Capitulo 57

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Al llegar a los laboratorios al día siguiente, H.R nos esperaba con nuestros cafés favoritos.

—Un capuchino vainilla para la señorita Wayne, futura señora Allen —dijo y me dió el mío.

—Gracias

—¿Dónde está Caitlin? —preguntó Barry

—Oh, si, ella estuvo aquí —respondió H.R

—¿Estuvo?

—Si, nosotros hablamos y ella...le dí su triple late, y les dejó un mensaje... así que voy a...a...yo...voy a reproducirlo...esto no es lo mismo que en mi tierra. Esto es diferente.

Cisco presionó una tecla y el mensaje de Caitlin comenzó a reproducirse. Ella dijo que había salido por unos días.

Eso era un poco extraño, fuí a la bati-cueva y busqué a Caitlin con el rastreador que le había puesto desde el primer día en que nos conocimos.

Caitlin se encontraba en los laboratorios de su madre. Aún más extraño, ella nunca visitaba a su madre.

La alerta meta-humana comenzó a sonar en la pantalla... había un...¿Monstruo?

Algo al estilo Godzilla con presupuesto de una mala serie.

—¿Barry? —lo llamé por el comunicador

Ya estoy aquí, pero... desapareció

Me reuní con ellos en los laboratorios, solo estaban Barry, H.R y Cisco.

—No lo entiendo, cada meta-humano que hemos enfrentado, es exactamente eso un meta-humano. Así que, ¿De dónde salió esta cosa?

—No sé de dónde salió, solo sé que desapareció, él se esfumó.

—En mi experiencia, las cosas siempre son diferentes...

—¿Qué? —preguntó Barry

—...de lo que parecen. Debe haber una forma por lo que puede desaparecer de esa forma, tal vez tiene un mecanismo de camuflaje.

—Que buena idea tienes, pero ahora hay que descubrir como detener a este monstruo.

—Obviamente

—¿Cómo? —preguntó Cisco

—No lo sé

—No tenemos un...lazo mágico...

Cisco volteó a verme.

—Si, bien. Ya sé.

Barry se fue a la comisaría, un par de horas después, pasé a comprar diez hamburguesas para Barry y una para mí. Luego fuí a comer con él a la comisaría.

—Hola —me saludó Barry en cuanto entré

Le enseñé las bolsas de hamburguesas.

—Eres mi heroína

Apenas me había sentado cuando el celular de Barry sonó.

—Oh, no.

—¿Qué pasa?

—Es Julian, le dije que me ayudara a mejorar mis técnicas, a cambio le dejaría el laboratorio. Tengo que irme.

Me dejó un beso rápido y se fue.

Pasaron un par de minutos y sonó la alerta meta-humana.

Me cambié rápido y me dirigí allá, pero para cuando llegué ya no había nada.

Volví a los laboratorios, pero no había nadie. Me adentré en las cámaras de seguridad, pero habían borrado la grabación de aquel día que liberamos a Barry del espejo.

The lightning huntress (Barry Allen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora