Golden

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Espero que les guste~

Nota: Creo que a MK le vendría bien un animal de apoyo emocional

La ansiedad, en pocas palabras, es una porquería. MK odia esa sensación de no poder quedarse quieto, de sentirse paranoico mientras mira a su alrededor constantemente y del nerviosismo que lo invade. Se siente incómodo mientras su corazón late más rápido de lo normal y el sonido parece rebotar en sus oídos. Es frustrante la manera en la que su pierna no deja de rebotar y la punta de sus dedos le duele por haber mordisqueado la piel.

Es uno de esos días en lo que no sabe que hacer, en los que se siente tan raro en términos generales que no sabe como expresarlo directamente y en los que elige tomarse un descanso.

El parque es su lugar favorito para ir en un día así. Sentarse a los pies de un árbol, sin importarle si sus pantalones se ensucian o no, con la espalda apoyada en el tronco y los ojos fijos en la gente que sigue con su rutina, dejando su mente divagar en canciones y dibujos que quiere hacer en cuanto sus manos se sientan más estable.

-No tengo hambre, tengo ansiedad...- canta en un susurro tembloroso en un intento de distraerse, abrazando sus rodillas contra su pecho en un intento sin éxito de detener el rebote de su pierna. -...Ver tanta gente acá reunida, me dan ganas de fumar- respiro profundo y sostuvo el aire por unos segundos, soltando todo con un largo suspiro. Su corazón aun late muy rápido pero puede sentir que el temblor en sus cuerpo ya no es tan pronunciado, así que lo tomará como una victoria. Cierra los ojos momentáneamente y los abre cuando siente algo frío rozar su frente, encontrándose con unos ojos oscuros que le devuelve la mirada.

-¿Eh?- parpadeo, su cansado cerebro tardando unos vergonzosos segundos en darse cuenta de que estaba viendo. Un perro, un Golden Retriever para ser más exacto, grande, peludo y por la forma en la que mueve su cola, esta animado pero por alguna razón, MK esta más hipnotizado por su pelaje brillante y limpio, pudiendo sentir un ligero aroma a pasto mojado que venía del animal. Esta jadeando con la lengua afuera y de alguna manera, logra lucir contento, casi como si le estuviera sonriendo. -Hey~- se queda quieto cuando el perro se acerca un poco más y ríe al sentir su nariz húmeda rozando su rostro, dejándolo olerlo sin mucha queja, soltando una carcajada ante la lengua que lame su frente. Baja las rodillas para quedar de piernas cruzadas y el perro aprovecha para invadir su espacio personal. -¿Qué haces aquí?- se anima a alzar las manos para poder acariciarlo, sus dedos se hunden y se pierden entre el largo pelaje brillante, sintiendo como el animal de apoya pesadamente en el toque. -¿Y tu dueño?- puede sentir que tiene collar pero no puede sentir ningún tipo de placa. -Eres muy amigable- tarareo con encanto, acariciando con mucho cuidado, viendo su cola agitarse con rapidez.

El perro invade su regazo y aunque es pesado, MK no puede quejarse, no cuando el animal apoya su cabeza en su hombro. Lo puede escuchar jadear contra su oreja, su enorme figura empujándolo en su intento de acomodarse mejor. Su peso evita que su pierna rebote y aunque se siente ligeramente incómodo, puede ignorar eso a favor de abrazarlo, acariciando su lomo con alegría y cariño, el temblor en sus manos al fin deteniéndose. Siente que quiere llorar por alguna razón, sus ojos arden por las lágrimas qué reprime, así hunde ligeramente su rostro en el pelaje dorado y se arma de valor.

No sabe si tiene dueño y teme lucir raro de estar abrazando al perro de alguien más pero poco le importa, sintiéndose consolado de una manera tan única que era difícil de expresar.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora