Desconfianza

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Espero que les guste~

Red Son nunca lo va a decir en voz alta pero tiene ciertos problemas respecto a las caras nuevas. De seguro es una consecuencia de haber estado aislado por demasiado tiempo y solo con su madre, así que relacionarse con alguien que no sea ella es difícil. Fue complicado adaptarse a tener a Mei y a MK como amigos, aun le cuesta.

Así que ver un rostro nuevo de repente y sin aviso, hace que todo su cuerpo se ponga tenso y su mente este alerta.

-¿Quién rayos eres tu?- la voz de su consciencia le dice que no tiene derecho de reclamar nada, porque no es jefe de nadie y mucho menos dueño del lugar, pero su boca es mucho más rápida que su pensamiento a veces y la pregunta sale tan brusca que hasta Mei se tensa a su lado.

-Soy...- Steven dudo, mirando de reojo a la chica, recibiendo una ligera sonrisa en señal de apoyo. -Soy Steven Universe, amigo de MK-

-El niño de los fideos...- gruñó. Envidia un poco al sucesor y su extraña habilidad de hacer amigos con tanta facilidad.

-Es amigo nuestro- aclaro Mei, avanzando para pararse en medio de ambos, lanzándole una mirada de advertencia al pelirrojo, quien solo profundiza su ceño fruncido.

-¿Dónde está MK?- Steven mira a la chica, decidido a ignorar la mirada fija de Red Son, extrañamente acostumbrado a ser fulminado con la vista. -Él me dijo que lo viera aquí y...-

-A nosotros también- asintió la chica al darse cuenta que el demonio amargado no iba a siquiera intentar ser amable.

-¡Aquí estoy!- la voz chillona y aguda es lo que rompe la tensión entre ellos, notando entonces que MK es pequeño y esta parado con todo el orgullo del mundo en el hombro de Steven.

-¿Por qué?- enarco una ceja, extendiendo su mano para que su amigo se parara en su palma y verlo sin forzar mucho la vista.

-Practicaba sigilo...pero me caí de las columnas...- señaló hacia el techo. -...y aterrice en tu esponjado cabello...- sonrió enormemente. -...ninguno me noto~- canturreo, totalmente divertido y orgulloso por aquel detalle. -¡Soy el rey del sigilo!- soltó una carcajada que hizo que el demonio se relajara ligeramente y el par sonriera con diversión. -¡Lleva a tu rey, plebeyo!- extendió sus pequeños manos hacia Steven, su sonrisa en aumento.

-¿Plebeyo?- enarco una ceja, relajándose visiblemente en su lugar. -Tienes piernas y puedes caminar, su majestad- bufo.

-¿Porfis~?- suplico con ojos brillantes y Steven solo pudo suspirar.

-Bien, te llevaré...- un grito de victoria vino del sucesor, algo que hizo al chico reír. Él era el menor entre todos los presentes pero se sentía como una especie de niñero porque MK se comportaba como un niño. -...pero solo por esta vez- aunque ambos sabían que eso no era cierto. Steven dejo que el pequeño se volviera a subir a su hombro, este aferrándose a la ropa ajena hasta llegar a su espalda y en un destello dorado, MK creció, luciendo contento de estar aferrado a la espalda ajena.

-¡A la carga, mi valiente corcel!- se acomodo, apuntando hacia el frente. -¡Al centro!-

-¡¿Ahora soy un corcel?!- hay falsa indignación en la voz de Steven, porque no puede luchar contra la ligera risa que quiere salir de su boca mientras afianza su agarre en el chico en su espalda y empieza a caminar.

-Yo puedo ser el corcel a la vuelta- hay una sonrisa en crecimiento en el rostro del sucesor. -¿Quieres volver en un tigre? ¿En un oso? Estoy practicando- la risa del híbrido se vuelve más sincera, ninguno de los dos dándose cuenta que la dragona y el demonio no los siguen.

Mei, aprovechando que el par esta relativamente entretenidos entre ellos, se acerca al demonio y levanta su mano para golpear la nuca ajena cok fuerza.

-¡¿Qué rayos te pasa, niña dragón?!- gruñó con irritación, su cabello convirtiéndose en fuego mientras volvía a fruncir el ceño.

-Compórtate y cambia esa cara de pocos amigos- ella ni siquiera retrocedió, firme y sería mientras lo mira directamente a los ojos. -Eres nuestro amigo y te queremos...- el demonio gruñó, sonrojándose ligeramente. -...pero Steven es nuestro amigo también y vas a tener que aprender a aceptarlo-

-No puedes obligarme a nada- bufo, malhumorado.

-Si lastimas a MK con tu terquedad, te romperé la cara a golpes- había una promesa brillando en sus ojos verdes para luego trotar para alcanzar al par. Red Son gruñe, no muy contento, pero se apresura a alcanzarlos.

Ese tal Steven tiene poder y no le agrada.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora