Capítulo 50

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-Necesito que me expliques todo lo que está pasando, y sobre todo... Jena... ¿qué ha pasado con Alexander?

Su rostro se contrae en una mueca, las lágrimas aparecieron en sus ojos y eso me alertó. Ella suspira para calmarse y poder hablar con propiedad.

-Luego de la noticia sobre su muerte el príncipe fue el más afectado... más que antes luego de saber que usted se había ido. Él ya no se defendía, incluso estuvo dispuesto a morir sin luchar.

Cubrí mi boca con una mano al escucharla, Alexander realmente sentía algo por mí.

-Idalia hizo que lo golpearan frente a todos, no hizo nada por sí mismo... Me dolió tanto ver a nuestro príncipe tan deprimido, hasta que llegó el momento en que Idalia tendría que haberlo matado para asegurar el trono.

Mis manos sudaban, tragué grueso y sentía mi corazón acelerado. Jena suspira una vez más.

-Pero no lo hizo... Nuestra reina lo exilió lejos del reino. Dio la orden a los guardias de asesinarlo si lo veían cerca del territorio y a los demás la orden de avisar a los guardias de inmediato.

-Está vivo... -murmuré asombrada y me giré hacia Darren-. Está vivo.

Las lágrimas aparecieron en mis ojos, saber que Idalia no lo había matado fue la mejor noticia que pude haber recibido.

-Pero no sabemos dónde está o cómo se encuentra, eso fue al día siguiente de que usted se haya ido... -dice ella.

Apoyé mis manos sobre los hombros de Jena y la miré con lástima.

-Yo no me fui porque quise... Estoy segura que fue Idalia, mandó capturarme y me vendieron de nuevo como esclava a una subasta, terminé sirviendo a la familia Drach en Nymeria.

Jena mira a Darren y luego a mí sintiendo más pena por mi persona de nuevo, ella baja la mirada apenada.

-Lo siento tanto, señorita... todos creímos que ya no quería a nuestro príncipe y por eso se había ido.

-No lo sabían e Idalia tiene más poder sobre ustedes para que crean lo que ella quiera, no los culpo de nada... No te preocupes -sonreí consiguiendo hacer que ella también lo hiciera-. Jena, ¿dónde está Anabella?

-Idalia la mandó encerrar cuando subió a reina. No confía en que ella le jurase lealtad y por eso lo hizo.

-¿Y el rey? -pregunté.

-Él... está muy enfermo -comenta desanimada-. Los doctores no creen que sobreviva.

-¿Qué le pasó?

-Nadie lo sabe, de repente ha empezado a sentirse mal... vomita sangre de vez en cuando -responde.

-No quisiera suponer nada... pero... ¿Idalia no tendrá que ver en algo de esto? -mencioné-. Si es capaz de matar a su propio hermano por el trono...

Jena se cubre la boca con ambas manos, sabía que creía que podía ser así. Idalia no se tienta al corazón, es capaz de todo por asegurar su lugar.

-Es posible...

-Jena, escúchame. Necesitamos sacar a Anabella y encontrar a Alexander, solo con ellos podremos ayudar a Viltarin.

-Lo entiendo, pero... ¿cómo?

Me quedé en silencio sin saber que responder, miré a Darren quien hasta el momento solo escuchaba en silencio.

-Quizás nosotros podamos ayudar...

Nos giramos rápidamente para ver a todas las chicas del servicio y algunos de los demás hombres y pocos guardias.

-Queremos liberar a nuestro pueblo, por favor... permítanos hacer algo -dice una de las mujeres.

AUNQUE ESTEMOS ENFRENTADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora