Sandrine! – dijo de pronto Hermione, sonrojándose y moviéndose del regazo de Fleur, aunque por el movimiento del carruaje, quedó sentada de lado, abrazada por la francesa quien se estaba divirtiendo por la forma en que Hermione no podía escapar de esa postura.

― Me da gusto verla de nuevo, mi lady. ¿6 meses? – dijo cordialmente la chica frente a ella, de hermoso cabello negro como la noche y piel blanca como la nieve.