Tanith sonreía mientras daba saltitos de emoción a mi lado, ambas caminamos de la mano hasta el establo donde vi a Darren sobre Koa, entrenando.
-Señorita Tanith -los encargados del establo la saludan sonriendo tiernamente.
-Hola -saluda ella.
-Quiso venir a ver a su pony, ¿es posible? -cuestioné.
-Por supuesto, enseguida la traeremos.
Los hombres se van y Tanith se sienta un momento, escuché un relincheo acercándose y al darme la vuelta vi a Darren con Koa a pocos metros de nosotras. Él se baja del caballo y ambos se acercan.
-¡Hermanote! -Tanith se levanta de un salto pero al hacerlo así de rápido tuvo un mareo.
-Tanith... -Darren la sujeta rápidamente antes de que cayera.
Me preocupé pero ella se endereza y nos sonríe a ambos.
-Lo siento, estoy bien, no se preocupen -dice ella.
Darren suspira un poco antes de arrodillarse frente a ella y abrazarla.
-¿Qué haces por aquí? -pregunta él sonriéndole.
-Quería ver a Daisy, le pedí a Lícia que me trajera.
Darren se levanta mientras me voltea a ver, me dedica una sonrisa que me hace temblar las rodillas y sentir mi rostro arder, pero vuelve la vista a su hermana.
-¿Ah sí? Pues que bien, quizás y demos un paseo juntos, ¿no te parece?
-¡Sí, sí quiero! -dice ella muy alegre.
En ese momento trajeron a Daisy y Tanith fue corriendo a donde ella para abrazarla. La pony solo se mantiene quieta pero luego empieza a mordisquear un poco el cabello de la menor haciendo que ella empezara a reír y le apartara su cabello.
-¿Tú qué opinas, Lícia? ¿Quieres venir? -Darren vuelve a mirarme.
-Am... creo que mejor... -me quedé con mi frase a la mitad cuando vi a Tanith acercándose.
-¡Ven! Por favor, Lícia, ven con nosotros.
La miré a esos ojos suplicantes, no podía resistirme aunque quisiera.
-Está bien...
Tanith celebra un momento antes de que la ayudaran a subirse en Daisy. Darren le comenzó a enseñar y guiar.
-Manten esta postura, sujeta las riendas con fuerza. Eso es.
Me quedé admirando la relación entre los hermanos, eran tan tiernos juntos que se me encogía el corazón de solo verlos. Tanith lo manejó muy bien, aunque de igual forma había un hombre que sujetaba las sogas de Daisy para guiarla. Darren se acerca con Koa hasta mí.
-¿Te ayudo a subir? -pregunta sonriendo.
-Oh, ah... creo que acompañaré a Tanith caminando.
-Con esos zapatos no lo creo -Darren ríe leve y yo sabía que tenía razón-. Vamos... No es como si no lo hubieras hecho antes. Además... Koa parece extrañarte.
Miré al caballo, sabía que él no podría saber eso pero de igual forma me animó. Negué sonriendo pero me coloqué junto a Koa, apoyé mi pie en el estribo y me subí de un momento a otro.
-¿Vas a subir? -pregunté solo para ser un poco arrogante.
-Lo olvidé... eres experta en esto.
Darren sube tras de mí y pasa sus brazos por mis lados para sostener las riendas. Podía sentir su pecho en mi espalda y su respiración en mi cabeza, pero repentinamente la sentí en mi oreja.
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AUNQUE ESTEMOS ENFRENTADOS
RomanceLa hija de un noble finalmente cumplirá la edad suficiente para poder participar de fiestas importantes por su cuenta, pero ¿cómo iba a saber que esa primera fiesta en el día de su cumpleaños sería el mismo día en que el reino enemigo decidiera atac...