Miles Morales #7

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Espero que les guste~

Nota: Lo rescribí como 3 veces antes de quedar satisfecha xD

Se subieron al techo de un edificio para estar fuera de la vista de todo en cuanto la policía se acerco, permitiéndose algo de tiempo para respirar pero había algo que aun debía hacerse. Despedirse era una parte difícil, especialmente cuando no sabías si ibas a volver a ver a aquellos seres queridos, aunque esperaba poder volver a verlos en mejores circunstancias.

-Gracias...por todo- Miles sonrío, pequeño y tentativo, demasiado cansado como para mostrar una sonrisa usual pero esperaba que su alivio y alegría llegaran a sus amigos.

-Fue un placer, mi amigo- Noir asintió y aunque no parecía del tipo muy cariñoso, abrió los brazos, el menor acercándose rapidamente. Ser abrazado con firmeza era algo muy bienvenido después de todo lo que había sucedido.

-¡Cuando necesites amigo!- Jam se único como pudo al abrazo, luciendo al borde de las lagrimas de una manera tan cómica que era digna de un dibujo animado. Era divertido y extraño verlo. Cuando se separo de ellos, miro a la niña, quien lloraba en silencio en esos momentos.

-Lo siento, lo siento mucho- lucia devastada y triste, luchando para detenerse pero sin lograrlo, limpiando inútilmente sus mejillas mojadas de una manera algo brusca.

-Esta bien- Miles negó. Peni no lo había ayudado, tampoco lo había visitado, pero no lo había perseguido y teniendo en cuenta su apariencia actual, era obvio que ella tenía grandes problemas en su propio mundo. Ella se veía tan mal como él se sentía en esos momentos y quizás por eso no sentía que pudiera estar enojado, no cuando lucia al borde de romperse. -Todo esta bien- la abrazo con fuerza, acariciando su cabello con cuidado mientras la dejaba llorar contra su pecho. La soltó cuando ella dejo de llorar, compartiendo una ligera sonrisa. Dolía verlos desaparecer en un portal pero ese era el destino final de todo, aunque estaba seguro que los vería.

-¿Hay alguna posibilidad de devolverlo a la normalidad antes de irnos?- Peter hablo, llamando la atención del menor, levantando el frasco con expresión nerviosa. No parecía saber que decir para mejorar sus situación, así que lucia dispuesto a fingir demencia lo mejor posible. MK sintió una vaga sensación de Déjà-vu por alguna razón.

-¿Puedes hacerlo?- Miles se volteo a verlo. No quería devolver al hombre a su tamaño original, temiendo en ese momento ser atacado, pero la presencia reconfortante de Hobie detrás suyo le daba la sensación de estar protegido, algo que no había sentido mucho últimamente.

-Nunca lo intente...- sincero y directo. -...pero siempre hay una primera vez para todo- se acerco y extendió las manos, concentrándose en agrandar en vez de encoger. Sus manos brillaron y con un estallido dorado, el frasco se rompió por culpa del hombre que de repente creció. Miles se tenso, aunque todos allí hicieron una mueca ante el fuerte olor a ajo que el mayor tenía encima. Era lo suficientemente potente como para hacer llorar los ojos los presentes.

-¿Donde esta Spot?- porque estando encerrado, sus sentidos ahogados por culpa del olor fuerte a ajo, no había podido ver lo que había sucedido.

-Aquí~- mostro la esfera con orgullo, alejándose de un salto cuando el mayor la intento agarrar. -Esto se va conmigo-

-Eso debe estar en una celda de seguridad para evitar cualquier tipo de problema- gruño, mostrando esos afilados dientes que daban escalofríos pero MK se había enfrentado a seres más grandes y poderosos que él, así que estaba tranquilo.

-Yo lo encerré, yo me lo llevo- no confiaba en que la esfera cayera en manos de ese hombre. Además, estaba seguro que su maestro iba a colocar su captura en algún lugar de su casa como una especie de trofeo en su nombre. -Puedo encogerte otra vez si quieres pelear- no era un ser amenazante según todos sus amigos, así que ni siquiera lo intento, sonriendo grande y divertido, la punta de sus dedos brillando.

-...como sea...- les dio la espalda de mala gana, abriendo un portal para adentrarse sin decir nada más. MK tenía la sensación de que él se sentía humillado y avergonzado. Noto como Peter y Gwen miraban a Miles con expresión suplicante pero el adolescente no los miraba, demasiado ocupado en apoyarse en el hombro del Punk, cerrando los ojos por un rato.

