Capítulo 40. Aquello que asusta una vez mas.

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Me pregunté por qué el amor duele, si todo el mundo lo pinta como algo hermoso. Nadie te habla de los miedos, la ansiedad, aquellas noches sin dormir pensando que la cagaste, y de las cantidades de lágrimas derramadas por una pequeña levantada de voz. Entonces, ¿qué mierda es el amor en realidad? Para la ciencia, es una pequeña reacción química que es enviada al cerebro, un proceso neurológico, algo que se puede explicar como un conjunto de toxinas que están en el cuerpo y comienzan a reaccionar generándote estímulos agradables para ti. Pero cuando una de esas toxinas desaparece, llega lo peor, se siente horrible porque tu cuerpo la necesita, así como tu piensas que necesitas a esa persona que crees que es tu amor. Lloras, pataleas, te odias a ti mismo. Así se siente el cuerpo sin la dopamina que generaba esa persona en ti.

En cambio, un psicoanalista pensaba diferente del amor. Este decía que el amor, algo incomprendido, era experimentar impulsos, emociones y creencias que surgen de nuestro inconsciente. Entonces, ¿cómo darle sentido a algo que ni siquiera sabemos qué es, pero que realmente se siente cuando esto sucede? Hay tantas descripciones diferentes para el amor que no sé con cuál quedarme. Incluso otros dicen que es un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser intentando llenar cada uno de sus vacíos, aquello que es llamado la fuerza de hacer el bien por otra persona.

Entonces, ¿por qué duele? ¿Por qué te termina lastimando tanto, por qué te hace cambiar y te llena de preguntas? Será por esa intensa preocupación que se genera al amar, por que, a diferencia del gusto, algo te puede llegar a gustar pero no amarlo, es bastante diferente porque el gusto carece de cosas que solo están en el amor, como la pasión, cercanía, fascinación por algo que te gusta. Y como mencioné anteriormente, una intensa preocupación en todo momento. Te preocupas por cómo piensa de ti, por qué te habla diferente, si la cagaste, si necesita algo, si está bien o está mal. Te llenas de dudas que luego no puedes dejar de pensar, incluso mientras estás en una fiesta rodeado de personas pasándolo bien, estas preguntas llegan a tu cabeza y no te dejan de atormentar.

El amor se presenta de muchas maneras diferentes y tiene tantas máscaras que a veces es difícil comprenderlo. Tal vez por eso solemos pensar que el amor es como una novela, película o libro que hemos leído, donde todo es color de rosa y la pareja supera todas las dificultades juntos, terminando en una final feliz. Pero esto no siempre sucede así en la realidad y es un error pensar que siempre habrá un final feliz en el amor. A veces las cosas salen mal porque uno de los dos no ama o porque no sabe cómo amar. Como decía un psicoanalista, ¿cómo podemos entender el amor si es tan cambiante? Si ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos, ¿cómo podemos amar a alguien más?

El amor está influenciado por todas las historias que hemos leído, películas que hemos visto y cuentos de hadas que nos han contado. Muchas personas buscan un amor idealizado y no aprenden a tratar a la otra persona o a entender los diferentes tipos de amor que existen. Existen diferentes maneras de enfocarnos en el amor, ya sea por intensidad, a quién amar o en la forma de expresarlo. Por eso, no existe una definición única de lo que es el amor.

Lo que sí es cierto es que para saber amar, hay que comprender que el dolor siempre estará presente. No todo es bonito y a veces no hay vuelta atrás. Hay que aprender a soltar y aceptar que nos podemos caer y dejar secuelas que tardarán tiempo en curar. Pero esto no quita que el amor es un proceso necesario para sentirnos vivos, aunque a veces pueda hacernos sentir que nos está matando. Por eso, hay que amar y aprender a luchar contra nuestros miedos y pensamientos negativos. No debemos dejar de amar, porque es la única forma de seguir viviendo plenamente.

Había llegado el momento, tenía que hablarle a Elidha sobre aquello que había leído en el diario de Darlo sin nombrarle a él sobre la existencia de este. Como habíamos estado allí, podía decirle que lo recordaba. No tenía que crear otra excusa, así que intentando pensar bien mis palabras se lo dije, le comenté sobre aquel lugar.

La verdad detras de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora