22 de agosto del 2139 a 20 de enero del 2140
El olor a jazmín y rosas se mantenían aún intactos junto al tacto de sus labios muriendo sobre mi boca, tan dulce y tan amargo, tan etéreo y tan lejano que se sentía, a veces la mente era malvada, yo solo veía la mitad de lo que tú encontrabas dentro mío, aun así quería que te quedes aquí junto a mí, no quiero que te alejes, mis miedos te reclaman, mis labios ya te extrañan, mi mente ya te piensa, habías dejado una huella dentro de mi pecho la cual tenía marcado tu nombre.
Me mantenía totalmente perdida en mi pensamiento cuando de repente sentí una mano que me sacudía desde mi hombro.
—¿Te encuentras bien? estás cómo perdida desde ayer, volviste totalmente callada a casa —la abuela me miraba preocupada.
—Lo siento, no es nada, el chico Woods... el... —mi cara empezó a acalorarse luego de recordar el rose de nuestros labios, estaba acostumbrada a contarle todo lo sucedido a la abuela pero me sentía rara de hablar sobre lo que había sucedido.
—¿Qué sucede?, ¿estás enferma?, te encuentras totalmente roja, ya en un rato me debo ir y tu madre no está aquí, si te sientes mal no te preocupes de ir a la fábrica, te traeré algo de comida, tu descansa. —Ella tocó mi frente, denotando preocupación en su cara, si nos enfermábamos era realmente muy difícil acudir a algún hospital así que era normal que se preocupara así.
—No es nada babu, no te preocupes, te quería decir que Eli, él se ofreció a enseñarme con las cosas aprendidas en sus clases, me ha dado el libro que tengo en la bolsa —intenté cambiar la conversación, sentía demasiada vergüenza sobre el beso.
—Eso realmente me alegra, me sentía realmente apenada porque no sabía si realmente tendría tiempo para tu enseñanza—. La babu dejó ver una gran sonrisa proveniente de la felicidad que reflejaba su rostro.
—No sé qué pensar de él, cuando estoy a su lado me siento rara, tengo miedos, pienso muchas cosas y me vuelvo loca. —Realmente no sabía qué pensar de él y fui en busca de una respuesta de la abuela para lograr calmar algunas de mis dudas.
—Estas pasando por un proceso en el que te sientes confusa al vivir nuevas experiencias, tu nunca te sentiste así por otro chico y quizá será por eso que tienes miedo a eso nuevo que está sucediendo, más allá de que sean cosas realmente bonitas, nosotros no estamos acostumbrados a esas cosas, son más golpes los que recibimos y cuando algo así sucede perdemos el equilibrio sentimental. —Quizá ella realmente comprendía mejor las cosas y yo tenía miedo de lo que estaba sintiendo por él.
—Creo que tengo miedo de que solo sea un juego, que esté conmigo por lástima, porque soy la niña pobre que no tiene nada—. Me dolía pensar eso pero a veces se cruzaba por mi cabeza.
—El muchacho realmente te tiene loca, no sé cómo es Elí pero su abuela es una gran persona y sé que le enseñó los valores necesarios para no ser ese tipo de persona —las palabras de la abuela lograban distraer mi cabeza por un rato de esos malos pensamientos.
—Deberías irte, se te hará tarde para ir a la granja—. No me quería quedar sola con mis pensamientos pero tampoco iba a hacer que la abuela se retrasara.
—¿Estarás bien?
Tomé a la abuela de la espalda y la fui empujando con dirección a la salida, no quería que perdiera más tiempo escuchando mis cosas de niñata sentimental.
Aún quedaba tiempo para comenzar a trabajar en la granja pero decidí dirigirme lentamente hacia allí para despejar los pensamientos que se encontraban en mi cabeza, comencé a recorrer las embarradas calles del pequeño sector comercial de Zatsas, el lugar se encontraba deteriorado casi en ruinas, aquí muchas de las chicas ofrecían sus favores para lograr sobrevivir, si eras de Zatsas no tenías muchas más opciones que intentar lo que sea para sobrevivir, los que no tenían la "suerte" de entrar a trabajar en las granjas y fábricas hacían lo que podían para sobrevivir desde vender su cuerpo hasta trabajos completamente perjudiciales para su salud.
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La verdad detras de sus ojos
Teen FictionEspero que les guste y disfruten de esta historia, la cual escribí para tres personas importantes en mi vida. Mi primer amor, quien me hizo comprender que más allá de la distancia, se podía amar de la manera más hermosa posible. A ella, van dedicada...