-Creo que seria mejor que se vayan...- porque la traición era dolorosa, sintiéndose como una quemazón que no se calmaba incluso después de unos días, y sinceramente, Miles no lucia dispuesto a siquiera intentar perdonarlos. -...podrían intentar hablar con él en otro momento- sonrío ligeramente

-Yo...creo que si, es lo mejor por el momento- Peter se inclino, susurrando algo a la triste chica, algo que logro que algunas lagrimas salieran de sus ojos. Ninguno de los dos estaba feliz, lucían tan tristes y poco dispuestos a irse, pero aun así, cada uno abrió su portal y mirando al adolescente una vez más, se fueron a su propios mundos.

Miles abrió los ojos justo a tiempo para ver los portales cerrarse, sintiéndose vacío pero aliviado al mismo tiempo. Se quedo allí por unos segundos, incluso cuando los portales ya no estaban, y no pudo evitar dejar escapar un tembloroso suspiro. Sus piernas temblaron y le fallaron, amenazando con dejarlo caer de lleno, pero había manos grandes y rapidez que lo sujetaron de repente, impidiendo un golpe.

-Tranquilo, amigo- Hobie murmuro, ajustando su agarre lo mejor posible, sin lucir molesto por soportar el peso ajeno. El adolescente estaba muy agradecido por su ayuda.

-¿Estás bien?- MK se acerco, mostrando una pequeña sonrisa, luciendo preocupado por el menor.

-Lo estaré, solo necesito...algo de tiempo- tarareo, agradecido nuevamente cuando el Punk lo guio con toda la amabilidad que tenía para ayudarlo a sentarse. No era nada cómodo pero le daba la oportunidad de relajar un poco sus músculos, especialmente cuando pudo apoyarse en el hombro del más alto cuando este se sentó a su lado.

-¡Traje comida!- Pav apareció de repente, levantando bolsas llenas con orgullo y emoción. -La amable señora de la tienda me dio de más como agradecimiento por haber salvado la ciudad- comento mientras se acercaba para sentarse, sacando una botella de agua y abrirla, extendiéndola hacia su cansado amigo, quien lo acepto con gusto.

Comer después de todo ese desastre era un gran alivio para todos ellos, porque podían tomarse un momento de disfrutar de la paz momentánea y de la compañía pero incluso entonces, MK podía notar algo que llamo su atención. Miro de reojo hacia Miles, notando como retorcía sus dedos de manera dolorosa, y se pregunto si él estaría sufriendo algún tipo de ansiedad de solo pensar en enfrentar a su familia. Conocía la sensación y no era nada linda. Así que metió lo que quedaba de su sándwich a la boca, masticando con torpeza y tragando apenas tuvo la oportunidad, gateando hacia su nuevo amigo.

-Amigo, ¿Qué estas...?- se callo, viendo como el cuerpo ajeno se iluminaba de color dorado y se encogía, mostrándose de repente como un gato de pelaje castaño y con un brillo de orgullo en sus ojos. -Esto es super raro- bufo, divertido, dudando un poco antes de pasar su mano lentamente por el pelaje castaño.

-Nha, no lo es- ronroneo, contento ante la risa ajena. -Hago esto todo el tiempo...- extendió sus patas delanteras, enganchando ligeramente sus garras en el pantalón del Punk. El jean bajo sus almohadillas se sentía bien, así que se permitió amasar lentamente la pierna ajena, ignorando como Hobie enarcaba una ceja. No estaba escuchando una queja, así que no iba a detenerse. -...aunque a Mei le suelen gustan más los perros-

-¿Puedes transformarte en otros animales?- Pav pregunto con ojos brillantes, luciendo genuinamente curioso y MK tarareo, moviendo su esponjada cola con diversión.

-Oh si, en muchos- sonrío, aliviado de sentir como ellos se relajaban lentamente en sus lugares. -¿Alguna petición?- y pudo ver como una gran sonrisa se dibujaba en el rostro ajeno.

-¡Quiero ver un tigre!- dio pequeños saltos en su lugar, sacando su teléfono de quien sabe donde y MK rio, saltando de su lugar, dispuesto a cumplir.

Algunos curiosos que estaban abajo o aquellos que estaban en los edificios a su alrededor, se sorprendieron mucho ante los destellos dorados que podían notar venir de aquel techo pero ninguno podía ver nada raro desde la distancia y le restaron importancia.

~Monkie Kid~ 5️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora