Capítulo 59

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La recuperación de Alex iba cada vez mejor, ya casi no tenía ninguna herida. Todas las noches lo ayudaba a curarse y cuidaba que todo estuviera bien. Los días se volvieron semanas y las semanas se volvieron casi tres meses en los que estuvimos tratando de idear un plan sobre cómo contraatacar a Idalia y evitar una guerra. Los rumores se corrieron rápido y nos enteramos de que Adrestia ya sabía sobre la invasión y de igual forma se estaban preparando como Viltarin y sus nuevas ciudades conquistadas.

Conseguimos hacer una alianza de rebeldes que se oponen a esta guerra y a Idalia, tenemos varios infiltrados que nos dan información sobre lo que ocurre y cuando planean atacar Adrestia.

-Están terminando de conseguir recursos y armar a todos los nuevos pueblos -dice un soldado informante.

-Con todo lo que ya llevan no dudo de que estarán marchando a la batalla en menos de una semana -comenta otro.

-Si no es antes... -menciona Alex pensativo-. A Idalia no le importan las bajas, ella solo quiere conseguir su objetivo. Si no todos están equipados, no le importará. Irá a la guerra cuanto antes.

-¿Cómo puede hacer algo así? -pregunté asustada.

-Cuando se trata de quienes mataron a nuestra madre... nada le importa.

Alex resopla mientras mira un punto fijo en la mesa donde estaba apoyando sus manos. Pensaba en algo y lo sabía.

-¿Cuántos hombres hemos reclutado? -pregunta él.

-Aún no tenemos una respuesta de quienes fueron a la ciudad de Fioran y Kaya, pero hasta el momento tenemos a tres mil hombres de nuestro lado.

-Idalia tiene más de treinta mil hombres con ella -dice Alex enderezándose y luego me mira- ¿Adrestia estaría dispuesta a aceptarnos?

Quería responder que sí, que lo harían sin dudar, pero... no lo sabía. El odio contra los Viltarienses es demasiado, no sé si podrán aceptarlos y menos al príncipe.

-No estoy tan segura...

-Entonces tendremos que comprobarlo.

Abrí los ojos de par en par ante la idea de Alex. Sin poder evitarlo me asusté y preocupé, me preocupé por él y por pensar en que podrían matarlo nada más verlo llegar.

-¿Qué estás diciendo? -cuestioné creyendo que solo era yo haciéndome ideas locas en la cabeza.

-Lo que escuchaste. Necesitamos la ayuda de Adrestia. Iré a hablar con ellos.

-No puedes -hablé rápido -. No te dejarán ni acercarte y te matarán.

-Debo hacerlo, no conseguiremos más hombres aunque las otras ciudades nos den una respuesta. Iré -mira a sus soldados con la clara orden de prepararse para ir pero yo lo tomé por el brazo.

-Eres terco y lo sé, no te haré cambiar de opinión y tampoco quiero hacerlo, tienes razón... -resoplé-. Pero iremos solo nosotros. Si te ven llegar con soldados aunque sean solo dos perderás cualquier oportunidad, pensarán que eres una amenaza. Pero si voy contigo puedo evitar eso.

Alex me observa fijamente mientras piensa en lo que dije para finalmente asentir estando de acuerdo.

-Entonces prepárate, nos iremos mañana en cuanto amanezca.

-Está bien.

Alex voltea a ver a los soldados y los hace irse. Nosotros salimos de la habitación en donde tenemos las reuniones y fuimos hasta abajo por el delicioso aroma de la cena.

-Ya tengo hambre -hablé.

-Yo también -responde Alex sonriendo, sorpresivamente toma mi mano y la entrelaza con la suya-. Cuando todo esto termine y volvamos a nuestras vidas... ¿querrías quedarte conmigo?

AUNQUE ESTEMOS ENFRENTADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora