Capitulo 42

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Al día siguiente, Barry se levantó y me besó mientras aún tenía los ojos cerrados.

—¿Ya te vas?

—Si, a menos que...

—Anda, vete. Te amo

—Te amo más

Luego se fue a los laboratorios a probar su acelerador de taquiones.

Llegué un par de horas después, luego de haber almorzado. Cuando llegué escuché la voz de Wells, molesto por algo.

—Zoom es diferente a nosotros. Zoom no está atado a nada, a Zoom no le interesan las personas. A mi sí —dijo— Jesse esta en esta Tierra en algún lado. Así que, dejémoslo así.

Yo sabía exactamente donde estaba, pero pobre chica, necesitaba un respiro de Wells.

—Volveremos a Tierra 2, con o sin su ayuda

Entré al cortex y Barry corrió a abrazarme.

—Hey, ¿Está todo bien?

—Si, es solo que...te extrañaba.

—Eres un dramático, Allen

—Iré a comer con Joe, ¿Vienes?

Negué con la cabeza.

—Tenemos que averiguar como regresar a Tierra 2, ¿No?

—Si, gracias.

Dejó un beso en mi mejilla y se fue. Empecé a hacer cálculos, pero nada era razonable. Barry regresó un par de horas después.

—Hola, ¿Alguna idea?

—Bueno, el mejor plan que tenemos hasta ahora es activar una bomba nuclear junto a la red eléctrica de la ciudad.

—No haremos eso. Tengo una idea.

Todos fueron con Harrison para que les hablara sobre el doble de Cisco. Tomé los lentes de Cisco y comencé a amplificar la frecuencia en la que trabajaban para expandir sus poderes.

Oí unos pasos detrás de mí.

—¿Qué quieres?

—Eres buena —dijo Wells— Eres la mejor detective que conozco.

—¿Qué quieres? —repetí nuevamente

—Jesse...tu sabes dónde está.

—Si

—¿Y bien?

—¿Por qué habría de decirtelo?

—Es mi hija

—¿Y?

Él suspiró pesadamente.

—Wells, Jesse es una chica mayor. Sabe cuidarse sola.

—Cuando seas madre lo entenderás

—Espero que nunca llegue ese día

—¿Qué sentirías si uno de tus hermanos se fuera y no supieras dónde está?

—Es exactamente lo que pasa en mi vida y no tengo problemas con ello. Como dije, son grandes y se saben cuidar solos. Ahora hazme un favor y ve a irritar a alguien más, si Jesse está en peligro serás el primero en saberlo.

Él volvió a suspirar.

—¿Estás expandiendo las ondas de...

—Estaba, ya terminé. Llevaselas a Cisco —dije extendiendole las gafas. Él las tomó y se dió la vuelta— Si me entero que las saboteaste, te mataré.

The lightning huntress (Barry Allen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora