Capítulo 55. En el jardín de las Auroras.

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Creo que sería bueno tener un cubo de basura emocional donde poder desechar todas aquellas emociones que nos lastiman, como si fueran un pedazo de papel que estrujamos con fuerza en nuestras manos. Podríamos tirar dentro del cubo todas las emociones que nos hacen daño, como el estrés, la frustración, el rencor y el desamor, entre otras. Esta idea podría ayudarnos a liberarnos de aquellas emociones que tendemos a mantener dentro de nosotros, consumiéndonos y desgarrándonos desde el interior. Realmente seria bueno pero Pero desafortunadamente, no existe tal cubo de basura emocional. Tenemos que lidiar con nuestras emociones de la mejor manera que podemos, aunque a veces sea difícil. Es posible que nunca podamos deshacernos por completo de esas emociones dolorosas por eso tenemos que aprender a enfrentarlas.

No puedo describir con palabras lo que sentí al ver esa tumba. Fue como si un rayo me hubiera partido en dos. Mi mente se negaba a creer que ella ya no estaba aquí, que no iba a poder verla nunca más. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón se contrajo de dolor.

La abuela Woods había sido una persona tan importante en mi vida en aquellos momentos en donde me habia separado de mama y tata, se convirtió en mi confidente, mi guía y mi amiga. Siempre había estado ahí para mí, dándome su amor incondicional y apoyándome en cada paso que daba. Era mi roca, mi bastión de fortaleza.

Pero ahora, todo eso había desaparecido. La abuela woods había partido, dejándonos a todos solos y desolados. No podía creer que ya no estaría aquí para escucharme, para abrazarme, para decirme que todo estaría bien. Me sentí tan perdida y vulnerable.

El señor Woods me entregó el sobre y me alejé unos pasos de la tumba, buscando un lugar tranquilo donde abrirlo. Mis manos temblaban mientras sacaba el papel, leyendo las palabras que habían sido escritas con su letra tan característica.

Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas mientras leía la carta, que estaba llena de su amor y su sabiduría. Me dijo que me quería mucho, que estaba orgullosa de mí y que siempre estaría conmigo, me pedia que por favor cuide de eli y petro, al leer eso mis lagramas aun dolían mas por que, los habia abandonado, ahora lo comprendía, aquello de lo que eli necesitaba hablar aquel dia en la tienda, habia sido una idiota, realmente odiaba esa parte impulsiva de mi, el actuar como dinamita siempre me jugaba en contra, terminaba cometiendo errores y lastimando a los demás sin siquiera poder pedir una explicación de las cosas, solo largaba palabras hieientes por sentirme herida, por eso tenia que pedirle perdón a eli, por decirle cosas que realmente no sentia.
con la carta en la mano me acerque al abuelo petro que me recibió con un abrazo cálido y seco mis lagrimas con sus manos, "lo siento pequeño fosforo, intentamos decírtelo antes con el peque pero no te encontramos por ningún lado" dijo el con tristeza en sus palabras.

"El día en que la abuela murió, yo estaba con Eli en la tienda de antigüedades. Él me dijo que necesitaba hablar conmigo, pero yo no lo escuché. Me fui sin siquiera preguntarle qué pasaba. Fui una idiota, realmente no sabia por lo que el estaba pasando, solo pensé en mi misma", confesé con lágrimas en los ojos.

El abuelo Petro me miró con ternura y me dijo que no tenía que sentirme así. Me contó que la abuela siempre había hablado de lo mucho que me quería y lo orgullosa que estaba de mí. Me dijo que ella siempre había sabido que yo era una buena persona, aunque a veces cometiera errores.

"Abuelo, ¿crees que Eli me perdonará alguna vez?", pregunté con tristeza.

Él me tomó de la mano y me dijo que el perdón era algo que venía del corazón, que no se podía forzar. Me dijo que lo importante era que yo reconociera mi error y que hiciera todo lo posible por enmendarlo. Me hizo sentir un poco mejor, pero sabía que tenía que hablar con Eli y pedirle perdón por mi comportamiento.

Saqué la carta de la abuela del bolsillo y se la entregué a petro. "La abuela me pidió que cuidara de Eli y de ti. Pero yo me comporté mal con Eli y lo lastimé. Quiero pedirle perdón, pero no sé cómo hacerlo", le dije, sintiendo un nudo en la garganta.

La verdad detras de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora