The Collector #5

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Espero que les guste~

Nota: Mire el final de TOH otra vez y no me resistí xD

Conocer la historia tras la decisión de Collector para disculparse lo hace sentir en conflicto pero por sobre todo, se siente triste.

El niño en si no es inocente, convirtió una isla entera en su parque de juegos y trasformo a muchos en marionetas para poder controlarlos, pero tampoco es del todo culpable, porque fue empujado a un mundo que no conocía y le arrebataron su libertad por lo que sus hermanos hicieron.

Él volvió a las estrellas, porque considero que no era bienvenido en las islas, dispuesto a aprender y crecer pero sus hermanos no le dieron una cálida bienvenida como había esperado y no tardaron mucho en empujarlo al mundo de nuevo, esta vez cayendo en otra dimensión.

-¡Mi hermanos no me querían!- había ira y tristeza en su tono de voz, todo a su alrededor oscureciendose, como si sus poderes se estuvieran descontrolando ligeramente. -¡La gente de las islas tampoco me quería!- apretó los labio que temblaban, sus puños cerrados con fuerza. -...King no me quería...Luz tampoco...ni Eda...- ahí es cuando su voz se rompe, lágrimas empezando a salir por sus ojos, un sollozo ahogado saliendo de su boca. -...nadie me quería...-

-Yo te quiero- no era una mentira. Collector podía ser difícil, sin poder entender el sentir más allá de la diversión y con su insistencia de que todo podía resolverse con un chasquido de dedos, pero a pesar de tener más años que él y sus amigos juntos, era solo un niño. Uno al qué tiraron sin advertencia, uno al que habían encerrado injustamente, uno al que le había prometido su libertad y fue traicionado por quién pensó era su único amigo. -Te quiero- repitió ante la mirada de asombro ajena, sintiendo su corazón romperse. Collector era un niño dulce a pesar de todo, con buenas intenciones bajo su brusco actuar, dulce mientras aprestaba cada pequeño momento de amabilidad dirigida hacia su presencia. -Mei también te quiere- abril los brazo, sonriendo con suavidad y cariño. -Te queremos- sus amigos se habían encariñado con el niño.

Pigsy amaba cocina de todo un poco para hacerle probar todo lo posible, Tang adoraba poder contarle cualquier historia y observar su expresión lleno de asombro, Sandy amaba tenerlo en su barco y que lo ayudará a cuidar a los gatos por voluntad propia, Mei adoraba tener la oportunidad de ingresarlo al mundo tecnológico lleno de juegos y videos chistosos, Macaque disfruta de tener un nuevo espectador para sus historias representadas en sombras, Wukong adora simplemente tener a alguien tan resistente como él y que este dispuesto a hacer bromas locas.

Abrazo a Colector, dejando que llorara contra su hombro, y cuando él se durmió, fue a llorar con sus amigos.

-Si nadie más lo quiere, puede quedarse- Pigsy estaba molesto y triste al escuchar la historia que su hijo le contó, sintiendo algo de protección hace el niño mágico que parecía venir del cielo estrellado. -Le enseñaremos a lidiar con sus sentimientos sin magia, aprenderá a vivir entre la gente. Lo ayudaremos- su seguridad hizo que MK se sintiera aliviado porque tampoco estaba dispuesto a dejar al niño solo, especialmente si nadie lo quería.

Después de eso, Collector se toma su consejo muy en serio e hizo pequeños trozos de papel azul noche con pequeñas estrellas, todas del tamaño de una invitación, y se tomó el tiempo de escribir en cada una de ellas.

"Lo siento mucho por haberlos lastimado - Collector" era un mensaje corto, adornado con sticker de lunas y estrellas, pero se veía tan esmerado y concentrado mientras escribía cada uno de los papeles.

5 cartas, 10 cartas, 15, 20 y dejo de contar cuando pasó de las 30 cartas, solo viendo como el montón se hacía cada vez más grande hasta que él declaró que había terminado, luciendo una sonrisa llena de orgullo en su rostro.

MK no va a negar que esta asombrado, no solo por la cantidad, sino también por el esfuerzo y la disposición que el niño muestra mientras las acomoda, al parecer decidiendo enviarlas luego.

-¿Podemos hacer galletas de disculpa?- preguntó cuando terminó y aunque MK amaba hornear desde el momento en el que tuvo permiso de usar el horno por si mismo, no podía imaginarse hacer poder hacer tantas, mucho menos si tenía en cuenta la cantidad de cartas que el niño había hecho.

-Son...muchas galletas- hizo una mueca ligera, sin querer imaginar cuanto podría costarle hacer tantas.

-Solo tenemos que hacer una docena...- el niño sonrió ante la falta de respuesta negativa. -...y puedo multiplicarlas~- agregó, la punta de sus dedo brillando.

-Ya veo...- aun no tenía muy en claro que poderes tenía el pequeño de cabello blanco pero sabía que era poderoso, era difícil ignorar el aura de poder que tenía cuando se emocionaba lo suficiente. -Claro, hagamos galletas de disculpa- Collector salto de felicidad y pronto, estaba flotando suavemente por el departamento, los utensilios e ingredientes saliendo de sus lugares para ser colocados sobre la mesada. La regla de "sin magia bajo techo" fue olvidado a favor de observar su gran y sincera sonrisa.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora