Capitulo 67

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—Ya me está gustando —admitió Wally

Cisco entró con el arma de Plunder.

—Y este rifle me está gustando cada vez más. Las balas termo-dirigidas son solo el principio de lo que puede hacer.

—¿Cómo terminaste con el rifle de Plunder? —le preguntó Caitlin.

—Barry lo trajo para mí. ¿Verdad, Barry?

Barry asintió.

—¿Le robaste al ladrón? —pregunté

—Tenia que hacer algo mientras Wally lo esposaba

Barry miró a Wally.

—Gracias a ti cambiamos el futuro —le dijo Barry a Wally.

Barry escribió "Kid" junto a "Flash" y volteó a ver al resto.

—Si pudimos cambiar uno de estos eventos podemos cambiarlos todos. Nada está escrito en piedra.

Todos asintieron.

—¿Nos vemos en la noche?

—Seguro —respondió Cait

Barry y yo fuimos a casa, preparamos todo para que los chicos llegarán.

—Helena, ¿Cómo estás? De verdad

—Estoy bien, Barry. Como dije, morir no es el final. Y no me asusta.

Alguien tocó el timbre, Barry fue a abrir y yo lo seguí.

Cisco fue el primero en entrar.

—Esto...esta más iluminado de lo que creí —dijo Cisco al entrar

—¿Qué esperabas? ¿Murciélagos en el techo? Esos estan en la bati-cueva.

—De hecho esperaba más como picos y todo tipo de armas en las paredes —dijo Cisco— Espera, ¿Dijiste bati-cueva?

—Bueno, las armas también están abajo

—Mi casa cabe diez veces aquí —susurró y se fue viendo todo con detalle.

—Hola —dijo Wally y me entregó una planta— Les traje una planta, no sabía que traer.

—Es...un lindo detalle. Gracias, Wally.

Caitlin, el detective y H.R entraron detrás.

Barry ya había cerrado cuando volvieron a tocar la puerta.

Barry volvió a abrir y miró confundido hacía afuera.

—Hola, Julian —saludé— Adelante

—Traje esto —dijo y le dió una botella de vino.

—Gracias —dijo Barry— Julian, nosotros... estuvimos hablando y... bienvenido al equipo.

—¿De verdad? Gracias. Esto es muy emocionante —dijo con una sonrisa— A mi equipo anterior lo asesinó Savitar, así que...

—Hay que trabajar en tus anécdotas —le dijo Caitlin

Todos nos sentamos y Barry tomó las invitaciones y las fue pasando a cada uno.

—¡Si, fiesta!

—Felicidades y gracias por invitarme —dijo Julian.

—No es nada —dije sonriendo

H.R. pidió atención para un brindis.

—Oigan amigos, yo...quiero decirles unas palabras...no lo sé, solo puedo decir que nunca he conocido a dos personas que estén más destinadas a estar juntas que ustedes dos. Por Barry y Helena.

The lightning huntress (Barry Allen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora