Capítulo 53. la Fragilidad de la Memoria.

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por que la memoria es tan fragil, por que lo somos nosotros que un simple recuerdo puede causar caos o felicidad, La memoria es frágil porque depende de muchos factores para mantenerse intacta y precisa. Nuestro cerebro almacena recuerdos a través de conexiones neuronales, que pueden ser influenciadas por el paso del tiempo, el estrés, la falta de sueño, el envejecimiento, la enfermedad y otros factores.

Los recuerdos pueden afectar nuestra vida de muchas maneras, ya sea positiva o negativamente, y esto se debe a que la memoria está íntimamente ligada a nuestra identidad y a nuestra experiencia personal. Un simple recuerdo puede ser un disparador emocional para alguien, ya que puede evocar sentimientos intensos de alegría, tristeza, nostalgia o incluso miedo. Es importante tener en cuenta que todos somos diferentes y que nuestra relación con los recuerdos es única, lo que puede explicar por qué algunos recuerdos pueden ser más poderosos que otros.

por eso la memoria es un tesoro realmente valioso en nuestras vidas, una vez alguien dijo, todo esta guardado en la memoria y mientras siga allí, nada puede morir,ya se un recuerdo triste de alguien que se fue, un dolor que se volvió pasajero y a veces vaga en nuestras mentes o simplemente un tonto recuerdo de un momento que nos hacia realmente feliz ya sea cualquiera de ellos, mientras nos mantegamos recordándolo jamás podrá morir, es lo mismo con las personas, por que nadie muere en la memoria.

Habia llegado el dia, me levante tremprano para dirigirme hacia la clínica donde eli estaba, quería pasar los últimos momentos junto a el, sabia que no tenia manera de parar lo que en mi cabeza era una locura pero fue su decisión, sentia el egoismo apoderándose de mi diciéndome una y otra vez que detenga todo esto de una manera, que no lo deje ir, pero sabia que el habia sufrido demasiado durante toda su vida la cual no habia podido disfrutar, que era solo un niño enjaulado en una maldita habitación de hospital que lo tenia encerrado luchando una y otra vez por su vida, de las peores maneras posibles, muchas veces en soledad, siendo que era solamente un pequeño niño queriendo ser normal. Llegue temprano, eli no estaba en su habitación a lo que mi corazón se comenzó a acelerar, miraba para todos lados con miedo, terror de que el se haya ido sin siquiera poder decirle alguna palabra, sin poder despedirme, el dolor se sentia horrible y las lagrimas comenzaban a brotar, lance un grito desesperado y ahogado desde mi interior a lo que una voz preocupada me tomo por sorpresa desde detrás.

—por que lloras, que es lo que ha sucedido. —al verlo solo pude correr a abrazarlo, llenando de baba su remera de hospital.

—lo siento, solo que... crei que te habias ido. —mi corazón se rompia, realmente dolia saber que era la ultima vez que vería al pequeño.

—no te preocupes, yo estoy bien. —dijo con una enorme sonrisa en su cara.

Nos sentamos juntos en la habitación del hospital, sabiendo que este era nuestro último momento juntos. Me tomó de la mano y miró hacia afuera, viendo los rayos de sol que entraban por la ventana.

—Siempre he querido ver el sol ponerse en el mar, pero nunca tuve la oportunidad. —susurró.

Sentí un nudo en mi garganta al escuchar eso. Sabía que nunca tendría la oportunidad de hacer realidad ese sueño.

—Lo siento, Eli. Me encantaría llevarte al mar para que puedas verlo con tus propios ojos.

Eli apretó mi mano con fuerza y me sonrió tristemente.

—Lo sé, tío. Pero no te preocupes. De alguna manera, sé que podré verlo desde aquí arriba. —dijo mientras señalaba hacia el cielo con la mano libre.

Me dieron ganas de llorar al ver su resignación y valentía al mismo tiempo. Era difícil aceptar que un niño tan joven ya tuviera que enfrentarse a la muerte pero era su decisión, ya nada podría interferir en ello.

—Quiero que sepas que siempre estaré contigo, tío. En tu corazón y en tus recuerdos. —continuó Eli, su voz temblorosa pero firme.

Tomé una bocanada de aire y traté de contener las lágrimas mientras acariciaba su cabello suave.

—Siempre estarás en mi corazón, Eli. Siempre. —le prometí con la voz entrecortada.

Eli me miró con sus grandes ojos llenos de inocencia y paz.

—No llores, tío. No quiero verte triste. Quiero que seas feliz. —dijo con suavidad.

Tragué saliva con dificultad, sintiendo el dolor de la despedida. Pero también sentía una profunda gratitud por haber sido parte de la vida de ese niño valiente y lleno de amor.

—Siempre serás mi héroe, Eli. —le dije con sinceridad.

—Y tú siempre serás mi tío favorito. —respondió él con una sonrisa radiante.

Nos abrazamos con fuerza, como si quisieramos detener el tiempo y que ese momento nunca acabara. Pero sabíamos que era inevitable.

Finalmente, me separé de él y le di un beso en la frente.

—El tiempo se esta acabando ¿verdad? Creo que nadie mas vendrá a despedirse, gracias por venir realmente. —eli sonrio con tristeza, yo también esperaba que alguien mas apareciera, pero ambos sabíamos que eso no seria realidad, a veces las personas nos cuidamos a nosotros mismos alejándonos de las cosas que nos pueden lastimar, asi como una perdida y no nos damos cuenta que para aquellas personas somos realmente importantes mas cuando están en sus peores momentos.

—¿Crees que habrá algo después de esto? —preguntó Eli repentinamente, su voz apenas un susurro.

Miré a Eli a los ojos y pensé en la pregunta durante un momento. No sabía con certeza lo que pasaría después de la muerte, pero quería darle a Eli una respuesta reconfortante.

—Creoque hay algo más allá de esta vida, Eli. Algo que no podemos ver o entendercompletamente en este momento, pero que está ahí. Y tú estarás en paz allí, sindolor ni sufrimiento. —le dije con sinceridad mientras el tiempo corria ennuestra contra.

habia llegado el momento, poggy entro por la puerta.

—¿estas listo eli? —pregunto con tristeza en su mirada, ella era una personarealmente fría pero habia tomado cariño al pequeño.

¡claro! —respondio ocultando el miedo en sumirada.

en ese momento la habitación quedo en silencio, sus libros por todos lados,aquellos que le habia regalado, los que le dieron tanta sabiduría, los que meharian recordarme de el cada vez que vea uno, comencé a acomodarlos, mientraslas lagrimas apretaban contra mi lagrimal intentando escaparse, quería serfuerte pero no lo era, todo esto me recordaba a aquel dia, el dia en que Agustse despidió de mi, aquel dia que una parte de mi corazón se fue junto con eldejando un enorme vacio, en este momento sentia exactamente lo mismo, como unpedazo de mi estaba siendo arrancado con furia, como si me quemara el pecho,puntadas, dolor, no sabia como describirlo, pero asi se siente el perder algoimportante, no sabes como explicar ese dolor incontrolable, dicen que llorar esbueno por que las lagrimas activan algo en tu cerebro que manda señales paraque liberen un poco de tranquilidad pero por algún motivo cuando estesentimiento este tipo de dolor se dispara, el cerebro se queda callado, noactúa solo deja que duela, que nos queme por dentro de la peor manera, en unsentimiento que durara toda la vida.

La verdad detras de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora