~Monkie Kid~ 5️⃣

Syntax #3

Espero que les guste~

Nota: Según internet, las hembras ponen aproximadamente 100 o más huevos, que envuelven en un saco de seda.

Nota-2: Veré si hago una versión de esto para "Papá Macaque" pero no les prometo nada

Resulta que intentar convencer a Spider Queen que devolviera al niño a la superficie era mucho más difícil de lo que quería.

-Es humano- gruño por lo que parecía ser la decima vez en la discusión. -Peor aun, es un niño. Su sistema inmunológico es débil, apenas se esta desarrollando, eso significa que es susceptible a enfermedades e infecciones, lo que es malo si eso significa estar en una alcantarilla- esta tan cansado que solo quiere encerrarse en su cuarto y quizás ignorarla por un tiempo. -

-Es mío- Spider Queen sonaba algo desesperada, casi como un infante que hace un berrinche cuando le niegan algo.

-No, no lo es- suspiro. -Es un niño que lo único que quiere ese ir a la superficie y buscar a su papá-

-Puedo transformarlo- sonaba tan dispuesta que era algo escalofriante.

-Oh si, gran idea- rodo los ojos, sin importarle si se veía grosero. Estaba cansado, fastidiado con la actitud de ella. -Has que el niño sienta ese dolor, te amara después de eso- el sarcasmo es notable porque en realidad, fue horrible. La quemazón que sintió mientras su piel se hacia más gruesa y se oscurecía hasta tornarse violeta, el dolor de cabeza intenso mientras su cabello se volvía verde y su sentidos se volvían más intensos, el ardor mientras sus ojos cambiaban a verde y arreglaban su vista nublada. El dolor se volvió agonía mientras sentía esa mochila clavarse en su espalda.

-Él lo entenderá- no parece del todo convencida.

-No lo hará, es un niño- bufo. -Lo único que sabrá es que lo obligaste a sufrir para transformarlo en algo que no quiere, que lo alejaste de todo lo que amaba y lo arrastraste hasta aquí- se cruzo de brazos, sintiendo una ligera satisfacción al ver como la expresión de ella caía con sus palabras. -Te odiara- se aleja, porque sabe que en realidad no va a conseguir nada en esos momentos y decide buscar comida. Aun queda ramen instantáneo gracias al cielo y no tarda mucho en prepararlo, decidido a ignorar la mirada fija de la reina mientras se adentra a su habitación, cerrando la puerta con un poco más de fuerza de lo previsto.  El menor aun esta acostado, una tonada animada sonando, de seguro de lo que sea que estuviera viendo. -Hey, chico- llamo su atención, avanzando para sentarse en su silla giratoria.

-¡Volviste!- MK sonrió, animándose de verlo, enderezándose para poder verlo con atención y pausando el video que había estado viendo.

-Aquí, comida- le extendió uno de los potes de ramen instantáneo.

-¡Fideos!- acepto la comida con gusto, comiendo con un poco de apuro. Tenía tanta hambre. -Mmm, papá estaría furioso ahora- murmuró, riendo entre dientes antes de meter otro montón de fideos a su boca, masticando con alegría.

-¿Por?- se dispuso a comer su propia pasta, permitiéndose relajarse ahora que estaba en lugar seguro.

-Es un cocinero, así que no le gusta lo instantáneo- tarareo. -Él dice que los mejores platillo con los que se hacen desde

-No sé cocinar, así que lo instantáneo es mi salvación- bufo con diversión, escuchando al niño reír ligeramente.

-Cuando vuelva a mi casa, puedes probar los fideos de mi papá- sonrió y Syntax no pudo evitar devolverle el gesto, sintiéndose mal por lo que iba a tener que decirle. -¿Puedo irme a casa ahora?-

-Aun no- negó. -Nuestra reina no parece estar...pensando muy bien- hizo una mueca al ver como la expresión del niño decae, luciendo al borde de las lágrimas.

-No entiendo- MK frunció el ceño, genuinamente confundido. Era un niño, uno que de seguro solo pensaba en jugar y comer, que solo quería irse de allí en esos momentos, así que el mayor no podía juzgarlo mucho supuso. -Yo no le hice nada-

-Dime...- se cruzó de piernas mientras apoyaba su codo en el apoyabrazos de su silla giratoria y apoyando su mejilla contra su mano, luciendo despreocupado. -...¿Qué tanto sabes de las arañas?- toma lo que queda de su comida, dándole tiempo al chico de responder.

-Que todo lo que tenemos aquí...- señalo su pecho con énfasis. -...lo tienen en el trasero- lo dijo con tanta seriedad que era difícil sentirse ofendido, un ruido feo y ahogado saliendo del demonio, quien luchaba para evitar reírse y no molestarse ante lo poco exacto.

-Si, bien, eso...- bufo, tosiendo con fuerza, porque tenía muchas ganas de reír. -...en parte cierto- se recordó a si mismo que solo era un niño. -Continua- hizo un gesto.

-Son feas- se estremeció con fuerza, haciendo una mueca de espanto. -Tiene muchos ojos y patas, además de esa cosa rara que creo que es su boca. Comen insectos que quedan atrapado en sus tela de arañas pegajosa- tomo lo que quedaba de su comida, suspirando con satisfacción al tener su estómago cálido y lleno.

-¿Algo más?- enarco una ceja, esperando por algo determinado.

-Tienen muchos bebés...- no parecía muy seguro de sus palabras pero pareció animarse cuando el demonio asintió. -...pero la gran araña malvada no- pareció pensativo por unos segundos, solo para sobresaltarse y abrir los ojos con horror. -¡Yo no me lleve a sus bebés, lo juro!- se estremece.

-No, no lo hiciste- negó, dejando escapar un largo suspiro. -Ella los perdió hace mucho tiempo...- eso es lo que suponía. -...pero no puede tener más bebés- otra simple suposición.

-Que triste...- MK hizo un puchero, luciendo triste por lo que escuchaba, aunque frunció ligeramente el ceño a los pocos segundos. -...pero yo no quiero ser su bebé, quiero volver con mi papá- sus labios tiemblan.

-Lo sé- dejo el pote vacío sobre la superficie más cercana y después de un poco de duda, se paro solo para sentarse al lado del menor, tomando su pote vacío para dejarlo junto al suyo. MK se desmorona, sollozando abiertamente, murmurando del como quiere volver a casa, suplicando por su papá, inclinándose para acurrucarse contra el costado del demonio. -Te llevaré a casa, tranquilo- le acarició la cabeza con torpeza, dejándolo desahogarse, su mente rápida mientras pensaba en su siguiente movimiento.

Iba a devolver al niño a su casa.