Hermanos #2

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No sé si se nota pero me inspire mucho para esto. Tenía muchas ideas sueltas, aunque al fin pude armar algo y debo decir que me gustó como quedó. Lo tuve que acortar y dejar mucho para el siguiente cap

Espero que les guste~

Nota: Me gusta el drama ^_^

Nota-2: A ver cuantos reconocen la referencia aquí xD

-¡MK!- Mei siente un alivio momentáneo al verlo pero el olor metálico es más intenso y por la manera en la que su hermano está encorvado, apoyándose pesadamente cuando un árbol, lo sabe. Esta herido. -¿E-Estás bien?- cae de rodillas a su lado y sus manos flotan porque no sabe que se supone que debe hacer.

-...Mei-Mei...- sollozo abiertamente, temblando de miedo y frío porque estaba mojado pero no mueve su mano de su hombro, donde ella puede ver el líquido rojizo que se filtra y mancha la ropa ajena. La dragona maldice, usando esas palabras que le prohibieron muchas veces decir, y se apresura a sacarse su mochila, rebuscando hasta encontrar y sacar un pañuelo de tela que siempre la obligaron a llevar, doblándolo con manos temblorosas. Aparta la mano ajena, ignorando las náuseas que la golpean ante la cantidad de sangre que emana hasta el punto de que ni siquiera le deja ver la herida correctamente, solo para poner la tela allí y obligar a su amigo a hacer presión.

-Yo...buscare cosas para ayudarte- él gime, triste y suplicante, algo que rompe su corazón. -Volveré tan pronto como pueda, lo prometo- se inclina para dejar un beso en la frente ajena y aunque se siente mal por dejarlo así, se levanta y toma su mochila para correr todo el camino de regreso.

Alguien había lastimado a su hermano.

Entra corriendo a su casa y mientras ignora la mirada fija de su familia, se apresura a meter todo lo que cree que puede necesitar en su mochila. Puede escucharlos hablar, intentando llamar su atención, pero esta concentrada en obtener todo lo que si lista mental enumero.

-Quiero salir- hablo, tiene vendas y alcohol en su mochila, eso es lo que se suponía que debía usar para una herida, así que necesita llegar con su hermano pronto porque él está solo y herido, esperando por ella. Tiene que irse.

-¡Tienes sangre en tu ropa!- Tang chilla, escandalizado y preocupado, avanzando con la intensión de revisarla. Ahí es cuando ella recuerda que sus manos habían sido manchadas con la sangre de su hermano y que se había limpiado en su ropa sin pensar porque no estaba dispuesta a tardar unos segundos en lavarse. -¿Estas bien, cariño? ¿Te lastimaste?-

-¡No, no es mía!- gruñó, esquivando las manos de su papá y sintiendo una punzada de culpa al verlo entristecer. Se disculpara luego, cuando su hermano estuviera bien. -En serio, necesito irme- esquiva a Pigsy cuando intenta agarrarla y se apresura a abrir la puerta para salir, apenas avanzando un par de pasos antes de encontrarse con dos nuevos obstáculos.

-Hey, dragona- Wukong le sonríe pero incluso entonces, ella puede ver su preocupación por ella. Mei aprieta los labios, luchando contra las ganas de llorar, porque sabe que no va a poder irse tan fácilmente. -¿Estas herida?- niega rápidamente. -¿Alguien está herido?- ahí es cuando asiente después de unos segundos de duda.

-Podemos ayudar- Pigsy y Tang se acercan, luciendo ansioso, como si solo quisieran abrazarla y no soltarla pero ella aprieta los dientes, sin saber que decir. Alza la vista cuando alguien se le acerca, sintiéndose analizada por los ojos dorados de su tío.

-Mei, escúchame...- Macaque se inclina solo para mirarla a los ojos, tomando sus manos entre las suyas. -...tienes mucha sangre encima, así que la herida de tu amigo es mala, ¿verdad?-

-No puede verla bien- confiesa con pena.

