~Monkie Kid~ 5️⃣

Uno Más

Espero que les guste~

Nota: ¿Cómo creen que reaccionaria Red Son ante Steven?

MK esta hablando con entusiasmo, de seguro contando la historia detrás de uno de sus tantos dibujos, y Steven lo está escuchando, luciendo cómodo y contento a pesar del ritmo rápido ajeno. Están tranquilos, a gusto, esperando a que los demás se presentarán

-¡Tengo que ir!- el sucesor se apresuró a levantarse, la silla cayendo con un fuerte sonido. Tropezó, casi cayendo, pero logrando salir de la tienda y dejando al par solo en un extraño silencio.

Pigsy se siente un poco mal por Steven, quien parece algo ansioso ahora que esta solo y aunque tiene mucha curiosidad de saber qué rayos hace un chico de 16 años tan lejos de casa, solo, decide no preguntar. Ya se ve incómodo, no quiere empeorarlo.

-Hey chico- llamo, casi queriendo reírse por lo rápido que el menor se volteo, con los ojos tan abiertos como un niño siendo atrapado haciendo algo que no debía. -Me vendría bien un par de manos extra aqui-

-¡Si, señor!- parece animarse un poco ante eso, dejando su camera en el respaldo de una silla y lavándose las manos, mirando al demonio al terminar, esperando ordenes.

-Te toca amazar- señaló la maza qué aun no toco y el chico no duda, poniéndose manos a la obra. En algún momento, parece notar la foto del dueño y de su madre colgada allí con orgullos, mirándola con difícil de describir brillando en sus ojos.

-¿Es su madre?- preguntó, mirando la foto y él solo tararea, asintiendo. -Ella...parece amable- parece no saber que decir pero el demonio no se lo toma como algo personal.

-Lo era- asintió, respirando profundamente y dejando escapar un silencioso suspiro. -¿Quieres escuchar historias vergonzosas de MK?- soltó, divertido al ver al menor parpadear.

-¿Tienes alguna?- parece genuinamente curioso y Pigsy se permite sonreir, sintiéndose algo victorioso.

-Muchas- bufo. -MK siempre fue torpe y desastroso pero si Mei estaba allí, todo lo que podía salir mal, salía peor- y la peor parte de eso es que, desde que esos dos se conocieron, estuvieron juntos en cada oportunidad que tenían. Eso significaba muchos desastres. -Una vez, destruyeron mi cocina...- muy pronto, el menor se estaba riendo a carcajadas por lo que le estaba contando y eso fue lo primero que escucho el sucesor cuando volvió.

MK no puede evitar sonreír enormemente al ver a su papá y a su amigo hablando. No está nada sorprendido de que Pigsy sea el primero de su grupo en acercarse y aceptar a Steven, no cuando el demonio tiene el corazón blando.

... ... ... ...

MK se abstiene con todas sus fuerza de decir que su nuevo amigo era un híbrido entre un humano y una especie rara salida de la tierra pero también es muy consiente que no puede mantener ese dato escondido para siempre.

-¡¿Tienes una gema en el ombligo?!- el grito de Tang resuena un poco en la tienda y aunque Pigsy le manda una mala mirada, los ojos ajenos están fijos en la gema rosa momentáneamente visible por la remera ligeramente levantada.

-Es...mi ombligo, en realidad- sonrió con nerviosismo, rápido en agarrar el borde de la tela para bajarla y cubrirse pero el daño ya esta hecho.

-¿Cómo?- hay curiosidad pura en los ojos del hombre, los cuales miran fijamente al menor, obviamente esperando una respuesta.

MK esta contento de que Tang haya aceptado a su nuevo amigo, incluso si es un poco demasiado entusiasta y algo bruto, pero por sobre todo, esta agradecido por Pigsy y su cuchara de madera qué golpea la nuca ajena cuando hace amague de preguntar.

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MK quiere reírse ante la expresión de desconcierto momentánea que cruza por el rostro de su amigo cuando le presenta a Sandy. Su gran musculatura y altura nol parecían encajar del todo con su sonrisa amable y movimientos suaves.

-¡MK, mi amigo!- el mencionado rio, dejándose alzar y devolviendo el efusivo abrazo del demonio. -¡Y hola, nuevo amigo!- Steven apenas hace un ruido medio ahogado cuando también es alzado en el suave abrazo y MK al fin se rinde, riendo. -Hice bocadillos...- los adentra a la casa, dejándolos en el sillón más cercano y como que tiene. -...y prepararé té- se aleja antes de que alguno pudiera decir algo.

-¿Gracias?- parpadeo aunque no tardó mucho en sonreir, viendo de reojo a los múltiples gatos que se mueven a su alrededor.

Para MK, Sandy es una bendición en momentos como este. Steven se ve ligeramente nervioso por los gatos pero se relaja rápidamente cuando estos exigen cariño y el dueño del lugar empieza a divagar sobre sus gatos. No hace preguntas raras y su dulce aura ayuda a hacer sentir cómodo a su amigo.

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Lograr convencer a Monkey King de abandonar su hermosa montaña para presentarle a su nuevo amigo es todo un reto pero vale totalmente la pena, especialmente después de ver la expresión de desconcierto y confusión de su amigo.

-¿Es un mono que habla?- Steven se inclino muy ligeramente para susurrar, sin apartar la vista del demonio.

-Viviste con gemas alienigena durante años, ¿y el mono parlante es lo que te sorprende?- no puede ocultar la diversión y la ironía en su tono.

-Cierto, cierto- asintió. -¿Es el supuesto Dios todo poderoso del que Tang y tu me han hablado?- su tono da a entender que no puede creerlo del todo.

-¡¿Dudas de mi?!- para la mala suerte, Wukong lo escucha, luciendo escandalizado.

MK ni siquiera intenta detener su carcajada mientras su maestro, luciendo ofendido a gran escala, empecé a contar sus aventuras e historia al confundido Steven, quien parece estar luchando para seguirle el ritmo.

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MK ni siquiera tuvo que llamar a Macaque, sin estar para nada sorprendido cuando el mono simplemente aparece de repente y sin aviso.

-Una gema...- tarara, sin siquiera pedir permiso al levantar la remera ajena con la cola, un extraño grito mezclado con chillido saliendo de la boca del menor. -...nunca espere ver a uno de cerca...- se alejo cuando un destello rosa rodeo al chico, quien se relajo al poder cubrir su obligó con su remera. -...o lo más cercano a uno, supongo-

-¿"Uno de cerca"?- enarco una ceja, haciendo un ejercicio de respiración para hacer que lo rosa en su cuerpo desapareciera. -¿Conoces a las gemas?- ambos chicos miran al mono con curiosidad y atención.

-Solo porque los demonios no son bien recibidos en todos los países, no significa que no estamos allí...- alzó su mano para pasarla por su pelaje en un movimiento teatral, su apariencia cambiando y luciendo como un humano de sonrisa burlona. -...escondidos a plena vista~-

-Genial~- no pudo evitar decir. Las gemas cambiaban de forma, si, pero el color de piel siempre se mantenía igual. Así que ver al mono ocultarse tras un rostro humano era lo más llamativo de todo.

-Gracias- hizo un gesto, su disfraz cayendo. -La historia de su guerra y su presencia en la tierra fue algo que estuvo rondando entre demonios durante un tiempo, aunque ahora no sé cuantos pueden saberlo- hace un gesto, las sombras que se podían ver en las paredes tomando formas, moviéndose con elegancia.

MK solo los dejo al manipulador de sombrar hacer su pequeño acto repentino, contento de ver A Steven tan cautivado con los poderes ajenos.