~Monkie Kid~ 5️⃣

Niño

Espero que les guste~

Nota: Me gusta molestar a Tang xD

Pigsy nunca había tenido un plan concreto para el futuro más allá de hacerse cargo del restaurante y hacer sentir orgulloso a su mamá cada día en el que servía comida. La idea de una pareja e hijos quedo en el fondo de su mente con la muerte de su adorada madre, muy lejos y casi borrada.

Entonces, se encuentra con un niño desnudo y cubierto de barro en la puerta de su tienda más allá de la hora de cierre, los enormes ojos oscuros mirándolo con pura curiosidad e inocencia. Su corazón es demasiado blando y lo sabe, así arrastrarlo adentro, limpiarlo y vestirlo solo para sentarlo frente a un plato humeante de comida no es realmente solo una opción, es una realidad qué no siquiera duda en realizar.

Es extraño, el chico se mantiene inexpresivo en su mayor parte y con sus ojos curiosos viendo todo a su alrededor, luciendo tan asombrado que le hace preguntarse de donde viene, además de que no dice nada, solo hace pequeños sonidos para expresar su gusto o su disgusto.

A partir de allí, obtuvo una especie de sombra. Lo seguía de cerca, ya sea agarrando su mano o aferrándose a su ropa, pero también exigía a ser alzado en casa oportunidad posible, aunque a veces se descuidaba y terminaba siendo trepado como si fuera un árbol, terminando con el chico aferrado a su espalda o a su brazo como si fuera una especie de mono.

Parece mayormente tranquilo y relajado pero también resulta ser algo hostil si te acercabas demasiado, algo que solo descubre cuando llamo a servicios infantiles para alertar su presencia, principalmente antes de ser denunciado, e intentaron hacer amague de llevárselo, tuvo que sujetarlo y alejarlo para que no mordiera a nadie. Fue malo, lleno de gritos y mordidas, así que al final lo dejaron en paz y bajo su cargo.

Obtuvo un hijo antes de siquiera poder analizarlo pero incluso si aun esta preocupado y se siente como si estuviera en shock, no encuentra nada en si mismo para arrepentirse, no cuando el niño le sonríe abiertamente y completamente contento de solo verlo.

Lo mantuvo oculto de quien se hacía llamar su mejor amigo, no por vergüenza, sino por temor a lo que el hombre podía decir y del cómo podría reaccionar el niño. Agradece que el de anteojos haya decidido viajar pero sabe que lo inevitable se acerca.

Su primer encuentro salió tan mal como lo había esperado, con el tonto de su amigo entrando como siempre y exigiendo comida gratis para variar, aunque su voz muere en el instante en el que se fija en su nueva adquisición. Espera la siguiente reacción pero aun así, hace una mueca.

-¡¿Desde cuándo?!- grito, señalando al niño casi de manera acusadora y con los ojos tan cómicamente abiertos que dan ganas de reír pero Pigsy no puede hacerlo, porque toda su atención se dirige rápidamente al pequeño acurrucado contra su pierna al escucharlo gemir.

-Oh, no...- los ojos oscuros brillan y su labio inferior sobresale en un puchero, temblando visiblemente. -No, no, no, no- se apresura a agacharse pero sus suplicas caen en oídos sordos y muy pronto, el llanto comienza, llamando la atención de los clientes presentes. Su corazón se rompe por las lágrimas y el sonido, alzándolo para dejarlo enterrar su rostro en su hombro y se esfuerza en consolarlo, ignorando sin mucho problema los lloriqueo y reclamos del adulto sentado frente al mostrador.

Tang intenta hacer la paz en su siguiente presentación y le muestra una amable sonrisa al niño, quien procede a simplemente alejarse y esconderse tras Pigsy.

-Te lo ganaste~- bufo con burla al ver como su amigo luce devastado ante la indiferencia pero el chico tomo su decisión y no va a obligarlo.