-Si ese es el caso, podría necesitar puntos y no sabes hacerlo...- ella se encogió ante eso, sabiendo que era verdad. -...así que déjanos ayudar-

-Le di mi palabra que nadie sabría que esta aquí- murmuró con tristeza y nervios.

-Sé que tú palabra significa mucho...- el cerdo se acercó, mirándola con preocupación. -...pero tu amigo esta herido y necesita ayuda-

-Y si alguien lo lastimó, podemos protegerlo mejor si esta aquí- el dios decide decir, esperando poder convencerla.

Ella apretó los dientes, sintiéndose mal por estar a punto de romper su palabra pero él lo necesitaba, así que asintió y dándoles la espalda, empieza a correr, adentrándose al bosque, sabiendo que su tío la sigue de cerca, y se siente fatal ante el olor metálico que la guía, su pánico en aumento al ver a su hermano tirado en el suelo, luciendo muy quiero para su gusto.

-¡MK!- casi lloro mientras se arrodillaba a su lado. Se ve mal, pálido y apenas consciente, su respiración lenta y pausada, con demasiada sangre a la vista. Extiende sus manos pero antes de poder tocarlo, su tío se le adelantó, arrodillados, pasando una de sus brazos con mucho cuidado bajo el chico para levantarlo con mucho cuidado y logrando que el chico abriera los ojos para mirarlo, aunque sus pupilas están dilatadas. Macaque no puede negar que esta sorprendido, no solo por la apariencia del menor, sino por los ojos dorados que se encuentran con los suyos.

-...eres como yo...- jadeo el chico, logrando que el asombro estuviera en su tono porque estaba demasiado débil para demostrarlo mejor. El mono podía sentir que algo en su interior se estremecía y se ablandaba, mostrando una muy suave sonrisa mientras revisaba la herida con ojo atento, aunque no podía ver muy bien con tanta sangre en el camino.

-Te dije que te veías como mis tíos- Mei sonrió, intentando lucir animada y logrando que MK le mostrará una débil sonrisa. El mayor frunció el ceño, notando algo que llamo su atención, moviendo ligeramente la parte de enfrente de la ropa del menor para ver mejor y maldiciendo entre dientes. Hay venas oscuras que parecen venir de la herida, ocupando la mayor parte del lado derecho de su pecho y al parecer, extendiéndose.

-Te voy a dar una tarea muy importante, Mei- ella se endereza, atenta a lo que su tío le está por decir. -Conoces el bosque, así que quiero que vayas y busques una flor azul con espinas rojas-

-¿Es un truco?- frunció ligeramente el ceño, sin querer dejar a su hermano.

-Tiene veneno y los pétalos de esa flor se usan como antídoto, las necesito- si era el veneno que creía, no era mortal pero en el estado actual del chico, podía ser peligroso.

-¡¿V-Veneno?!- jadeo con pánico, aunque fue rápida en recomponerse. -¡Las buscaré!- mira a su hermano una vez más antes de darse media vuelta y correr, murmurando casi como un mantra "flor azul, espinas rojas".

Macaque no pierde tiempo y se transporta de vuelta a la casa con sus sombras, acunando al niño entre sus brazos. Puede escuchar los jadeos de sorpresa y horror de los familiares a su alrededor pero esta más concentrado en el chico, quien jadea, luciendo al borde del desmayo. Da ordenes rápidas que ninguno duda en obedecer y se adentra en el cuarto extra que tiene la casa, sus manos rápidas para ayudar al niño.

No mucho después, Mei vuelve jadeando, con las manos llenas de escamas verdosas para agarrar sin dificultad las flores con espinas rojizas en su tallo y aunque intenta entrar para estar al lado de su hermano, se siente frustrada cuando no se lo permiten y en cambio, la obligan a bañarse para poder limpiarse la sangre y ponerse ropa limpia, siendo arrastrada por sus padres a la sala.

Ahora, solo quedaba esperar.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora