Piedras #9

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Estuve leyendo otros fanfic y creo que mi versión de los personajes es la más cariñosa que he encontrado hasta el momento xD

Espero que les guste~

Nota: Primero, mi intención fue hacer un encuentro tranquilo y amigable pero entonces...mi cerebro dramático decidió hacer otra cosa y aquí esta xD

Nota-2: ¿Quién vio la nueva película de Spider-man? Yo al fin pude verla completa. Miles es mi favorito~

Nota-3: Muchos de ustedes tienen razón. MK se mantiene alejado del monje porque puede sentir que él es el responsable de la corona y desconfía de sus intenciones porque teme que le ponga una corona también

Macaque sintió una punzada en la cabeza, acompañado de una sensación de terror y súplica que de alguna manera sabe que no son suyos. Se sienten lejanos, justo en la parte de atrás de su mente, y es insistente, como un grito de ayuda, pero en algún momento, simplemente...se detiene. Hay alivio repentino, seguido de alegría y para terminar, calma. Aun puede sentir una presencia ajena en el fondo de su mente, una sensación extraña y difícil de explicar, una que decide ignorar lo mejor posible y esperar a que desaparezca por si sola.

Para su mala suerte, no lo hace.

La sensación es persistente. En su mayor parte, es curioso, algo que a veces se convierte en fascinación y luego felicidad, haciéndolo bufar con diversión de manera inconsciente. A veces es triste, melancólico, y sus ojos le molestan ligeramente por las ganas de llorar que no son suyas. En momento, es energético, loco y un poco frenético, algo que envía punzadas en su cabeza.

No lo entiende y sinceramente, no tiene ganas de entender, solo quiere que se detenga o que desaparezca pero eso no sucede.

-Déjame en paz- gruñó de malhumor. La sensación en ese momento está lleno de emoción, tirando de él con insistencia, casi diciendo "¡Ven a verme!" con sólo sentimientos. Raro y molesto. -No voy a ir a ningún lado- cree que la extraña conexión no funciona así, no parece ser una vía de ambos sentidos, pero al diablo, esta cansado y la importa poco lo raro que de seguro se ve hablando solo en voz alta. -Nop, no iré- se niega a obedecer pero la sensación se hace más fuerte, tirando de su mente hasta el punto de darle una punzada en la cabeza y de repente, la emoción se convierte en miedo y luego enojo, ira ardiente y momentánea, que luego desaparece y deja paso a la tristeza mezclada con pánico. Eso es lo que lo obliga a moverse.

Moverse en sus sombras es rápido y fácil, seguir la sensaciones en el fondo de su mente es extraño. Es casi como seguir un camino que no puede ver pero que si puede sentir y eso lo lleva al bosque.

Mira a su alrededor con ojos atentos, pudiendo escuchar hojas arrugarse y algunas ramas rompiéndose. Ahí es cuando lo ve, el causante de todo, podía sentirlo. Su sorpresa más grandes no es que sea pequeño o que sea un niño, se había imaginado que era menor, sino el hecho de que se parezca a él. Es de su misma especie.

-¿Pero qué...?- y no puede creer del todo lo que esta viendo. Da un paso atrás, confundido y alerta, viendo al pequeño mono detenerse no muy lejos suyo, luciendo en pánico. El pelaje erizado, los ojos abiertos y con lágrimas manchando sus mejillas. Lo reconoce, incluso si a elegido mantenerse lejos de Wukong y su extraño grupo, los a visto de vez en cuando y el sabe que el pequeño es el miembro más reciente, uno que llamo la atención de muchos.

-¡Lastime al monje!- sollozo el niño. Macaque puede sentir su arrepentimiento puro, mezclado de miedo y tristeza. -¡No quería hacerlo, en serio que no!- parece luchar para explicarse, intentando limpiar las lágrimas que se niegan a detenerse.

-¿Al monje?- frunció ligeramente el ceño, agachándose pasa quedar de cuclillas, intentando que el chico lo mirara. Puede escuchar voces más allá, discutiendo al parecer pero se centra en el menor, ya teniendo un presentimiento. -¿Qué paso?- es suave, casi amable cuando pregunta, porque este es un niño asustado, ya puede conseguir respuestas de lo otro más tarde.

-¡Estaba lastimando a Wuko!- y Macaque se tensa pero se queda muy quieto en su lugar. -Estaba hablando, rezando y...y esa corona estaba brillando, lo estaba lastimando...- algo en el mayor se estremece y se ablanda, pudiendo entender la desesperación ajena. Se había sentido así la primera vez que vio como esa corona funcionaba, los gritos ahogados y quejidos de quien había sido su amigo aun lo siguen en pesadillas. -...yo solo quería que se detuviera, que dejara de lastimarlo- cerro los ojos con fuerza, luciendo avergonzado y culpable.

-Oh, chico...- siente empata. Lo entiende, lo había sentido y sinceramente, es de lo peor y no puede imaginar que tan mal puede sentirse un niño que solo había querido ayudar a alguien querido.

-...quiero un abrazo...- MK acorta la distancia entre ambos y Macaque apoya la cola en el suelo para no caer de sentón cuando el menor básicamente choca contra su pecho. Sus manos flotan, sintiéndose fuera de lugar pero puede escucharlo sollozar contra su hombro, sentir las pequeñas manos que tiran de su ropa y su cuerpo temblando, acurrucándose en un intento de hacerse más pequeño de lo que es. Se está disculpando entre lágrimas y eso, rompe el corazón del mono.

-No es tu culpa, Kid- se ablanda lentamente y con algo de cautela lo rodea con sus brazos, una de sus manos terminando en la nuca ajena para darle una caricia en un intento de consolarlo. Sus orejas se agitan, puede escuchar como alguien se acerca y sabe quien es sin necesidad de verlo. La sombra bajo sus pies se extiende, permitiéndole hundirse en la oscuridad tan familiar y se queda allí, flotando en la nada, permitiéndose tararear suavemente hacia el niño que se niega a soltarlo.

La sensación en el fondo de su mente se siente más tranquila, como si algo se hubiera acomodado.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora